Todas las hipótesis se investigan

Sigue en grave estado la menor herida en la tragedia de Recreo

Lara Pressacco continúa internada en el Hospital de Niños con una bala de calibre 32 alojada en la cabeza, mientras la policía investiga en profundidad cómo terminaron las vidas de su madre, Gloria Romero, y su hermanita Martina.

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La casa en cuyo interior se desarrolló la tragedia familiar ayer a la mañana.

Foto: Alejandro Villar.

Redacción de El Litoral

Agentes de la Sección Homicidios de la Unidad Regional I investigan en Recreo las circunstancias determinantes de la muerte de Gloria Romero, la mujer de 39 años que presuntamente se quitó la vida cortándose las venas de ambas muñecas y disparándose a la cabeza, después, con un revólver calibre 32.

Todo indicaba ayer que Gloria Romero de Pressacco se suicidó después de disparar contra sus hijas, matando a Martina -la menor, de 8 años- y dejando malherida a Lara, de 12, la que permanece hoy internada en la sala de terapia intensiva del hospital de Niños Orlando Alassia, en grave estado. No obstante hoy se sabe que la policía sigue trabajando en procura de descartar definitivamente otras hipótesis.

Se sabe ahora que una comisión policial de Recreo Sur se constituyó en el lugar del hecho, la casa de calle Cervantes al 100, alrededor de las once de la mañana de ayer. Los uniformados acudieron allí tras recibir un aviso telefónico que daba cuenta de la tragedia. Estos encontraron que Daniel Pressacco estaba allí en compañía de su cuñada María y del hijo de ésta, Mariano Taranto, de 22 años de edad.

Supuestamente María Romero explicó a los uniformados que poco antes de las seis de la mañana recibió un mensaje de telefonía celular mediante el cual su hermana Gloria le decía que adentro de una prenda que hallaría en el ropero le dejaba el dinero que “ella sabía” y otras palabras que insinuaban una despedida, palabras como “sabés que te quiero mucho y suerte para todos”.

En esa hora temprana las palabras de Gloria habrían inquietado a María, quien pidió a su hijo que la acompañara hasta la casa de su hermana. Fue así que el primero en ingresar a la vivienda, -pero no a la escena del crimen-, fue Mariano Taranto, quien para ello saltó un tapial, pero retrocedió al ver sangre a través de las aberturas.

Ante ello María Romero se comunicó telefónicamente con Daniel, el esposo de Gloria. Pressacco dijo entonces que estaba en Recreo, en la empresa para la cual trabaja como transportista porque, agregó, recién llegaba de viaje.

De tal modo Pressacco -en compañía de los familiares de Gloria- sería el primero en tropezar con el horrendo cuadro. Su esposa yacía muerta, tendida en el piso del comedor con las venas cortadas y una herida de bala en la cabeza, mientras que en la cama matrimonial encontraban a las niñas, ambas con heridas de bala, una muerta y otra malherida.

Los peritos criminalísticos que llegaron desde Jefatura secuestraron en la escena un revólver 32 que tenía en su tambor algunas cápsulas servidas al igual que otras que fueron encontradas en un papelero o en el cesto de la basura. Todo indica que los hechos ocurrieron tal como fueron interpretados y comunicados en un primer momento ayer a la mañana, pero ahora hay quienes se preguntan cómo fue posible que con ambas muñecas cortadas -venas y tendones incluidos- Gloria Romero pudiera accionar nuevamente el revólver para terminar de quitarse la vida.

En tanto se sabía al cierre de esta edición que seguía siendo en extremo delicado el estado de Lara, la hija mayor de los Pressacco, quien tendría una bala calibre 32 alojada en la cavidad craneana. Presuntamente quien disparó contra ella, lo hizo apoyando el caño del arma contra el occipital, cerca de la oreja izquierda.