Le tiraron con una pistola 11,25

Herido grave en el Chaqueño

José Luis Pagés

Un disparo efectuado con una pistola de grueso calibre destrozó la cabeza de un adolescente que ahora, internado en el hospital Cullen, se debate entre la vida y la muerte.

Esta madrugada, una munición que partió de una pistola 11.25 atravesó el cráneo de Pablo Belizán cuando —dicen sus amigos— un motociclista disparó al bulto y desapareció velozmente.

La acción criminal —de acuerdo a los dichos de quienes compartían con Belizán un porrón de cerveza— ocurrió alrededor de las dos, en la esquina que forman las calles Larrea y Sarmiento.

Fuentes policiales señalaron que, de acuerdo a las versiones recogidas por los agentes de la seccional 8a., el ataque no habría estado dirigido solamente a Belizán.

Los vecinos aseguran que escucharon más de un disparo, tantos como las cápsulas servidas que los peritos criminalísticos recogieron en el lugar del hecho.

Los jóvenes que se hallaban en compañía de la víctima agregaron que el desconocido —que no detuvo la marcha de la moto— disparó al conjunto, contra todos ellos.

Pablo Belizán —quien tiene domicilio en San Agustín I— había llegado al barrio Chaqueño para visitar a su novia, una joven de 19 años que reside a escasos metros de la escena criminal.

Hasta el momento, la policía no tendría del agresor otros datos que los obtenidos en el terreno: cápsulas, proyectiles y huellas impresas en el asfalto.

Pero como siempre ocurre, los relatos recogidos son disímiles y los hechos se pueden interpretar de distintas maneras.

Así, no falta quien piensa que el agresor no fue un desconocido y que el tiro que atravesó la cabeza de la víctima fue disparado a corta distancia, a quemarropa.

Asaltados y lesionados

Otros dos hombres que debieron ser socorridos y asistidos por los servicios de emergencia en distintos puntos de la ciudad, esta madrugada, dijeron haber sido agredidos por asaltantes.

Alrededor de las tres de la mañana un hombre joven, cuya identidad se mantuvo en reserva, fue interceptado por tres desconocidos en La Pampa al 6800, los que forcejearon con él para robarle la bicicleta.

El agredido, con cortes y puntazos en brazos y espalda, fue auxiliado por los empleados del Dipaes 107 y recibió asistencia en el hospital Mira y López, donde existe la posta sanitaria más cercana al lugar del hecho. Un segundo hombre identificado como Catalino Aguirre dijo haber sido blanco de un asalto en Derqui al 4000. Allí, tres o cuatro desconocidos lo despojaron de unos pocos pesos y finalmente, antes de retirarse con el magro botín, le dispararon con un arma de fuego, hiriéndolo de bala en la pierna izquierda.

También resultó con una lesión contuso-cortante en el cuero cabelludo uno de los vigiladores que ayer a la tarde cuidaba del portón trasero de la empresa Friar, ubicada en Zavalla y Zazpe.

El hombre empleado de un servicio de vigilancia privada fue sorpresivamente encañonado con armas de fuego por parte de dos delincuentes, pero a pesar de eso logró activar el sistema de alarma, provocando con ello la fuga de los atacantes.