Sucesos: SUCE-05 Reclaman justicia por una muerte en el Centenario

De la Redacción de El Litoral

A dos años de la muerte de Hugo Sánchez, un chico de 16 años acribillado a tiros en las calles del barrio Centenario, sus familiares denunciaron públicamente que los acusados quedaron libres hace apenas algunas semanas. Claudia Márquez, la mamá de la víctima, dijo que "para nosotros es una burla" lo que ocurrió.

El miércoles 14 de junio de 2006, a la hora de la siesta, Hugo estaba con un amigo, sentado en un pilar de ladrillos, al costado de la calle Raúl Tacca entre Nicasio Oroño y Tarragona, en la villa del Centenario. De pronto se oyó el motor de un Falcon clarito y pronto una frenada. Uno de los ocupantes bajó de la parte trasera y descargó varios disparos, tres de los cuales hirieron al chico. El atacante volvió al coche y se escaparon.

La mamá de Sánchez y una de sus hermanas aseguran haber visto el ataque, porque casualmente estaban en la vereda a esa hora. Fueron ellas, junto con el menor que presenció los disparos, quienes dieron los nombres del asesino, así como el del conductor y el acompañante. Del resto nunca se supo.

Por ese caso Mariano P., Gerardo P. y Roberto A. quedaron detenidos con posterioridad y la Justicia los procesó. Luego la causa llegó al Juzgado de Sentencia N´ 4, del Dr. Mauricio Frois, que a principios de junio los dejó libres.

"La gente que lo asesinó a Hugo está suelta y en libertad", dijeron desde la familia Sánchez esta semana, al recordar un nuevo aniversario. Además cuestionaron que la liberación haya sido "pagando una fianza de 5 mil pesos". No obstante, reconocieron que el fiscal N´ 7 apeló la resolución y todo se definirá en la Cámara de Apelación Penal.

La familia Sánchez se quejó ante el diario porque nadie los notificó sobre lo resuelto. "Volvieron al Fonavi del Centenario" declaró Claudia, que vio a dos de los imputados en la avenida J. Paso y en la manzana 10 del Fonavi, donde viven los padres de uno de ellos.

En cuanto al motivo del crimen, en un primer momento se habló de "un ajuste de cuentas entre delincuentes, por cuestiones relacionadas con el tráfico de drogas", pero la versión fue desmentida rápidamente.

En cambio atribuyeron el ataque a una venganza mal ejecutada. Sucede que los agresores buscaban a los primos de Sánchez, con quienes sí estaban enemistados. Pero como uno falleció dos meses antes y otro se mudó al sur del país porque sabía que lo buscaban, decidieron ejecutar al muchacho.

De Hugo se sabe que "era verdulero", dijo uno de sus familiares. La madre le había comprado un carro con un caballo para salir a vender, y con frecuencia recorría los barrios San Lorenzo y Chalet y a veces cruzaba a Santo Tomé. Iba a la escuela Nuestra Señora de Itatí, donde quedó libre en 8vo. año.