Opinión: OPIN-05
Al margen de la crónica
El pacto del Senado

Salvando las distancias institucionales y los personajes, la dirigencia justicialista de Santa Fe se vio sorprendida en la tarde del miércoles con el "pacto del Senado", de la misma forma que en 1994, la mayor parte del país se vio sorprendida por el "pacto de Olivos" que rubricaron Carlos Menem y Raúl Alfonsín. Como es sabido, ese convenio derivó en elecciones de convencionales constituyentes, convención reformadora y una reforma constitucional que, con luces y sombras, hoy rige la vida de los argentinos, pese a que son muchos los que se niegan a cumplirla, empezando por los gobernantes.

En aquel entonces, el menemismo buscaba abrir vías para reformar la Constitución para la reelección del entonces presidente Menem y la oposición estaba cerrada en su negativa, hasta que el ex presidente Alfonsín acordó términos de esa reforma y encolumnó a un sector de su partido.

Por otro lado, los justicialistas santafesinos empezaron a prepararse para la interna partidaria y descartaron toda posibilidad de unidad debido a las divergencias hasta ideológicas entre dirigentes de los sectores. Las diferencias se profundizaron con el grave enfrentamiento entre el gobierno central y el campo. Un sector de dirigentes peronistas, encabezados por Agustín Rossi, sigue alineado con la estrategia de Casa Rosada, mientras que otro Äcuyo referente es Carlos ReutemannÄ tiene una postura crítica sobre la acción oficial y se ha mostrado proclive al reclamo agrario.

El ritual del cierre de listas y marcha del cronograma electoral se fue cumpliendo hasta la noche del miércoles en que un cable de una agencia de noticias nacional daba cuenta del acuerdo alcanzado en el despacho de Reutemann sin él presente. Los informes aseguran que Rossi y Ricardo Spinozzi acordaron las grandes líneas del reparto de cargos a pedido del presidente del Partido Justicialista, Néstor Kirchner. Esa misma noche, hubo actos en Rosario y otras localidades del interior santafesino de los sectores en pugna, alejados de toda información del acuerdo.

Después llegaron las especulaciones sobre quién ganó y quién perdió con el acuerdo, aunque todos coinciden en afirmar que al bajarse de las listas, Reutemann volvió a boxes.