Mañana a las 13, arranca la más grande ilusión tenística nacional

Llegó el momento esperado

Los últimos detalles. Un colaborador termina de quitar el polvillo de la veloz pista sintética instalada en el Polideportivo. Está todo listo.

Foto: Agencia AFP.

Llegó el momento esperado

Con todas las condiciones a favor, el equipo argentino de Copa Davis iniciará su tercera serie final en la historia, con serias chances de alzarse por primera vez con la mítica Ensaladera.

Alejandro Galetto

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La adrenalina sube minuto a minuto, inevitablemente. David Nalbandian, el guía indiscutido del equipo albiceleste, se muestra distendido, bromista, pero serio en el momento pertinente. Por el otro lado, David Ferrer, el número 1 de la “Armada” española, aparece relajado, manteniendo una buena relación con público y prensa locales. Todo parece normal, pero lo que se avecina no es un acontecimiento más. Es, nada menos, la final de la Copa Davis, ese certamen internacional que lleva más de un siglo de éxito y reconocimiento.

No subestimar

En estos tiempos de “generación dorada” de nuestro tenis, es casi una costumbre escuchar sobre buenos resultados y festejos en materia de Copa Davis, pero la memoria no debe fallar. Desde el retiro de Guillermo Vilas a comienzos de la década del “90 y hasta el ascenso al Grupo Mundial en 2001, este certamen era un actor secundario entre simpatizantes y jugadores, que deambulaban por el continente americano buscando rendimientos que le permitieran volver al gran concierto.

Sin embargo, la clase “82 (con Nalbandian, Coria en su momento, y Acasuso), muy bien acompañada por algunos “veteranos” (Calleri y Cañas) fueron poniendo la bandera albiceleste bien cerca de los mejores, codo a codo. Cada temporada, los resultados eran positivos, pero no se podía ir más allá de la semifinal, excepto en 2006, cuando se definió la Copa en Rusia.

Consultados sobre los argumentos de esta imposibilidad, los pedidos de los jugadores eran siempre los mismos: la fortuna en el sorteo para poder jugar la mayor cantidad de series como local, punto decisivo a la hora de la definición.

Pues bien, en este 2008 se alinearon los planetas (o lo que fuera) y cada rival que fue tocando en suerte debió viajar a nuestro país y enfrentar a los grandes tenistas nacionales y a sobredimensionado público. Y hasta el momento, la historia se condujo por los carriles previstos.

En ascenso

Los nervios crecen conforme transcurren los minutos. Para hoy a las 13 (tras el cierre de la presente edición) se esperaba el sorteo, para conocer quién será el segundo singlista de España y qué duelo dejará inaugurada la final 2008 por la Ensaladera.

Habrá 10.000 privilegiados que experimentarán en vivo la sensación de ser protagonistas (de alguna u otra manera) de este magnífico acontecimiento. Pero también lo seguirán millares desde una de las playas marplatenses, donde se montó una enorme pantalla que reproducirá en directo los detalles.

Además, habrá millones de personas que estarán pegadas a la televisión en toda la Argentina, en España y en diversos sitios del globo terráqueo. “Esta es una oportunidad histórica”, dijo Nalbandian, jugador emblemático de “La Legión”. Todo el equipo lo sabe, inclusive el público, elevado por extraños a un nivel de protagonismo inusitado. Las cartas están echadas, las palabras huelga. Ya parece escucharse al juez de silla dar el permiso para que todo comience. “¡Juego!”.

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ADEMÁS

Del Potro jugará infiltrado

El argentino Juan Martín Del Potro, número 1 del equipo argentino, disputará infiltrado los partidos individuales de la final de la Davis, debido a las infecciones que padece en las uñas de los pies por la fricción que le produce el calzado que utiliza para jugar. “Los médicos me estaban poniendo unas cremas que hacían un buen efecto, pero sólo por una hora. En partidos como éstos, a cinco sets, voy a jugar infiltrado”, dijo el tenista de Tandil. “Sé que varios deportistas sufren estos problemas. Lo ideal sería que me operaran y me sacaran las uñas, pero eso implicaría estar inactivo unos días, así que no lo haré hasta después de esta final”, agregó el joven de 20 años, que admitió que tiene “una ilusión muy grande de ganar la Davis. “Por nosotros, por la gente, por la historia del tenis argentino”, concluyó.

“Argentina está en su mejor momento. Nalbandian tuvo un fin de año sensacional, y bien de cerca lo sigue Del Potro. Que estén en la final y sean favoritos es un indicativo de trabajo correcto. Está a punto de cristalizarse algo que funcionó muy bien”.

De Guillermo Vilas.

Ex tenista, el mejor argentino de la historia.