El gobierno de Quito estaría dispuesto a pedir la presencia de Cascos Azules en la región
Colombia-Ecuador: la OEA desestima enviar fuerza extranjera a la frontera
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, desestimó que una fuerza internacional asuma el control de la frontera colombo-ecuatoriana, tras visitar la zona donde se produjo el ataque contra las Farc, que mantiene aún rotas las relaciones entre los dos países.

AFP

"Creo que es muy difícil, muy difícil, controlar una frontera (de unos 600 km) como ésta. Como también es difícil realmente que otros países que no son de la región contribuyan con muchas fuerzas militares", dijo Insulza al referirse a la propuesta de Quito de resguardar internacionalmente la línea limítrofe.

Antes de mirar esa opción "vamos sobre todo a ver la posibilidad de unos acuerdos concretos, serios" en los que pueda "haber una verificación civil, política de dichos acuerdos", declaró el máximo representante de la OEA.

"Las dos cosas que nos interesarían (ahora son) saber cómo ocurrieron los hechos y segundo qué es lo que se tiene que hacer para evitar que vuelvan a producirse", agregó.

Insulza encabezó la misión que inspeccionó el sitio bombardeado por Colombia, a unos 275 km al noreste de Quito, durante el operativo que dejó una veintena de muertos, incluidos un mexicano y el número dos de la guerrilla marxista "Raúl Reyes".

Acompañado de los embajadores de Argentina, Bahamas, Brasil, Panamá y Perú, Insulza viajó hoy mismo a Bogotá, donde recabó la versión colombiana sobre los hechos y luego elevará un informe al Consejo de Cancilleres que discutirá el tema el 17 de marzo en Washington.

Sin vínculos

Aun cuando los gobiernos de Rafael Correa y Alvaro Uribe dieron por superada la controversia por la que Colombia pidió perdón comprometiéndose además a no incursionar nunca más en otro territorio, Quito todavía no ha reactivado los vínculos.

El acuerdo fue alcanzado el viernes en Santo Domingo a instancias de la cumbre del Grupo de Río, y permitió bajar las tensiones entre Bogotá, Quito, Caracas y Managua, estos dos últimos claramente favorables a la posición ecuatoriana.

"El restablecimiento (del diálogo con Colombia) será gradual", expresó el subsecretario de Relaciones Bilaterales de la Cancillería, Diego Stacey.

Simultáneamente, el ministro de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, insistió en que "Colombia debería dar garantías de su presencia en la frontera o aceptar el planteamiento ecuatoriano de una fuerza internacional de paz".

"Queremos que (la OEA) garantice la vigilancia en la frontera. Si no lo puede hacer podríamos pedir ayuda de los Cascos Azules", señaló.

Larrea y los ministros de gobierno (Interior) y de Defensa acompañaron a la delegación diplomática que inspeccionó la zona de la incursión colombiana.

"Ha sido muy importante recorrer el lugar, mirar dónde exactamente cayeron las bombas (...) y conversar un poco con los militares para terminar de hacer un cuadro de las cosas desde el punto de vista de Ecuador", insistió por su parte Insulza.

El secretario general se entrevistó con el presidente Rafael Correa señalando que aún "debe cerrarse bien la crisis" mediante una resolución que "fije preceptos y principios" que impidan que hechos similares vuelvan a repetirse.

Polémica por recompensa a guerrillero

El pago de recompensa al guerrillero que mató a Iván Ríos, uno de los siete miembros de la cúpula de las Farc, creó polémica en Colombia entre quienes consideran eficaz alentar a los rebeldes a traicionar a sus jefes y los que piensan que un Estado no debe pagar por crímenes.

El guerrillero que dijo llamarse Pablo Montoya -pues hasta ahora sólo había sido identificado con su alias de "Rojas"-, dijo que espera que el gobierno cumpla con el pago de las recompensas ofrecidas.

"Espero que cumplan, para que exista credibilidad", dijo "Rojas" a los periodistas a los que fue presentado en una guarnición militar en la ciudad de Pereira (360 km al oeste de Bogotá).

Montoya se entregó el jueves a militares en el oeste de Colombia trayendo consigo la mano de Ríos, que cortó tras matarlo y el cadáver fue encontrado horas después junto al de su compañera sentimental, también muerta por "Rojas", en el sitio señalado por éste.

Por Ríos (el más joven de los siete integrantes del `secretariado', como denominan las Farc a su cúpula) se ofrecían distintas recompensas, entre ellas, una del gobierno colombiano de 5.000 millones de pesos (USD 2,6 millones).

"Rojas" justificó el pago de su recompensa y dijo que confía en la palabra empeñada por el presidente Alvaro Uribe, el ministro de defensa Juan Manuel Santos y el comandante del ejército, general Mario Montoya.

El mandatario anunció ayer que el gobierno esperará a que concluyan las investigaciones de las autoridades judiciales y de la Fiscalía sobre ese hecho, para "medir la proporcionalidad entre el riesgo y la acción que cometió la persona que está reclamando la recompensa", para así tomar una decisión.

Por su parte, el procurador general, Edgardo Maya, dijo que su despacho analiza las normas vigentes para establecer si es viable pagar la recompensa, pues la oferta era por información que condujera a la captura del jefe rebelde, no por matarlo.

Pero otros juristas señalaron que se debe tener en cuenta las condiciones en que ocurrieron los hechos. El ex procurador Jaime Bernal dijo que se podría considerar que sin la muerte de Ríos era imposible entregar la información.

Por su parte, el ex fiscal Alfonso Gómez advirtió sobre la posibilidad de que se vulneren principios fundamentales al entregar una recompensa por una muerte, en un país en donde no existe la pena capital.

"La recompensa es por información, no era una recompensa al estilo del viejo oeste para quien entregara vivo o muerto", subrayó.

Representación argentina

La embajada argentina en Colombia asumió interinamente la representación de los intereses de Ecuador ante el gobierno colombiano hasta que ambos países reanuden sus relaciones diplomáticas, rotas hace una semana, confirmaron fuentes diplomáticas argentinas y ecuatorianas.

"Sobre la base de una solicitud formal al gobierno argentino, éste ha manifestado ya su conformidad de hacerse cargo de los intereses ecuatorianos en Colombia" mientras no se restablezcan las relaciones, declaró ayer el subsecretario de Relaciones Bilaterales de Ecuador, Diego Stacey.