DE RAÍCES Y ABUELOS

Una sala con recuerdos  para no olvidar lo vivido

El Grupo Infantil de Danzas del Centro Piamontés Le Masná amenizó la presentación de la muestra.

Una sala con recuerdos para no olvidar lo vivido


La Unión y Benevolenza Dante Alighieri recibe donaciones de objetos y documentos de inmigrantes italianos para poder crear, a futuro, un museo propio, abierto a la comunidad.Textos de Mariana Rivera

Algunos consideran que los objetos antiguos perdieron su valor, que ya no conservan la utilidad para lo que fueron hechos y por ello se deshacen cuando ya no les sirven o no encuentran lugar donde arrinconarlos. Sin embargo, otros tienen el don de rescatar en ellos su historia, su rasgo particular, aquella característica que los hace únicos en su especie.

Teniendo como meta no olvidar el pasado y sus hacedores y rescatar aquellos objetos cotidianos que hacían a los usos y costumbres de aquellos inmigrantes genoveses que poblaron estas tierras, la Unión y Benevolenza Dante Alighieri viene acopiando elementos desde hace varios años con la idea de formar -en un futuro no tan lejano- un museo propio.

La Sala dei ricordi o la sala de los recuerdos se llamará esta iniciativa, cuyos principales mentores son Salvador Passalia, María Ester Valli y José Luis Aprile, entre otros miembros de la comisión directiva de la institución.

“Empezamos desde hace varios años recolectando elementos para el futuro museo, que se llamará Sala dei ricordi. La primera muestra se inauguró en el edificio de 4 de Enero al 2000, cuando fue inaugurado, bajo la dirección del Ing. Jorge Terpin. Posteriormente, cuando la institución cumplió 125 años hicimos otra muestra en el hall del edificio de 25 de Mayo al 2400”, recordaron.

La última muestra de los elementos que vienen recolectando gracias a las donaciones que reciben de descendientes de inmigrantes la realizaron en el mes de octubre pasado, en el Museo Histórico Provincial Brigadier General Estanislao López, en el marco del 135º aniversario de su fundación.

Aseguraron que los máximos colaboradores de esta iniciativa -desde sus inicios- son el Ing. Jorge Terpin, el Prof. Benito Postogna, Susana D’Amelio y Alicia Odasso. Sin embargo, también quisieron dejar un reconocimiento y agradecimiento a quienes donaron elementos para el futuro museo: Pablo Gigliotti, Anita Vitali, Clara Poletti, María Cafarelli de Sarricchio, Carminella D’Amelio, Gaetano Nitri, José Luis Aprile, Angela Soriano, Luigi Torrriani, Norma Galetti, Cristina Orlandi y las familias Arcuri y Savignano.

UN PROYECTO EN PIE

Baúles, valijas, prendas de vestir, ropa interior, documentos de guerra y de embarque, fotografías, una bicicleta, medallas, instrumentos musicales, elementos de labranza y de otros oficios (como un zapatero), utensilios de cocina y de peluquería son algunos de los preciados objetos que tienen en guarda, debidamente identificados, que esperan poder tener un lugar definitivo para ser exhibidos.

Algo muy preciado y que enorgullece a los organizadores del futuro museo de la Unión y Benevolenza Dante Alighieri es un poco de tierra del pueblito donde nació Juan Gingolani, quien fuera docente de la institución, además del cartel de la entrada que decía que era la Academia de Dibujo y Pintura, que luego llevara su nombre.

Tras aclarar que “la educación nos ocupa la mayor parte en el establecimiento en la actualidad”, explicaron que “la idea es algún día tener el museo”. Y recordaron: “Cuando estábamos por adaptar la casa de 4 de Enero para la institución pedí al arquitecto una de las habitaciones que daba a la calle para el museo pero no tuve suerte; había otras prioridades. Pero tengo esperanzas de que esta propuesta va a llegar. Nadie se opone a esta idea y hay buena predisposición para trabajar en esta línea”.

