Política: POLI-01
Los representantes de las entidades agrarias estuvieron en el acto.
Asumió el nuevo ministro de Economía con señales amistosas hacia el campo
Carlos Fernández juró como el quinto ministro de Economía de los Kirchner. Foto: Agencia DyN

Llambías y Miguens esperan retomar el diálogo con el ministro y dejaron las puertas abiertas para prorrogar la tregua que vence el 2 de mayo. Criticaron al ex presidente Kirchner por la agresividad hacia el sector.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner tomó anoche juramento al nuevo ministro de Economía, Carlos Fernández, con los dirigentes del campo en la primera fila, lo que fue interpretado como un gesto amistoso para el sector con el que se viene negociando distintos aspectos de la política agropecuaria.

Los titulares de la Sociedad Rural Argentina (SRA) Luciano Miguens, y de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, al igual que integrantes de las demás asociaciones agropecuarias que participaron del acto, rescataron la necesidad de "mantener el diálogo" para arribar a una solución al conflicto.

Respondiendo al gesto de los dirigentes del campo, desde el gobierno se elogió su presencia y se ratificó la voluntad del Ejecutivo de "seguir dialogando para encontrar soluciones".

"Está muy bien que hayan estado. Yo no lo tomo como un gesto misericordioso, sino que ellos son actores de la economía y está bien que estén presentes", manifestó el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

"Con el campo estamos dialogando y hay que seguir dialogando, hasta encontrar soluciones. Tenemos que hacer todos los esfuerzos", consideró Alberto Fernández, tras lo cual consideró que "desde la razón es muy difícil explicar por qué nos cuesta tanto encontrar una salida con un contexto tan favorable".

Diálogo

Luego del acto de jura, Llambías y Miguens se acercaron al flamante ministro para saludarlo y, posteriormente, formularon declaraciones a la prensa en la cual manifestaron su deseo de que el reemplazo ministerial abra un nuevo marco de negociación.

"Esperamos tener un acercamiento mayor con Carlos Fernández y que tenga poder de decisión. Lo de Martín Lousteau fue una mala experiencia", dijo Llambías a la prensa, y reconoció que el cambio de ministro "nos tomó a todos por sorpresa".

Por su parte, Luciano Miguens, consideró que la asunción de Fernández "podría abrir las puertas, al menos, para discutir las medidas que dictó el anterior ministro", Lousteau. "Lo importante es poder hablar de una política agropecuaria".

"Después de los problemas que tuvimos con el anterior ministro que casi no pudimos hablar en cuatro meses, que dio medidas por sentado, esperamos poder hablar", confió Miguens.

Respecto al vencimiento de la tregua el próximo viernes, la dirigencia agropecuaria afirmó que si el gobierno muestra señales de querer avanzar hacia un acuerdo con el campo, podría postergarse, aunque alertaron que la actitud del ex presidente Néstor Kirchner "es irritativa".

El vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Biolcatti, indicó que "si hay un trabajo serio nadie pretende atarse a plazos irreversibles", pero advirtió que "hasta ahora hubo pocos avances y uno se pregunta si le están tomando el pelo".

En la misma línea, el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, afirmó que el 2 de mayo no es una fecha "inflexible", pero advirtió que "todavía no hay motivos para prorrogarla".

Contra Néstor

Por su parte, Biolcatti, destacó que de parte de Kirchner "no hay un llamado a la pacificación, no hay un discurso objetivo", y sostuvo que "no se puede gratuitamente echarle la culpa a un sector de los incendios como si fuera premeditado y violento". "Este tipo de esquizofrenia confunde mucho", expresó, en tanto a Buzzi la actitud de Kirchner le pareció "irritante".

"Me preocupa mucho el discurso confrontativo de alguien tan relevante como lo es Néstor Kirchner, distorsionando la realidad vincula lo del humo, la inflación, y de todo lo culpa al campo", señaló Buzzi, quien precisó que "a la gente del campo le cayó muy mal".

En tanto, el titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Pedro Apaolaza, acusó a Kirchner de tener una actitud "poco seria", y le solicitó que "se calle la boca, cuando no tiene nada que decir".

"El diálogo no está agotado. En la medida que el gobierno tenga disposición, los dirigentes nos sentaremos a dialogar, pero con el tono y este grado de ensañamiento, esto va a ser muy negativo", explicó Apaolaza.

En tanto, el presidente de la Federación Agraria de Entre Ríos, Alfredo De Angelis, acusó a Kirchner de "instar a la violencia" y buscar el "enfrentamiento entre el ciudadano común y el sector agropecuario".

