Brendan Fraser

Una persona poco divertida

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“Corazón de tinta” es el título de la nueva película protagonizada por el astro de “La Momia”.

Foto: Agencia AFP

Mateo Sancho Cardiel

EFE

A pesar de la vis cómica que ha demostrado en películas como “George de la jungla” (1997) o “La Momia” (1999), Brendan Fraser reconoció recientemente en Dubai que, más allá de la actuación, es la persona menos graciosa que conoce y que incluso en el cine considera “osado y terrible” tener que resultar divertido.

Quizá por eso, se mostró en Dubai tan satisfecho con su nueva película, “Inkheart” (“Corazón de tinta”), en la que no pierde en ningún fotograma el gesto de preocupación, ya que la vida de su mujer y de su hija dependen de su don: el de convertir en reales a todos los personajes de aquellos libros que lea en voz alta.

Con este juego metaliterario, y tomando referencias en “Cenicienta”, “El Mago de Oz” o “Las mil y una noches”, la escritora alemana Cornelia Funke ha diseñado una trilogía de aventuras para el público joven, de gran éxito editorial.

En consecuencia, si la película de “Corazón de tinta” responde a ese mismo funcionamiento comercial, alumbrará una nueva saga cinematográfica que comprenderá los tres libros del llamado “Inkworld” (mundo de tinta).

Fraser, en una entrevista con la prensa internacional, confesó no haber conocido a Funke hasta recibir un ejemplar de “Corazón de tinta” en su casa, con una dedicatoria: “Gracias por inspirarme para este personaje. Espero que algún día lo leas a tus hijos en voz alta. Cornelia”.

“Entonces fui a Google, puse su nombre y vi que era todo un bestseller. Leí el libro, me encantó y, tras encontrarme con la escritora en Hamburgo y cenar con su familia, intenté convencer al estudio de que teníamos que hacer la película”, explicó Fraser.

Y así, después de “El Señor de los Anillos”, “Crónicas de Narnia” o “La brújula dorada”, esta nueva franquicia, esta vez con sabor más europeo, apuesta por un aspecto más artesano, más añejo. Por un rodaje “en el que todo no se grabe sobre una pantalla verde”.

Público preferido

Filmada en Italia y Londres y dirigida por un cineasta de prestigio como Iain Softley -que alcanzó reconocimiento internacional con “Las alas de la paloma” (1997)-, “Corazón de tinta” supone también una nueva incursión de Fraser en el mundo infantil.

“La mayor inversión de mi vida son mis hijos”, explica, y tras demostrar el día anterior en el primer pase de la película su buen hacer con los más pequeños, reivindicó a este público como uno de los más exigentes.

“No puedes tomar el pelo a un niño (en juego de palabras en inglés “you can’t kid a kid”). Si no le gusta lo que ve, se levanta y se va”, algo que no sucedió ayer en Dubai, donde el actor recibió una inmensa ovación y contestó a todas las preguntas de su joven audiencia.

Hoy, visiblemente menos entusiasta con la prensa aunque siempre de buen humor, reconoció que su carrera “sigue siendo inestable y llena de altibajos”, pero que intenta seguir en ella el consejo que una vez le dio Phillip Noyce en el rodaje de “El americano impasible” (2002): “Tienes que asumir que harás películas por placer y películas por dinero”.

Así, entre títulos independientes como la aclamada “Dioses y monstruos” (1998) y la multimillonaria saga de “La momia” -“cuando hicimos la segunda parte, básicamente volvimos a hacer la primera”, aseveró-, Fraser consideró que “Corazón de tinta” es un punto medio entre ambas facetas.