"La gestión municipal local carga con una connotación negativa"
Presupuesto participativo: vecinos decidirán sobre fondos municipales
La iniciativa introducida en el presupuesto municipal 2008 es un modo innovador de determinación del destino de parte de los recursos que maneja el municipio. Aún quedan por definir varias cuestiones relacionadas con la aplicación y el alcance antes de comenzar con una prueba piloto.

Días atrás, el intendente Mario Barletta se reunió con los concejales para presentarles, personalmente, el presupuesto 2008 pensado para la Municipalidad. La mayoría de los ediles calificaron el plan de cuentas como novedoso ya que estaba detallado por programas. Entre los proyectos incluidos en el plan que se animará a ensayar el municipio este año figura el "presupuesto participativo", una forma de intervención de los vecinos sobre qué hacer con el dinero de todos los santafesinos -en obras de infraestructura y otras necesidades- y para el que se destinó la suma de 500 mil pesos para comenzar a modo de prueba.

La iniciativa cuenta con la ciudad de Rosario como antecedente de aplicación, aunque según se pudo saber, llevó mucho tiempo poder hacerlo efectivo y todavía restan ajustes por realizar.

Alejandro Boscarol, secretario de Desarrollo Social municipal, definió a la iniciativa introducida como uno de los objetivos que se propuso la nueva gestión: acercar el municipio a la gente. Para eso necesitaron generar herramientas que lo hagan posible, crear espacios donde no sólo los vecinos formulen quejas sino también propuestas y soluciones.

Otra condición necesaria para poder aplicar el presupuesto participativo fue dividir la ciudad en ocho distritos como modo de organización territorial y de gestión del gobierno para descentralizar funciones.

Cómo se implementaría

Dividir la ciudad en partes es fundamental para poder comenzar con el presupuesto participativo; si bien el proyecto aún es incipiente, los antecedentes sirven de guía.

Sobre el modo de llevar a la realidad la iniciativa, Boscarol explicó que los vecinos se podrán manifestar a través de sus organizaciones barriales, las vecinales, aunque aún habrá que consensuar y discutir la forma de intervención. "Es una instancia nueva, tenemos que ver a partir del monto asignado en el presupuesto cómo los vecinos definirán el orden de prioridad de las obras a realizar", señaló el secretario.

Para Boscarol, una de las ventajas del presupuesto es que la ciudadanía opine sobre dónde se destina lo que se recauda "porque genera un mayor control de cómo se utilizan esos recursos".

Para eso será también necesaria la participación en las discusiones de funcionarios y concejales, habrá que elaborar un `árbol de problemas' -que no solamente incluye obras de infraestructura- con diferentes instancias para llegar a definir un orden de prioridades sobre la base de los montos disponibles y a las necesidades. Cabe destacar que las obras dependen de los recursos que se ponen a disposición en el presupuesto general para el participativo.

Estrechar vínculos

El recientemente asumido secretario de Desarrollo Social asegura que el presupuesto participativo es una forma de generar confianza en la administración pública y fortalecer los lazos comunitarios. La afirmación sirvió para que se lo consultara al funcionario sobre su visión acerca de la relación del municipio con los vecinos.

"Es muy reciente el inicio de la gestión para evaluarla, pero veo que es muy lejana, la ven como algo inaccesible. La gestión municipal local carga con una connotación negativa".

-¿Cómo cree que se llegó a esa situación?-Tiene que ver con la gestión de los últimos años que degradó la función del empleado municipal y de los funcionarios. Hay distintos niveles de responsabilidad, el ciudadano común tiene derechos pero también obligaciones y debe involucrarse; pero el deber primario es del Estado. Creo que se destruyeron los mecanismos de participación por una forma de generar política vinculada con el clientelismo político. Si no cuestionamos el fondo de esos problemas, si no buscamos revertir esa situación, la participación sería un maquillaje y no es lo que queremos.Para el secretario de Desarrollo Social, es fundamental la transparencia en el actuar diario del gobierno municipal, para recuperar la confianza de los vecinos y es consciente de que tal vez la gestión de la que forma parte no vea los resultados del presupuesto participativo, ya que, según los antecedentes, es un proyecto a largo plazo. "Necesitamos hacer cosas en una ciudad a la que considero 20 años atrasada y son cosas que no van a beneficiar en forma directa al gobierno municipal, todo lleva tiempo pero hay que comenzar a hacer y eso genera credibilidad", afirmó Boscarol.

La experiencia de Porto Alegre

El presupuesto participativo nació en la ciudad de Porto Alegre (Brasil) y constituye una innovadora experiencia de gestión, cuyo objetivo es incluir a la ciudadanía en la toma de decisiones referentes a la asignación de los recursos públicos municipales, consiguiendo así que la elaboración del presupuesto sea más democrática, y que el proceso de toma de decisiones acerca de las obras y servicios responsabilidad del ayuntamiento sea más transparente. Al mismo tiempo, esta práctica ha demostrado ser un instrumento bastante eficaz para conseguir la racionalización de los impuestos, consiguiendo una administración fiscal más eficaz y un mayor rendimiento de las inversiones municipales. Mediante la formación de comisiones ciudadanas de seguimiento de obras, el presupuesto participativo constituye un eficaz mecanismo de inspección y ejecución de estas obras, que contribuye a hacer el proceso más transparente y a eliminar la posibilidad de prácticas ilegales.

En sus 12 años de funcionamiento -las primeras asambleas se realizaron en marzo de 1994- el presupuesto participativo ha conseguido mejoras para toda la ciudad en su conjunto, favoreciendo especialmente a las comunidades más necesitadas.

Los beneficios de la participación popular pueden dividirse en aspectos subjetivos y objetivos. Subjetivamente, se puede detectar un aumento en la autoestima de los ciudadanos más desfavorecidos, una vez que empiezan a darse cuenta de la importancia que tiene su aportación personal en los logros de la comunidad en la que viven. Objetivamente, el presupuesto participativo ha contribuido decisivamente al saneamiento de las finanzas municipales, además de haber impulsado un reparto más justo de las infraestructuras urbanas y los servicios públicos.

La fragmentación

El proyecto de los ocho distritos es una forma de descentralización de la gestión municipal y hay aún deben definir cuestiones normativas previo paso por el Concejo. Otras ciudades del país son el antecedente que tomó Santa Fe para crear comisiones de descentralización no sólo administrativa sino también de servicios y de desarrollo de políticas relacionadas con la cultura, el deporte y la recreación.

"La idea es descongestionar el palacio municipal, generar instancias donde haya mayor posibilidad de contacto con los vecinos y motivar nuevas centralidades", señaló Boscarol.

Debate y aplicación

El presupuesto participativo significa generar un debate abierto pero orientado sobre el destino de los fondos y para eso es necesaria la participación de concejales y funcionarios. No existen límites en las obras que se pueden incluir en la discusión, pero si previo al tratamiento de los vecinos se conoce un plan integral de una obra deberá ser explicitado y considerar los fondos para otra obra. Para eso será necesario aceitar los mecanismos de comunicación entre las partes intervinientes y educar a los vecinos para manejarse en la nueva forma de presupuestación.

Fuente: Ciudades para un futuro más sostenible.