Medicina y buenos negocios

El “turismo reproductivo”: un nuevo filón en Argentina

Son cada vez más las parejas extranjeras que llegan a nuestro país para realizarse tratamientos de fertilización y lo combinan con viajes de placer a distintos puntos turísticos del país. Calidad, precio y atención hacen atractiva la propuesta.

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Ventajas comparativas. La calidad de la medicina reproductiva argentina y los atractivos turísticos del país se unen en una propuesta que atrae interesados de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa.

Foto: Archivo El Litoral

Maricel Seeger

Agencia EFE

Cada vez más parejas extranjeras llegan a Buenos Aires para combinar tratamientos de fertilización asistida con viajes de placer por el país, hasta el punto de que algunos institutos porteños ofrecen ya paquetes de “turismo reproductivo” que incluyen paseos a los glaciares o a las Cataratas del Iguazú. El atractivo de Argentina para este tipo de terapias se debe a una ecuación de precios atrayentes, métodos de alta complejidad y vacío legal, según expertos consultados por EFE.

“La gente viene a Argentina porque los tratamientos valen la mitad que en el resto de los países, porque la medicina argentina es bastante reconocida, por el trato que brindan los médicos y muchas veces por el vacío legal”, explicó Fernando Neuspiller, director médico de la filial local del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), de España.

Directivos de centros especializados en fertilización coinciden en que entre el 10 y el 20 por ciento de los pacientes extranjeros proceden de países de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, principalmente de España, donde “hay listas de espera para estos tratamientos, por lo que algunas personas viajan para una mayor agilidad”, apuntó Susana Kopelman, subdirectora médica del Centro de Estudios en Ginecología y Reproducción (CEGyR).

La devaluación del peso argentino a comienzos de 2002, en medio de una profunda crisis social y económica, hizo que el país diera el primer gran salto como destino para someterse a terapéuticas, entre ellas, de fertilización.

A partir de aquel momento, los precios se convirtieron en un factor de seducción para potenciales pacientes: los tratamientos de fecundación in vitro, la principal elección de las parejas extranjeras, cuestan en la Argentina entre 3.000 y 4.000 dólares, la mitad o aún menos que en países desarrollados, aseguraron los especialistas.

Además, la carencia de una ley sobre fertilización asistida en Argentina “facilita prácticas que en otros países están prohibidas, como la congelación de embriones y la donación de óvulos”, precisó Kopelman, quien, no obstante, consideró necesario un “marco de regulación” que contemple las necesidades del paciente.

A juicio del doctor Marcelo Bergamasco, director asociado del Centro Argentino de Fertilidad, una ley sobre esta especialidad “no va a disminuir la cantidad” de visitantes extranjeros que llegan al país en busca de estos tratamientos.

Cortesía y buen trato

Los especialistas coincidieron además en que el “buen trato” de los institutos argentinos es otra de las ventajas para las parejas procedentes de terceros países, en especial de Europa, donde el dos por ciento de los bebés fueron concebidos por fecundación in vitro, de acuerdo con datos de la Sociedad Europea de Embriología y Reproducción Humana (Eshre).

“Lo que más ponderan es el trato personalizado, que la paciente conoce al médico y que hay más contención que en otros países, además de la buena fama de la medicina argentina”, apuntó Bergamasco.

El atractivo turístico del país también es un factor a tener en cuenta y ha sido aprovechado por algunas instituciones, pioneras en la combinación de los cuidados médicos con los recorridos turísticos para las parejas, que suelen destinar unos diez días a los tratamientos de fertilización.

En el portal del Centro Especializado en Reproducción (CER), de Buenos Aires, invitan a los extranjeros a recorrer los alrededores de la clínica por considerarlos “propicios para relajarse y sorprenderse con bares modernos y restaurantes de alto nivel”.

“Incluso contamos con un asesoramiento rabínico y bioético para garantizar que nuestras prácticas se ajusten a las necesidades y requerimientos de cada pareja”, propone el centro porteño.

Otros centros, como la filial argentina del IVI español ultiman detalles para ofrecer un paquete integral de salud y esparcimiento.

“En otros países, lo tienen organizado y nosotros estamos armándolo. Nos asociaremos a un operador de turismo, que tiene paquetes armados, con visitas a sitios de Buenos Aires y a otras ciudades”, como Calafate, desde donde se accede al glaciar Perito Moreno, o Iguazú, donde se emplazan las Cataratas, manifestó Neuspiller.