Desde Vera

Los fiambres Tatra vuelven al

mercado con una cooperativa

La planta es propiedad de Héctor Trenaghi. Fue recuperada por los trabajadores que formaron una cooperativa y ya comenzaron a producir.

Corresponsalía Vera

[email protected]

La cooperativa formada por 7 empleados del ex Frigorífico Nuevo Tatra cuenta con la aprobación de la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal), comenzó a producir nuevamente fiambres artesanales y ya tiene en cámara la primera remesa de mortadelas mientras los salamines están en su etapa inicial, estimándose que en diez días todo puede estar rotulado y en mostrador. La inversión inicial fue realizada con el dinero reunido de los respectivos seguros por desempleo.

“Nos ha llevado todos los recursos pero confiamos en que podamos contar con el apoyo de la Asociación para el Desarrollo y de otros organismos en los que estamos gestionando algún tipo de crédito”, dijo Mariela Borgheto, una técnica alimentaria que fue elegida por los trabajadores para presidir la cooperativa Tatra, nombre que identificó durante muchos años a los chacinados producidos por el frigorífico de Vera que, hasta fines del año 2007, se vendían con la marca Don Mario.

Esperan contar fundamentalmente con la aprobación del público que es lo que les va a permitir pensar en un futuro promisorio después de casi un año de incertidumbre. Las aspiraciones a nivel nacional se ven limitadas por la burocracia del Senasa que, a pesar de haber cumplido con los pasos oportunamente indicados en la última reunión de agosto ppdo., no volvió para habilitar la planta.

En cambio la Agencia de Seguridad Alimentaria se mostró mucho más flexible, exigente pero flexible. “Dándonos el tiempo necesario para cumplir con todos los requisitos, recaudar fondos para ampliar la variedad de productos y mejorar con cada auditoria de ellos, las condiciones sanitarias del establecimiento, la producción y el producto”. Además, están en marcha la elaboración de los manuales correspondientes de buenas prácticas en la producción y de limpieza, con ayuda de profesionales del área.

“La maquinaria responde satisfactoriamente, arrancamos con una producción de unos 500 kilogramos semanales que pueden duplicarse según la demanda que, en un principio, abarcará Vera y la zona, aunque tenemos pedidos más distantes que trataremos de cumplir de alguna manera”, expresó Oscar Vicente, uno de los integrantes del grupo, a su vez encargado de la tesorería.

En cuanto a la marca se ha registrado Tatra Cooperativa Ltda., también se ha cambiado el logo y el diseño de los rótulos, con la colaboración de un integrante de ECoS especialista en marketing, pero “mantiene la calidad del producto que supo conquistar a todo el norte argentino”, aseguran.

El movimiento de los operarios y el ruido de las máquinas funcionando suenan como una música de esperanza después de tanto tiempo de silencio. Late el corazón de la estructura edilicia que ha recobrado la vida. Mariela Borghetto preside de la cooperativa Tatra, integrada también por Mario Aramburu, Mario Ríos, Carlos Saavedra, Oscar Vicente, Carlos Armas y Sergio Navarro.|

Los fiambres Tatra vuelven al mercado con una cooperativa

La primera remesa de mortadelas ya se encuentra en las cámaras, listas para su comercialización.

foto: corresponsalía vera

///

ADEMÁS

Recuperación de una fuente laboral

El frigorífico pertenecía a Héctor Tregnaghi, quien ante la imposibilidad del establecimiento de continuar funcionando firmó un acuerdo con los empleados ante la Secretaría de Trabajo de la provincia, que se constituyeron en cooperativa ante la observación del Ministerio de la Producción de la provincia, quien acompañó desde el comienzo la gestión, con el apoyo y asesoramiento del grupo Ecos (Espacio de Compromiso Social), conformado por jóvenes de Vera entre los que se cuentan profesionales de distintos rubros que se constituyeron como principal sostén de la cooperativa y su proyecto de autogestión.

También la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (Facta), la CGT local, el senador departamental, apoyaron y apostaron a este emprendimiento. Todos participaron de una reunión en la misma planta en el mes de agosto, con la presencia de Senasa, legisladores y funcionarios del gobierno local. Ahora sólo basta esperar los resultados que se aguardan sean los esperados por quienes apostaron a la recuperación de esta fuente de trabajo.