Investiga la Justicia de Tostado
Una mujer pide por su casa de Gato Colorado
Denunció la usurpación de la casa en la que vivía desde 2004, pero todavía no obtuvo respuesta. Las demoras ponen en riesgo su vida, puesto que tiene cáncer de mama y necesita reposo.

Una mujer de la localidad de Gato Colorado denunció por usurpación a una pareja, que habría ingresado a su casa violentando la puerta. Patricia Antonia Slivinski -tal es nombre de la damnificada- consideró el hecho como "lamentable y aberrante", dado que los supuestos intrusos serían los mismos que en 2004 le vendieron el inmueble.

La mujer adquirió ese año la casa N° 11 de un plan Fonavi, ubicada en calle Vicente Benítez S/N, de Gato Colorado. Desde entonces, ocupó la propiedad hasta que el 14 de febrero pasado se encontró con que "las personas que me la vendieron le cambiaron la cerradura y la entregaron" a otra gente.

En la casa "tenía mi cocina, heladera, cama, aire acondicionado, prendas de vestir y documentación", entre otras cosas que corresponden a su intimidad. Allí guardaba algo de plata, alhajas y materiales de trabajo que le permitían ganarse el sustento diario.

El despojo fue tal que hasta perdió el derecho de recuperar sus remedios, que también estaban en el inmueble.

Está enferma

Ocurre que Patricia, de unos treinta años, atraviesa una situación particular. Además de quedarse sin casa, padece un cáncer de mama por el cual fue operada en tres oportunidades y su salud requiere ciertos cuidados.

Como consecuencia de las penurias pasadas realizó una denuncia ese mismo jueves 14, en el Juzgado de Instrucción y Correccional de Distrito N° 15, con sede en Tostado, a cargo de Julio César Clementín.

El lunes siguiente -18 de febrero- sus abogados presentaron un escrito pidiendo al juez "la restitución de mi vivienda" y hasta la fecha no hubo respuesta oficial.

Entre la documentación entregada a la Justicia se registran algunos los comprobantes de pago de servicios y las pocas acreditaciones que llevaba en su cartera el día que se encontró con la puerta cerrada.

De la pareja acusada, supo que el hombre sería miembro de una fuerza de seguridad de la provincia, y se desempeñaría en la capital provincial, lo que despierta mayor indignación en la damnificada.

Soluciones...

Desilusionada, Patricia se pregunta públicamente: "¿Para qué sirve la Justicia si no soluciona estos casos?". O acaso su problema, ocurrido en una localidad de 2.000 habitantes, 500 km al noroeste de la capital provincial y a poca distancia del límite con el Chaco, interesa menos que los conflictos de las grandes ciudades.

Junto con sus abogados, considera que existe negación de Justicia; y responsabilizan a quienes por no haber actuado a tiempo favorecieron el agravamiento de su enfermedad. Además, planteó la posibilidad de reclamar ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos.

Por último, pidió la urgente intervención del fiscal y en última instancia al gobernador de la provincia para que protejan sus derechos y recuperar así sus bienes.