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DECORACIÓN
La calidez de la madera
Pisos. La variedad de opciones para pisos es amplia. El mercado ofrece una amplia gama de materiales, texturas y diseños. Es importante saber cuál es la alternativa que mejor se adapta a nuestras necesidades. En esta nota, algunas recomendaciones cuando se elige madera. fuente: estiloambientacion.com.ar. + por Revista Nosotros.

Para saber cuál piso es el que mejor se adapta a nuestras necesidades, debemos empezar preguntándonos: ¿para qué y dónde vamos a utilizarlo? Antes que cualquier consideración estética (armonía visual o gustos personales), es fundamental definir usos y cuestiones particulares: qué transitado es el piso en cuestión, con cuánta frecuencia se limpiará, qué durabilidad esperamos, cuál es el grado de exposición a la humedad, agua o sol, o si se necesitan condiciones sonoras especiales.

En el caso de la madera, es un material que aporta calidez al ambiente y ofrece alta resistencia al paso del tiempo. Utilizando el tratamiento adecuado se puede colocar en cualquier habitación de la casa, aunque va mejor en lugares que no estén expuestos a la humedad, el agua o la luz solar.

Sin la orientación profesional adecuada, elegir la madera no es tarea fácil. Se requiere de cierta información del proveedor acerca del estacionamiento y secado del material, pues de ello dependerá básicamente su calidad y rendimiento. Pero no siempre podemos acceder a esta información y, de hacerlo, saber luego qué hacer con ella. Por eso recomendamos, en este punto, ir en busca de asesoramiento.

De todos modos, hay algunos datos que nosotros, como usuarios, podemos conocer para definir qué madera utilizar. Por ejemplo: cuáles son las características (color, veta, resistencia) y los usos comunes de los diferentes tipos de madera (si será lo suficientemente resistente para un piso concreto o si aceptará bien la exposición a la intemperie o al alto tránsito).

La madera tiene, a favor, la propiedad de transmitir calidez a lugares fríos e impersonales. Con una buena colocación, tratamiento y mantenimiento, se mantiene intacta durante muchos años. Pero, sii bien la madera tratada es muy resistente, no es recomendable exponerla de manera constante a la humedad y el agua. Además se requiere de maderas bien estacionadas para garantizar su calidad, dato que muchas veces ignoramos o desconocemos al momento de comprar.

Para la colocación

Existen tres tipos básicos de colocación de madera. El primero es el parquet, que se caracteriza por su presentación en tablas pequeñas y cortas (hay varios tamaños) que se colocan encastradas formando diferentes diseños (por ejemplo, tejido de cesta o espina de pez). Pueden estar clavadas o pegadas a la carpeta con adhesivos especiales o brea.

Para el entablonado, en cambio, se disponen tablas largas en forma paralela. Generalmente se utilizan con un ancho de 8 a 9 cm. y hasta un metro de largo, aunque también se consiguen tablas en otras medidas. Pueden estar clavadas, entarugadas o pegadas a la carpeta con adhesivos especiales o brea.

El entarugado consiste en tablas largas dispuestas como en el entablonado, pero clavadas al suelo con tornillos, rematados con tapitas de madera a la vista. Estas tapitas generalmente son de un tono más oscuro que el piso.

Cualquiera sea el tipo de colocación que elijamos, hay que tener en cuenta que se debe dejar en todo el perímetro de la habitación una junta de dilatación bastante amplia para evitar que la madera toque la pared y entre en contacto con la humedad. Para una buena terminación, se utiliza siempre un zócalo de madera cubriendo también las juntas y las imperfecciones. El zócalo suele ser de la misma madera y tono del piso, aunque también puede quedar muy bien pintado del mismo color que la pared.

Pulido

Una vez colocado, el piso de madera debe pulirse para lograr un perfecto acabado. Este trabajo se puede repetir todas las veces que sea necesario, extrayendo anteriores capas de plastificado o cera. Esta opción garantiza un suelo resistente y duradero, siempre apto para poner a nuevo en cualquier momento.

Plastificado

Se plastifica con una capa de barniz al aceite que cubre el piso protegiéndolo y facilitando su limpieza. Logra una terminación que lo protege de manchas y desgaste, haciéndolo más duradero y fácil de limpiar.

Hidrolaqueado

Se le otorga una terminación de base acuosa que no tiene olores fuertes. Su vida útil es menor que la del barniz poliuretánico, pero su efecto es el de la madera natural.

Natural

Se lo deja únicamente con el pulido, pudiendo encerarlo para una mejor terminación. Si bien es una interesante opción estética, requiere un permanente encerado, y su resistencia a las manchas y el agua es prácticamente nula.