Tres poemas
Tres poemas
Extraídos de “Casi Antología”, de Leoncio Gianello, Ediciones Colmegna, Santa Fe, 1982.
Romance para una calle pobre
Eran como esta calle
algunas de mi pueblo:
con los tapiales bajos,
abiertas hacia el cielo;
y las últimas cuadras
florecidas en cercos.
Eran como esta calle
algunas de mi pueblo:
con un techo de estrellas
y la luna en el medio.
Eran como esta calle
algunas de mi pueblo:
ésas que anduve un día
paseando tu recuerdo...
Y porque eran como ésta,
a esta calle la quiero.
Gualeguay, 1930
Este muchacho triste
Este muchacho triste que asoma a mi sonrisa
es el mismo del tiempo -vanamente pasado-
en que soñaba versos y estaba enamorado
de la estrella lejana y el pájaro y la brisa.
Yo bien sé que la vida no ha podido vencerlo
con la dura tarea de sus días iguales:
brillo de lunas fieles bastó para traerlo
y hubo nuevos retoños en los viejos rosales.
Pero ya es poco asiduo, tal vez porque una tarde
al mirarme a los ojos le parecí un extraño
y se marchó angustiado, herido por el daño
que le hizo, a sabiendas, mi tristeza cobarde.
Hoy, de nuevo lo llamo, porque sin él se trunca
mi antigua fe en la estrella y el pájaro y la brisa
y tengo mucho miedo que no vuelva ya nunca
este muchacho triste que asoma a mi sonrisa...
La abuela vasca
Esta Misia María, pequeña y regordeta,
con sus dos manzanitas de grana en los carrillos,
vino de un panorama de pueblitos sencillos
bautizados con nombres de frontón de paleta.
Su alma montañesa no supo hallar la veta
de este mar entrerriano de trigos amarillos,
y pasó por la vida con su angustia discreta
que era como una noche desvelada de grillos...
Sus tacones de alba despertaban la casa;
y en las tardes de invierno, de turbia luz escasa,
en su aguja el ovillo se iba haciendo pequeño.
Y una noche de junio de vientos con enojos,
Pirineos de fiebre le cerraron los ojos
y en su aldea de Francia se murió entre su / sueño!