Su tercera prueba de fuego

Si todos los gobiernos cuentan con un funcionario técnico de bajo perfil destinado a "apagar los incendios" en el área que pudiera corresponderle, el kirchnerismo cuenta a Carlos Rafael Fernández como uno de sus principales soldados entre ese pelotón.

El flamante ministro es licenciado en Economía, egresado de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional de La Plata, con una especialidad que hizo valer en su cada vez más sólida relación con el ex presidente Néstor Kirchner: las finanzas públicas.

Esos conocimientos le permitieron durante la anterior gestión presidencial secundar al secretario de Hacienda, Carlos Mosse, en la función de monitorear las relaciones fiscales entre la Nación y las provincias. Un trabajo similar al que ya había realizado en la provincia de Buenos Aires, en una escala menor, controlando los números de los municipios.

En rigor, Fernández ya había desempeñado una tarea similar durante la presidencia de Carlos Menem y el ministerio de Domingo Cavallo, junto a otro funcionario que el tiempo también convirtió en un soldado kirchnerista: el actual secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa.

Los problemas de salud de Mosse le permitieron a Fernández una relación más estrecha con Néstor Kirchner, quien requería a diario el informe de la recaudación al detalle.

Si esos desafíos eran más que suficientes para un gobierno que hizo del superávit fiscal un culto y del centralismo de la caja una obsesión, Fernández encontraría en marzo de 2007 el primero de los tres trabajos que lo catapultarían a la sucesión de Martín Lousteau.

Por entonces, debió regresar a la administración pública bonaerense, esta vez como ministro de Economía del gobernador Felipe Solá, en reemplazo de Gerardo Otero, quien había renunciado en disidencia con el aumento al personal docente.

Fernández debió hacerse cargo como virtual "interventor" del gobierno nacional en el Ministerio de Economía bonaerense, para asegurar la transición hasta la asunción de Daniel Scioli el pasado 10 de diciembre.

Luego del recambio de autoridades, Fernández fue "rescatado" por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien lo llamó para que se ocupe del seguimiento presupuestario.

Pese a la importancia de esa responsabilidad, todo hacía suponer que el gobierno lo había destinado a un virtual "banco de suplentes" a la espera de un nuevo desafío... que llegó el 18 de marzo pasado.

Ese día debió reemplazar a Alberto Abad en la titularidad de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip). Un cargo al que la precipitación de la crisis del gabinete nacional le concedió una permanencia de apenas 37 días.

Rumores de más cambios

Con la presencia del nuevo ministro de Economía, Carlos Fernández, en el gabinete nacional, recrudecieron las versiones sobre otros posibles cambios en el equipo de la presidenta Cristina Fernández. Ante una pregunta en tal sentido, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, se limitó a responder: "Hay que preguntarle a la presidenta", y al mismo tiempo manifestó su deseo de continuar en el cargo. "Los medios escribieron un sinfín de cosas, incluso sobre mi continuidad", dijo, pero aclaró que "tengo un compromiso inicial con este proyecto y confío en que podré seguir trabajando" con este gobierno. Pese a estas aclaraciones, durante el acto de juramento del titular del Palacio de Hacienda, donde había funcionarios de todas las carteras, se escucharon muchos comentarios sobre eventuales remociones que podría disponer la jefa del Estado en las próximas semanas.

Funcionarios

Los secretarios de Comercio Interior, Guillermo Moreno; de Hacienda, Juan Carlos Pezoa; de Industria, Fernando Fraguío; y de Agricultura, Javier de Urquiza, permanecerán en sus cargos luego de la asunción de Carlos Fernández como ministro de Economía. Así lo aseguraron fuentes del Palacio de Hacienda, quienes añadieron que abandonarán la función pública los secretarios de Política Económica, Gastón Rossi, de Finanzas, Hugo Secondini, y de Legal y Administrativa, Javier Pereira.

Demanda

La provincia de San Luis demandó al Estado nacional ante la Corte Suprema de Justicia por las retenciones agropecuarias, y pidió que sean dejadas sin efecto. En una presentación de 62 carillas, el gobierno puntano adujo que las retenciones móviles "afectan a la coparticipación federal". El escrito, firmado por el gobernador Adolfo Rodríguez Saá y el ex ministro de la Corte Rodolfo Barra, reclama la "inconstitucionalidad" del sistema de retenciones móviles a las exportaciones del agro porque "afecta la coparticipación federal de impuestos".

De la redacción de El Litoral