Perdió con los restos de Estudiantes y acá sólo ganó una vez
El Cementerio enterró a Colón
En una campaña floja en Santa Fe, apenas logró cosechar el 33,33 % de los puntos que puso en juego: ganó 1, empató 6 y perdió 2.
Darío Pignata
“La campaña en Santa Fe fue muy mala, sólo queda pedirle disculpas a la gente”. Así abrió la rueda de prensa el “Turco” Mohamed para intentar responder lo inexplicable: la campaña de local. La peor, lejos, de los últimos tiempos. Con un solo grito de festejo —el 5 a 2 contra Argentinos—, una mochila cargada de empates y dos dolorosas derrotas, de las cuales la de ayer dolió más que ninguna porque por lo menos el equipo mereció el empate. Pero chocó contra todo: la mirada desviada de Valdemarín, la falta de suerte y la actuación sin fallas de Andújar bajo los caños de Estudiantes.
“Pensar que podríamos estar mucho más arriba si hubierámos sacado solamente el 50 por ciento de los puntos en casa”, se lamentaba el “Bichi” Esteban Oscar Fuertes ante las cámaras de TyC Sports. La realidad numérica refleja que el equipo terminó apenas con el 33,33 % de los puntos en juego, consecuencia de sumar 9 puntos de los 27 que se pusieron en disputa. Pobre, muy pobre. Máxime para un equipo que hizo una leyenda de su cancha y armó un mito en torno al césped de su reducto, el Cementerio de los Elefantes.
Ayer perdió porque, entre otras cosas, le faltó suerte. Pero, si en el global de la campaña ganó y sumó mucho menos en Santa Fe que como visitante, es porque le costó asumir el ansiado protagonismo ante su gente. Siempre se sintió más cómodo y liberado afuera, como si jugar contra la adversidad lo liberara de las presiones caseras ante su público.
Se quedó sin gol
Hasta hace un par de fechas, Colón mostraba con el tándem Esteban Oscar Fuertes-Rubén Ramírez la mejor dupla de ataque del fútbol argentino, con 11 goles del “Bichi” y 7 festejos de “Tito”. Pero el artillero de Margarita empezó a cumplir las tres fechas de suspensión y al goleador histórico lo empezaron a marcar el doble desde el doblete en Avellaneda ante Racing.
Con “Tito” afuera y “Bichi” en sequía, Colón no tiene quién la meta. Y eso quedó en claro en las últimas tres fechas donde no hubo festejos. Como también quedó en claro la equivocación de Mohamed en cómo reforzar el bloque de ataque: rescindió Carignano, está “limpiado” Cardetti y no pasa con Valdemarín. Menos mal, en definitiva, que milagrosamente el “Bichi” volvió de la manera que volvió y que, a pesar de ser resistido, “Tito” siempre la emboca con la camiseta de Colón.
Pero si Fuertes no la mete, se agranda y contagia, Colón es medio equipo menos. Y eso se notó mucho en estas fechas finales, durante las que el legendario número “20” no la metió y Colón sacó apenas un punto de los últimos nueve que puso en juego.
Sólo el “Turco” sabe por qué refrescó la defensa con Quilez y el mediocampo con Lucas Acosta-Alfredo Ramírez, negándose sistemáticamente a incluir a “Cocó” Ledesma arriba, un chico que hace goles en todos los partidos de reserva, que concentró pero volvió a quedar afuera del banco.
El famoso objetivo
Para alcanzar el objetivo fijado de los 25 puntos en cada torneo corto, ahora Colón quedó atrapado en un callejón sin salida: tendrá que ganarle a Boca en la misma Bombonera y peleando el campeonato para llegar a —en realidad, para superar— la meta.
Mohamed ya empezó a hablar del “techo” de este equipo. Ocurrió lo que pasa siempre en los finales de campeonato en Colón: pierde como sea y con cualquiera. Con estos dirigentes y con este técnico. Con otros dirigentes y con otros técnicos. Lo más fácil es ser rival de Colón en las últimas fechas de un campeonato. Aunque ahora al combo le agregó, por el mismo precio, la peor campaña en años como local en Santa Fe. A tal punto que quedó enterrado en su propio Cementerio.