llegan

cartas

Ahorro peligroso

Oscar Medina,

Ciudad.

Señores directores: Hace unos meses, la crónica policial nos informaba que en algún lugar de Buenos Aires el propietario y un empleado de una carnicería fueron asaltados y encerrados por los delincuentes en una cámara frigorífica. En entrevistas con la prensa, el carnicero nos tranquilizó a todos cuando relató que su encierro no fue por mucho tiempo y que no corrió peligro de congelarse porque el sistema de refrigeración “estaba apagado”, porque ya era de noche. Más allá del incidente y de la saña criminal de los asaltantes, el hecho de que la cámara frigorífica estuviera apagada no es un dato menor.

En efecto, sería cándido pensar que aquel carnicero es el único en toda la Argentina que recurre a la desconexión del sistema durante las horas de la noche, para ahorrar energía. Esta artimaña evidentemente interrumpe la cadena de frío, lo cual desde el punto de vista sanitario, implica un claro riesgo para la salud de la población. He oído rumores de que, en otros lugares del planeta los carniceros “arreglan” a los inspectores sanitarios (cuando los hay) con un hueso bovino o una pata de pollo, para que hagan la vista gorda ante esa grave infracción.

Sin embargo, estoy seguro de que tanto el gobierno de nuestra provincia como los de nuestros municipios, incluido el de nuestra ciudad, tendrán la voluntad política y los medios técnicos para prevenir este riesgo sanitario, sobre todo (pero no exclusivamente) durante el implacable verano santafesino.

Agradecimiento

Ana María Raspo de Servin.

DNI: 20.480.474.

Señores directores: Al director del hospital Iturraspe, quisiera expresar mi más profundo reconocimiento por el desempeño del personal que, durante casi seis meses - junto a mi hija Micaela Rocío Servin, quien hoy con sentido dolor ya no está entre nosotros - día a día y en todo momento mostró el más alto grado de profesionalismo y capacitación puestos en práctica, con un valor humano digno de destacar. De forma conjunta y apostando tenazmente a la vida, lucharon denodadamente contra una enfermedad gravísima como es el Linfoma no Hodgkin de tipo Burkitt, sobre la que ha quedado en evidencia lamentablemente que aún resta un largo camino de investigación por transitar; una dolencia que como tantas otras, requiere de políticas sociales urgentes como herramienta fundamental, orientada a su definitiva erradicación.

Los recursos humanos están presentes, dispuestos y entrenados en la pelea dura; en el día a día afrontan desde la ayuda sin límites, los duros reveses que juegan los trastornos de la salud, aunque paradójicamente sus condiciones salariales y reconocimiento digno sean endebles, éste es otro aspecto de importancia que también muestra la ausencia de políticas que como las antes citadas, deben ser puestas en práctica en la más urgente e impostergable búsqueda de solución.