La canasta escolar suma otro elemento

Los libros escolares llegan

con 15 a 30 % de aumento

Como siempre, los más caros son los libros de inglés porque se pagan a precio dólar. La temporada arrancó con fuerza esta semana.

De la redacción de El Litoral

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Los libros para el primario y el secundario, un material imprescindible para ir a la escuela, aumentaron entre un 15 y 30 %, según informaron las librerías locales. Esta semana arrancó la temporada fuerte de compra de libros porque todos los niveles del sistema comenzaron las clases y los docentes empezaron a pedir el material de estudio.

Con varias novedades editoriales, los manuales, libros de lectura y de las materias de secundario no escaparon a la escalada inflacionaria. “En general, en un año los libros han aumentado entre un 15 y un 20 % para los textos de primaria y hasta un 30 % para los de secundaria. En los libros de inglés, el incremento es todavía mayor: 30 ó 40 %, básicamente por la incidencia del dólar”, señaló Sandra Yardín, de Librerías Yardín. Explicó que en el caso de los textos en español hubo varios ajustes de precios durante 2008, mientras que los de inglés tuvieron un solo aumento a fines de diciembre.

El costo promedio de los libros para los grados inferiores de primaria es de 46 pesos: los más económicos salen 30 pesos y los más caros, alrededor de 52 pesos. Del segundo ciclo en adelante, ya la alternativa es mayor (hay manuales, libros por áreas, por ciencias o que integran dos materias) y cuestan entre 28 y 50 pesos, dependiendo del caso.

Según Alicia Arese, de Alicia Libros, el aumento de los textos escolares va de un 15 a un 30 % si se compara marzo de 2008 con marzo de este año. Consideró que los padres “vienen resignados” por el gasto que deben afrontar aunque en su opinión “el libro no es lo más caro dentro de la canasta escolar. Si al padre por ahí no le preocupa gastar 200 pesos en una mochila de moda, creo que hay que evaluar que el libro sirve para todo el año y es una herramienta de aprendizaje”.

Los más costosos resultan los textos de inglés, porque son importados y porque suelen venir dos ejemplares (uno de lectura a color que sale entre 60 y 70 pesos y otro de actividades en blanco y negro de entre 35 y 40 pesos). Un poco más económico es el que trae ambos incluidos y que sale entre 60 y 65 pesos.

Temporada

“La temporada está muy difícil porque las firmas editoras arrancaron con muy poco stock. Está complicadísima la entrega porque hay editoriales importantes que no arrancaron (como Puerto de Palos) cuando ya tenemos dos semanas de clases”, indicó Arese, para quien la entrega de textos se va a manejar con cuentagotas.

“Lo estamos viendo venir. Por ejemplo, no mandan todo el pedido junto, dividen las entregas. No sé si están editando menos o manejando la crisis de otra forma porque son casi todas multinacionales. Además, a las librerías nos han bajado los descuentos, los plazos, el margen de devoluciones”.

Para Yardín, la temporada empezó más tarde que el año pasado. “Lamentablemente, los padres lo primero que cercenan es el libro, cuando en realidad debería ser al revés: es preferible que compren una carpeta más económica o un par de zapatillas más barato, pero no impedir que el niño pueda aprender con un libro”, destacó la propietaria de Librerías Yardín.

“Con los libros -agregó- se logra que desde corta edad los chicos hagan una comprensión de la escritura y que desarrollen un amor innato a la lectura que comienza como un juego y después se convierte en parte de su vida. Si eso no ocurre en las primeras épocas de la vida de un niño, difícilmente se lo pueda captar en una edad mayor, porque no lo verán como un placer sino como una obligación”.

Difícil convivencia

Los empresarios del rubro indicaron que este año conviven las dos estructuras educativas: los libros que vienen todavía para los chicos del ex EGB 3 y polimodal y los de la actual primaria y secundaria. A esto se le sumó que la provincia de Buenos Aires eligió una estructura distinta: 6 años de primaria y 6 de secundaria, lo que complica aún más las cosas porque las editoriales tendrán en cuenta ese amplio mercado.

“Es bastante problemático sobre todo para los papás comprender que por ahí un libro como el de Ciencias Sociales I y no es para primer año sino para séptimo”, advirtió Yardín, quien dijo que los libreros “tenemos claro los cambios, conocemos los contenidos de la currícula y orientamos a los padres”.

Arese, de Alicia Libros, sostuvo: “Te encontrás con esos problemas, y los padres por ahí no saben cómo pedir un libro. A esto se suma que hay editoriales que para una misma materia tienen dos o tres colecciones distintas, y si el padre no especifica cuál serie es, el librero no puede orientarlo”.

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En la variedad está el gusto. Los libros están caros pero las editoriales se esfuerzan por presentar nuevas ofertas cada año.

Foto: Luis Cetraro

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ADEMÁS

Novedades

Para los primeros grados, han llegado novedades editoriales con propuestas atractivas a color, con juegos u otras actividades destinadas a los más chiquitos. Tatetí, Panza Arriba, Cajita de Regalo, Patatín Patatán son los nombres infantiles que las editoriales han elegido para sus nuevas colecciones de textos. “Mucho color, mucha imagen, con cuentos y actividades. Para padres ocupados, un libro ha traído una serie de recortables en la parte posterior. El padre puede encontrar desde figuritas patrióticas a imágenes de todo tipo sin necesidad de buscar en decenas de revistas para completar la tarea”, detalló Sandra Yardín.

Para 1er. año del secundario han venido las disciplinas separadas que antes estaban integradas por ciclo.

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EL DATO

Maestros.

El docente trabaja con un libro, evalúa el resultado y si no cubrió sus expectativas cambia de texto, a pesar de las quejas de los padres que pretendían pasar el libro al hermanito. Los docentes generalmente están a la vanguardia con las novedades y se ponen a tono con los cambios. Cuando eligen una editorial, ésta les regala el libro y los materiales didácticos como una compensación por haberla elegido.

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LA CLAVE

El usado.

Debido al costo que han alcanzado los libros escolares, muchos padres comienzan a buscar precios en los locales de venta de textos usados. “El problema es que las editoriales están tratando de eliminar el usado, integrando el libro de texto con el de actividades. De esta manera, un texto escrito o con recortes no servirá para un segundo uso”, indicaron desde las librerías.