A futuro, lo único previsible para el productor es que en su negocio las ganancias se van a ir achicando cada vez más, con la virtual amenaza de una situación más que delicada si el clima le termina jugando una mala pasada.
Pablo Adreani
En la misma semana en que comenzó un nuevo paro, esta vez del transporte automotor de cargas, el mercado de Chicago reaccionó con fuertes subas en todos los productos. Los principales estados del medio oeste estadounidense están sufriendo una de las peores inundaciones de las últimas décadas. Y el efecto sobre el mercado no se hizo esperar: el cierre del martes en Chicago indicaba subas de 23 dólares por tonelada para trigo, 12 dólares por tonelada para maíz y 25 dólares por tonelada para soja.
Las subas que mencionamos se produjeron en una sola jornada y marcan el vértigo de la montaña rusa que hoy es Chicago, que acompaña los pronósticos de más lluvias sobre los principales estados productores de soja, maíz y trigo.
La firmeza de ese mercado arrastró los precios sobre el FOB Golfo de México, de tal forma que la soja llegó a superar los 575 dólares por tonelada para embarque julio, el maíz se afirma en el nivel de 295 dólares y el trigo se consolida en 375 dólares. Un dato para destacar es el sorgo, que por primera vez en muchos años cerró a 305 dólares por tonelada en el FOB Golfo de México, por arriba del precio el maíz.
Podemos inferir que la demanda de sorgo ha tenido un mayor crecimiento este año por la caída proyectada en la producción de maíz estadounidense, lo que provoca un corrimiento de la demanda de exportación y la sustitución por el sorgo granífero.
Razones
Hay que tener en cuenta que los estadounidenses comenzaron la siembra de los cultivos de verano con una fuerte reducción en la superficie de maíz y el consecuente aumento del área con soja. El cereal cargaba con una potencial merma en la producción de 30 millones de toneladas con respecto a los números de la campaña anterior. En el caso de la soja, el aumento de la superficie y de su producción resultante no ha sido suficiente para compensar la caída de la campaña anterior. Si agregamos daños reales en los cultivos de maíz y de soja por inundaciones, se entiende la reacción alcista en Chicago. Además, los cultivos tienen todavía que atravesar uno de los períodos mas críticos (floración y polinización) entre julio y mediados de agosto.
Desacoplada
Como prueba de la influencia que tiene "la tablita" de retenciones y el aislamiento que sufre la Argentina de los mercados internacionales, en la misma jornada en que los precios de Chicago explotaban, aquí había sólo tibias subas.
Trigo: El martes pasado el trigo en Chicago subió 23 dólares por tonelada, pero el mercado interno no mostraba cambios sólo aumentó tres dólares en la posición julio.
Soja:: Subió 25 dólares por tonelada en Chicago; en la Argentina creció sólo dos dólares para la mercadería disponible.
Maíz: Tuvo alzas de 12 dólares por tonelada en Chicago, mientras que la mejora local fue apenas dos dólares.
La Argentina está totalmente aislada y divorciada de la tendencia de los precios internacionales. Ahora tiene más influencia la no solucionada crisis Gobierno-campo y el paro del transporte de granos que las fuertes subas que pudieran ocurrir en el mercado internacional. La exportación se cubre y aplica "la tablita", no convalida las subas del mercado internacional y sufre los descuentos por riesgo-trigo, riesgo-soja y riesgo-maíz, que los compradores aplican a las commodities agrícolas argentinas. Mientras el Gobierno no tome la decisión política de solucionar el conflicto con el sector agropecuario, los mercados locales en seguirán divorciados de la tendencia mundial.
No la entienden
El Gobierno debe entender que el productor quiere previsibilidad y reglas de juego claras. Las retenciones móviles sólo aseguran que los productores nunca van a poder vender su soja a un precio mayor a 310 dólares por tonelada, mientras que sus costos seguirán subiendo por inflación y la suba de insumos ligados al petróleo.