Al margen de la crónica

Técnicas caseras de relax

Algunas más, otras menos, todas las personas sufrimos estrés y es imposible eliminarlo por completo. El tema pasa por poder controlarlo sin necesidad del Tai Chi Chuan, de escaparse a algún monasterio hindú o de tener que dejar el salario en masajistas y spa.

Una breve encuesta entre compañeros de trabajo reveló que hay técnicas fáciles, caseras y que sirven a los fines de lograr un poco de armonía y paz en medio de nuestras agitadas vidas.

Mientras que para una joven la idea de relax pasa por la compra compulsiva de lo que fuera —ropa, carteras, perfumes—, otro compañero no dudó en revelar que en algún momento de su vida, para bajar el nivel de ansiedad, iba directo a comprar revistas importadas de heavy metal (...) La premisa es: no importa el “qué”, sino el “acto” de incorporar algo nuevo.

Otro método que surgió entre los ocasionales consultados son los ejercicios físicos, como una forma de lograr un relax físico externo que se traduzca en una suerte de calma mental. El boxeo, salir a caminar y la natación están entre las alternativas más elegidas.

El buen humor relaja, por lo que los consejos antiestrés recomiendan buscar oportunidades para reír y gozar. Sin embargo, una colega aseguró que, cuando se siente abrumada y necesita descargar la mala onda acumulada, se alquila dos o tres películas dramáticas, llora mucho, y ¡voilá!... arranca con la rutina como nueva.

“Evitar a la gente que anda con los cabellos de punta puede ayudar”, dijo alguien. Otros aportes sugirieron un buen libro, la compañía de un perro, una dieta saludable y tomarse con otra filosofía los problemas.

Claro que, si nada de esto sirve, como último recurso, algunos admitieron que una medida de licor o una taza de valeriana pueden surtir el efecto esperado.

Lo claro es que el estrés tiene consecuencias negativas para la salud y las relaciones interpersonales. Para estar feliz y saludable es necesario aprender a aflojar tensiones. Pruebe algunas de estas técnicas o ensaye la suya propia, pero no haga del estrés un modo de vida.