En este sentido, adelantaron que “ahora apostamos a acondicionar una sala de la Unión y Benevolenza que dé a la calle, para que sea accesible a la comunidad en general, de manera que se pueda ingresar desde el exterior del edificio. Además del museo pretendemos armar un salón con trajes típicos y banderas de las diferentes regiones de Italia. Para evitar que se arruinen encontramos una buena manera de conservarlas, en unas carpetas especiales, hasta tanto podamos exhibirlas. No todas tienen las mismas medidas y algunas son muy grandes, pero cada una está identificada con su región”.

USOS Y COSTUMBRES

Por otra parte, aclararon que “el museo será de los usos y costumbres de los inmigrantes, no souvenires ni obras de arte, ya que queremos que muestre qué actividades hacían y cómo vivían quienes partieron de Italia. Muchas personas tienen que entender que si no quieren dejar en vida a sus nietos o familiares aquellos antiguos elementos, que no van a apreciar, lo pueden hacer en un lugar donde serán valorados por toda la comunidad. Por eso, queremos pedirles a quienes tengan elementos de origen italiano que pueden entregarlos en donación a la institución, que serán bienvenidos”.

En este sentido, agregaron que “también estamos organizando un archivo de reportajes a emigrados con sus historias de vida, que están desgrabadas, y tenemos idea de hacer un libro o una pequeña publicación para recopilar todo ese material, de manera de no perder la memoria de estas personas. No tuvimos un patrón de preguntas para guiarnos y de gente para hacer esta recopilación de historias. Son muy emotivas y los entrevistados se largan a llorar cuando empiezan a contar sus historias, las que -en muchos casos- nunca relataron a sus familiares por lo triste que fueron”.

TRANSFORMACIÓN

Cabe recordar que “la unión y la benevolenza eran dos objetivos específicos de lo que tenían que hacer los italianos que se radicaron en la ciudad de Santa Fe”, según habían explicado directivos de la Unión y Benevolenza Dante Alighieri en oportunidad de la celebración de los 135 años de la fundación de la institución y 25 años de la escuela primaria, el pasado 28 de septiembre.

Entonces, destacaban que -en los últimos 25 años- la institución ha tenido una transformación notable, ya que pasó de dedicarse a la colectividad a ser una institución plenamente educativa, sin haber perdido los objetivos por los cuales fue creada.

Asimismo, comentaban que “en el marco de los festejos, se inauguraba la muestra del patrimonio del museo que estamos por organizar en la institución, en el Museo Histórico. Estamos recolectando objetos para terminar de organizar el museo de la entidad, que estará abierto a la comunidad, motivo por el cual solicitamos la colaboración de los santafesinos para que donen elementos típicos de la colectividad italiana”, tal como reflejamos oportunamente en nuestras páginas de De Raíces y Abuelos.

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El coro de la Unión y Benevolencia Dante Alighieri dio el marco a la presentación de los objetos.

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Trajes venecianos y de otras regiones italianas fueron donados.

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Un primer paso




En el Museo Histórico -San Martín 1490 de nuestra ciudad- se expusieron instrumentos musicales como una mandolina, un acordeón y un clarinete con los que los italianos amenizaban las reuniones familiares; objetos de uso domésticos como una criba para arelar, un molinillo de café o granos, pailas de cobre para cocinar comidas típicas, una devanadora de lana o hilo, un scaldaletto o calienta cama.

Tampoco faltaron licoreros, una trituradora de tomates, una zaranda para tamizar harinas y el típico baúl con que llegaron los primeros inmigrantes. Se pudieron apreciar fotos y documentos de los siglos XIX y XX y trajes típicos de las regiones del Véneto, Friuli-Venezia Guilia y Sicilia; además de dos trajes de novias de Orfilia Tochi de Santa Cruz y Luisa Rafaghelli de D”Angelo, descendientes de familia italianas.

Sin embargo, la institución apunta a seguir recolectando donaciones de descendientes de inmigrantes italianos para poder formar su propio museo, que estaría abierto a toda la comunidad de la ciudad y la región.