Internacionales: INTE-02 Catorce muertos y graves daños por un tifón en Filipinas

Al menos 14 personas murieron, decenas de miles debieron ser evacuadas y unas 30.000 más estaban atrapadas en los techos de sus casas por las inundaciones y los corrimientos de tierras causados por el paso del tifón Fengshen por Filipinas.

Diez personas se ahogaron y al menos otras ocho desaparecieron cuando el río Risao, en la ciudad de Upi (provincia de Maguindanao, al sur del país), se desbordó y arrasó al menos cinco viviendas cercanas, explicó un portavoz militar, el teniente coronel Julieto Ando.

Otras dos murieron en deslizamientos de tierra y cuatro desaparecieron cerca de la ciudad de Cotabato, también en el sur del archipiélago, añadieron otros responsables locales. Dos personas fallecieron así mismo, en las isla de Negros.

El tifón obligó a más de 200.000 personas a acudir a refugios temporales en la oriental región de Bicol, dijo un responsable local.

Al menos 30.000 personas permanecían atrapadas hoy en los techos de las casas de Iloilo, capital de la provincia homónima, en el centro del país, dijo su alcalde, Jed Mabilog.

Éste precisó que los equipos de rescate señalaron el temor de que muchos habitantes de la ciudad puedan haber muerto o desaparecido, lo que no había sido confirmado esta mañana.

Iloilo tiene una población aproximada de unos 340.000 habitantes, según datos de 2000, y es considerada como la novena ciudad más poblada de Filipinas.

En los techos

En la ciudad de Pavia, el agua también obligó a cientos de sus 30.000 habitantes a subirse a los techos de sus casas, mientras los servicios de socorro trataban de ayudarlos, pese a la fuerte lluvia que seguía cayendo y a la falta de lanchas.

La empresa nacional de electricidad tuvo que cortar el suministro a la zona, mientras que las carreteras eran intransitables por el agua, que causó el derrumbe de al menos un puente y mantenía aislados varios pueblos, según la emisora DXMS.

El tifón Fengshen se dirigía esta mañana hacia el oeste-noroeste, con vientos de más de 140 kilómetros por hora.

Los habitantes de las colinas recibieron advertencias sobre posibles corrimientos de tierras, mientras que a los de los pueblos costeros se les señaló la posibilidad de grandes olas.

Las autoridades informaron de la suspensión de los vuelos domésticos y de las conexiones marítimas entre las islas del archipiélago.

Las agencias gubernamentales recibieron instrucciones de almacenar material de primera necesidad, mientras que los hospitales estatales fueron puestos en alerta.

AFP