El campo disgregado

El surgimiento de entidades ruralistas evidencia la pérdida de representatividad de la Comisión de Enlace y el apoyo de los pueblos.

Federico Aguer

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Todo parece indicar que la Argentina se encamina a paso firme hacia otra crisis. Los únicos que parecen no querer verlo para ponerle freno a tiempo son los Kirchner.

Sin embargo, esta vez, algunas cosas serán diferentes. Al menos en lo que al funcionamiento del ruralismo respecta. Hoy, el movimiento agropecuario se encuentra mucho más disgregado y disperso.

La Comisión de Enlace pide prudencia, mientras algunos de sus integrantes especulan con los tiempos para apostar a una candidatura política que algunos ya lanzaron oficialmente. Los autoconvocados, entre tanto, ya expresaron que “no están de vacaciones” y que no esperarán hasta marzo para comenzar a manifestarse. Para muchos, cada día que pasa es una oportunidad perdida.

Las bases de la Federación Agraria anunciaron que a fines de enero o principios de febrero comenzarán a protestar; los tamberos criticaron con dureza el tiempo “perdido” por la Mesa de Productores y la postergación del acuerdo con Moreno, y también anticiparon medidas contra la industria. Los camioneros llevan un año sin trabajar, ya que la sequía les “quemó” las cargas, y los productores retienen los granos a la espera de una rebaja en las retenciones o una eventual recomposición del precio de los commodities. En los pueblos, las industrias adelantaron vacaciones al personal, y si en febrero no se recompone la situación, comenzarán los despidos. En los comercios y servicios del interior la parálisis se agrava. En el norte provincial se respira un clima hostil que presagia tormentas, y no de lluvia precisamente.

En este marco comenzaron a surgir nuevas asociaciones que, si bien no se las puede considerar como entidades, reflejan el apoyo de la comunidad productiva de cada localidad. En Santa Fe capital, San Justo y Las Colonias, por ejemplo, se tejen alianzas que dan forma a nuevas “Mesas de enlace” locales.

En esta coyuntura, el gobierno provincial debería de una vez, hacer valer el reclamo de sus votantes, enfrentando enérgicamente a la Nación con las propuestas constructivas que se manejan y con otras que se incorporen. En este sentido, el apoyo provincial a la nota elevada por las entidades a la ministra Giorgi conteniendo los cinco puntos más urgentes a modificar es de vital importancia. La gravedad del momento así lo requiere.