Juan Carlos Haberkon - Rafaela (Enviado Especial)

Rafaela no se lució, pero le alcanzó con el oficio y la convicción de sus jugadores, muchos jóvenes del club, para dar un paso firme hacia la clasificación por un lugar en la Promoción. Con mucho esfuerzo, anoche le ganó 2 a 1 como local a Platense y ahora se ubica en la cuarta posición de la tabla cuando falta por completarse la fecha en curso.

Fue un partido muy trabado y Atlético lo hizo entretenido. Los dos crearon situaciones pero el equipo de Sánchez le sacó una luz de ventaja a sus vencidos de anoche. Platense no pudo concretar lo poco que generó ya que el único gol que consiguió fue de Zunino, defensor de Atlético, que la mandó a guardar en su afán por tirarla afuera. En cambio Atlético de Rafaela tuvo a Zárate, un jugador al que no le costó abrirse el camino hacia el arco de Migliardi acompañado por Jonathan López, de buen manejo y gran despliegue ante defensores que no sabían cómo pararlo en cada uno de los intentos. El resultado final, ajustado por cierto no merece mayores objeciones. Rafaela fue superior y eso no se discute.

Y a los 6 minutos consiguió abrir el marcador cuando el goleador de Atlético, López, dejó en el camino a dos defensores para sacar un centro que Migliardi no pudo contener y que Zárate sí pudo aprovechar para poner justicia: 1 a 0. Fue la jugada que marcó el desequilibrio y que no hizo más que mostrar a uno y otro equipo. Atlético convencido y el "calamar" con más dudas que certezas. Como la lluvia y el viento se hacían cada vez más intensos, los dos equipos fueron inteligentes y apostaron a trasladar el balón por abajo. Igualmente, les costaba mucho llegar y terminar el ataque. La habilidad y la fuerza de López, acompañado por Zárate y alguno de los que se desprendía, Zunino o Ribolzi, fueron mostrando un desequilibrio que la defensa del equipo de Rampi no lograba controlar.

Llegó el primer corte de luz y el parate favoreció a Atlético que volvió más concentrado que nunca y con el correr de los minutos, y a partir de la buena tarea de Niz en la contención, otro de los que aprovechó su oportunidad, Atlético fue marcando una amplia diferencia a su favor, hasta que llegó la expulsión de Celaya, codazo en el rostro a un rival, que no hizo más que agrandar al visitante que hasta ahí había hecho realmente muy poco. Sánchez mandó a la cancha a Fontanini, defensor, y sacó a un delantero, Franco. Todo se volvió a acomodar hasta que volvió un nuevo corte de luz, y en plena tormenta de lluvia y viento, Maitini, hizo jugar el resto de los minutos. Después, el descanso reglamentario y la vuelta al campo de juego con un gol de Ribolzi de penal para los de la "Crema". El árbitro, de floja tarea, cobró un penal que solo él vio de un defensor de Platense a Verdera. Con dos goles arriba Atlético fue más claro y punzante que su rival y en ese contexto, Migliardi se transformó en figura. López, se hizo una fiesta con los defensores y si a eso le sumamos la grandeza del resto de los chicos de Atlético, estamos en condiciones de asegurar que el espectáculo estuvo cargado de emociones. Llegó el gol de Zunino para Platense cuando el equipo de Sánchez merecía el tercero, cuarto y por qué no el quinto. Era todo de Atlético.

Platense nunca se resignó, pero su falta de juego colectivo y su inoperancia en las pelotas a resolver, lo fueron desgastando al punto que ya no tenía las fuerzas suficientes para llegar al arco de Pezzuti.

En Atlético todos estaban dispuestos a presionar y marcar para defender la ajustada ventaja. Con esa convicción, con la solidaridad y con la cabeza de Sánchez para ubicarlos, el equipo de barrio Alberdi sigue avanzando hacia el postergado objetivo del ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino.