Area Metropolitana: AREA-01
Una cruz de bronce, que estaba al lado del sagrario fue el último hurto producido en el templo
La Catedral está cerrada casi todo el día por reiterados robos
Los hechos delictivos ya no son ajenos a los templos religiosos, donde los robos se volvieron frecuentes y obligaron a tomar medidas para evitarlos. Foto: Amancio Alem.

El párroco Gustavo Appendino reconoce estar cansado de que falten objetos del interior del templo. Tras numerosos robos, la reciente faltante de una cruz de bronce que estaba a un costado del sagrario fue lo que lo decidió a mantener cerrado el templo la mayor parte del día y abrirlo solamente en los horarios previos a las misas.

El domingo pasado, al finalizar la misa, las personas que asistieron a la Catedral Metropolitana se enteraron de que a partir del día siguiente las puertas del emblemático edificio permanecerían cerradas durante la mayor parte del día. El encargado de comunicar la decisión fue el mismo párroco de la Catedral, el padre Gustavo Appendino, argumentando estar cansado de que falten objetos del interior del templo.

Ayer por la mañana, El Litoral dialogó con el sacerdote, quien contó que el último robo producido fue el de una cruz de bronce ubicada a un costado del sagrario. "La inseguridad, propia de la situación en la que estamos viviendo, ha llegado a los espacios públicos en general y también a las iglesias. Hace unos días, casualmente, comentaba con otros sacerdotes lo que nos está pasando en la Catedral y me decían que últimamente habían padecido hechos similares", manifestó Gustavo Appendino. Y agregó: "Hace unos días, hablé con el obispo sobre esta situación, más específicamente del robo de la cruz de bronce, y me dijo que cuando empiezan a faltar objetos sagrados el problema se va tornando más complejo. Por ello la decisión un poco dura y dolorosa, pero a la vez la única que se me ocurrió, para evitar más situaciones de este tipo".

Cabe recordar que no es la primera vez que el histórico edificio de General López y San Jerónimo es víctima de robos. Hace un tiempo fue noticia la faltante del perro que acompañaba a la imagen de San Roque y de algunas sillas. "Desde aquella vez a esta parte, hemos tenido otros episodios que tal vez no se hicieron públicos por no ser tan curiosos como lo del perro de San Roque. Nos faltaron ventiladores, una alcancía...", comentó el sacerdote.

Consultado sobre la posibilidad de que la iglesia cuente con algún tipo de seguridad privada, refirió que "sería muy costoso", y que desde la parroquia no podrían asumirlo.

Santa Fe turística

La Catedral Metropolitana, emplazada en el casco histórico de la ciudad, es un edificio que ningún visitante deja de conocer y que se publicita como una atracción para el turista. Sin embargo, por ahora sólo podrá ser visitada entre las 18 y las 20 horas de lunes a sábado, o los domingos por la mañana y también en ese horario. Cabe señalar que antes de la medida adoptada como un paliativo a los robos, el templo estaba abierto de 8 a 12 y de 16 a 20.

"Que la Catedral esté cerrada es una decisión momentánea, no es definitiva", aclaró el padre Gustavo Appendino. Y agregó: "La inseguridad es una gran preocupación para el vecino y para la gente en general. De todas maneras, hay que entenderla en el contexto social en el que estamos viviendo. Tenemos un pasado reciente bastante preocupante: gente que ha perdido muchas cosas, que no tiene trabajo... Y eso, inevitablemente, genera una situación social muy especial. Considero que las medidas que se tienen que ir tomando no son sólo sobre cómo solucionamos la inseguridad porque hay un problema de fondo. El obispo ha sido muy claro en esto".

Consultado sobre si desde el arzobispado le refirieron la situación a las autoridades provinciales, el sacerdote mencionó que "la intención de monseñor Arancedo es hablar con algunos funcionarios, pero ahora se encuentra con gripe".

Mercado clandestino

Los objetos robados del interior de la Catedral Metropolitana evidentemente son colocados en un mercado que tiene compradores. Sobre esto, el sacerdote coincidió y se mostró preocupado ante la posibilidad de que quienes participen sean "cristianos que no tienen una conciencia recta".

"Todo párroco tiene que pedirle a Dios que no ocurran estos hechos, pero a la vez no se puede permitir ser descuidado. De ahí la medida temporaria que tomamos", dijo el párroco. Y agregó: "No es fácil ver desde Casa de Gobierno o Tribunales que alguien esté sacando algo de la Catedral. Por la mañana es una zona muy concurrida, donde la fuerza de seguridad apostada en esos lugares está pendiente de su trabajo".

Por último, a manera de reflexión, el padre Gustavo Appendino, remarcó: "El verdadero problema que tenemos a nivel social no es el de la seguridad sino el de la pobreza, la injusticia... La seguridad, en todo caso, es un problema consecuente".

Mónica Ritacca - [email protected]