Area Metropolitana: AREA-04
Cada vez hay más familias
Sigue creciendo el asentamiento irregular a la vera de la Ruta 168
Hace 20 años sólo vivía una familia de pescadores oriunda de la zona, con autorización de los dueños del terreno, ya que es de propiedad privada. Con el tiempo se fueron asentando cada vez más personas en forma irregular. Los que habitan en esa zona desde hace varios años reconocen que "últimamente vino mucha gente nueva".

Desde hace siete años, Alicia vive en el asentamiento que se encuentra a la vera de la Ruta 168, unos metros antes de la entrada al megamercado. Ella cartonea y junta plástico, mientras que su marido saca lombrices y morenas para vender como carnada. Vinieron desde el Chaco y tienen cuatro hijos: el más grande de siete años, que va a la escuela, las dos del medio que están en el jardín y el más chiquito que todavía no camina.

"Cuando llegamos acá había muy pocas familias. Nosotros nos hicimos una casita, pero después la vendimos y nos hicimos otra. Ahora vivimos al lado de lo de mi hermano", cuenta Alicia.

Gladys vive en el asentamiento desde hace seis años, tiene dos nenas y también se dedica a cartonear y juntar botellas. "Vino mucha gente nueva en este último tiempo. Pero están más para adentro", asegura, mientras señala en dirección contraria a la ruta.

En tanto, desde hace dos años, Marina se mudó a esta zona con sus dos hijos. "Antes vivíamos para allá Äindicando la lagunaÄ, cerca del club que hay por ahí". Si bien es la más nueva de las tres, también reconoce: "éltimamente muchos se vinieron para acá, pero se hicieron las casas más para adentro. Hay algunos que cartonean; otros tienen animales: chanchos, patos, gallinas", asegura en el momento en que se escuchan los graznidos de algunas aves.

La cantidad de años que lleva en ese lugar le permiten a Alicia hablar con cierta autoridad: "Acá nunca vino nadie del gobierno para hablar con nosotros ni para ofrecernos nada. El único que vino fue un señor de la EPE, porque como nosotros estábamos todos enganchados de la luz, las conexiones de los cables eran un lío, estaban todas colgando bajito y eran peligrosas. Entonces vinieron de la EPE y nos pusieron ese poste alto y de ahí salen todos los cables, aunque seguimos todos enganchados".

La única manera que tienen de conseguir agua es a partir de una canilla que está en el paredón que separa el asentamiento de la estación de servicio que está a la entrada del megamercado. "Sacamos agua de ahí y repartimos entre las casas. Pero también ponemos una manguera para no tener que caminar hasta allá (que deben ser unos 100 metros aproximadamente)", comenta.

Una larga historia

Sin embargo, la historia de este asentamiento se remonta a fines de los "70. Por ese entonces, el terreno que era fiscal se convirtió en privado a través de una venta. En ese momento, los nuevos dueños autorizaron que una familia de pescadores, oriunda del lugar, permaneciera en la zona.

En 2001, la Municipalidad trasladó a 6 ó 7 familias a esos terrenos, que tienen alrededor de 6 hectáreas. Los propietarios realizaron una denuncia, pero no prosperó porque justo en ese momento ocurrieron los hechos de diciembre de 2001 que mantuvieron al país en vilo.

Con el correr de los años, se fueron asentando cada vez más familias. En este último tiempo, la zona se ha vuelto peligrosa: vecinos de El Pozo se han quejado por la inseguridad y algunos sostienen que en el asentamiento existe desde un desarmadero de autos hasta un aguantadero.