Economía: ECON-02
ANALISIS
Una semana en la que no faltó nada
Freddy Vieytes (analista) y María Victoria Lestussi (mandataria) (*)

Esta semana, el dólar mostró cierta debilidad dentro de un contexto alcista con el que los analistas están de acuerdo. En parte, se explica por las expectativas de tasas más altas en monedas importantes, como pueden ser el euro y la libra, que podrían competir con el dólar.

El petróleo sigue firme, pero se consolida la idea que la última suba se corresponde a movimientos especulativos más que a motivos fundamentales. Esta situación torna peligrosa la inversión en este activo, ya que en algún momento se podría revertir y los mismos especuladores acelerarían la baja de este commodity ante el temor de sufrir pérdidas importantes.

En nuestro país

Fue una semana muy difícil, que afectó directamente la cotización de los activos financieros.

No faltó absolutamente nada. Tuvimos desde la ya clásica discusión entre el gobierno y el campo hasta rumores de impuestos sobre la renta financiera, que luego fueron desmentidos. Esta última especie aparece periódicamente como rumor y muchos temen que suceda como con la fábula de Pedro y el lobo.

El BCRA siguió comprando bonos y vendiendo dólares. Podríamos discrepar acerca de la forma en que se hicieron esas compras, ya que fueron favorecidos los bonos de maduración alta, como es el caso del Discount y Par en pesos.

Esta compra selectiva perjudicó al tramo corto y medio de la curva de rendimientos, a tal punto que llegó a invertirla, es decir, que bonos que vencen en plazos menores a un año tienen rendimientos superiores a otros que vencen en diciembre de 2033 ó 2038.

La venta de dólares por parte del BCRA llevó a esa divisa a cotizar en niveles cercanos a $3,05, aun cuando algunos operadores dicen que la incertidumbre alienta a inversores a huir hacia plazas más seguras. El costo de esa huida establece una paridad cambiaria que oscila entre $3,15 y $3,20, ya que el mecanismo que permite transferir esos recursos implica cierta ingeniería financiera que, a su vez, tiene un costo implícito.

Claro reflejo

La situación planteada entre el campo y el gobierno se ve reflejada en la cotización de los bonos, que han tenido una fuerte caída en los últimos tiempos, lo cual obligó al BCRA a efectuar una importante compra de los mismos para sostener su precio.

Desde hace mucho tiempo no se hablaba de la preocupación por la tasa de interés, pero en las últimas semanas vemos cómo las personas no aceptan tan fácilmente las tasas ofrecidas. En efecto, los arriba mencionados inversores nerviosos retiran su dinero del plazo fijo para poder transferir dólares o establecen colocaciones a plazos menores. Esto se ve reflejado por una mayor tasa de interés que los bancos salieron a pagar.

El mercado accionario sigue apático y probablemente lo veremos igual durante un tiempo más. Será necesario que la economía se serene y que las señales por parte del gobierno sean más claras. Mientras tanto, es recomendable esperar para entrar, o no salir, si ya estamos dentro.

Siguen siendo interesante alternativa de inversión los cheques de pago diferido, tanto los garantizados como los no garantizados. Para ahorristas conservadores es recomendable, pues muestran una interesante alternativa de tasas y vencimientos.

Siempre recordamos en esta columna que esta coyuntura, tanto local como internacional, obliga a recurrir a la experiencia de profesionales. Así como, también, a capacitarse para un mejor desenvolvimiento en el manejo de fondos en el ámbito financiero. En este sentido, De la Vera Cruz y la Universidad Católica de Santa Fe ofrecen, a partir de agosto, un curso a distancia sobre el Mercado de Capitales.

(*) De La Vera Cruz Soc. de Bolsa SA