Se dice que los dirigentes tomarán hoy una decisión...

¿Se acabó el ciclo de Teté?

Sus dichos han provocado una ruptura que flaco favor le hace a Unión. Faltan 12 fechas, pero el equipo no responde y la pregunta es: ¿reaccionará con Quiroz?

Enrique Cruz (h)

La gravedad de las declaraciones de Teté Quiroz, responsabilizando a la dirigencia por una supuesta falta de apoyo logístico, terminaron en un verdadero revuelo. Al “toque”, la mayoría de los dirigentes iniciaron una interminable ronda de comunicaciones. Mensajes de texto por acá, llamados por allá, celulares que sonaron hasta las 2 ó 3 de la mañana. Y mucha calentura, signo elocuente de que esos dichos de Quiroz en Mendoza cayeron muy mal en la dirigencia.

Teté cree que la camiseta de Unión no tiene peso. Quizás no repare en el detalle que el presidente de la Mesa de Primera B Nacional es el vicepresidente de Unión (Augusto Borlle), hoy encargado del fútbol profesional rojiblanco. Teté dice que a los partidos se los gana también afuera de la cancha y no sólo adentro. ¿Cómo es eso?, ¿por qué lo dice?, ¿qué pretende insinuar?

A Quiroz no le gustó que Unión le dijera que sí a Olimpo para jugar el domingo en lugar del viernes, cuando los bahienses vinieron a Santa Fe. Suponía Teté que se trataba de una maniobra de Olimpo, pues si las cosas no le iban bien en Córdoba —jugaban con Talleres— echaban al técnico y querían dos días más para acomodar el equipo. Pensó Teté que Olimpo iba a sacar con eso alguna ventaja, cuando, en realidad, la ventaja la tenía Unión, que había jugado tres días antes su partido ante Instituto. Pero suponiendo que así haya sido, Unión a Olimpo le debía ganar jugando viernes, sábado, domingo o lunes a las 3 y cuarto de la mañana. Y le ganó sufriendo y sin jugar bien, detalle que el técnico no repara a la hora de decir, como dijo el viernes, que “de los 7 partidos de este año, jugamos 6 bien y el otro mal (se refiere a Los Andes) porque los jugadores no entendieron cómo se debía jugar el partido”.

Quiroz, ahora, se molestó porque el partido con San Martín estaba programado para el sábado a las 19 y se modificó para el domingo a la tarde. “Todos juegan de local el día que quieren y a la hora que quieren, menos nosotros”, dijo el entrenador. “El otro día, contra Platense, nos echan un jugador a los 30 minutos y el árbitro juega 6 de descuento cuando había dado 4”, señala Quiroz. Primero, la expulsión de Peralta fue correcta; segundo, es cierto que el árbitro hizo jugar casi 6 minutos, pero no por eso se puede decir que Unión no tiene peso o que no existe en AFA. Suena, por lo menos, exagerado.

¿Qué busca Quiroz?

Es posible que el técnico haya expresado todo esto en un momento de bronca. Su equipo había perdido un partido en el que le echaron dos jugadores y uno de los goles fue dudoso. Ahora, ¿mide Quiroz hacia dónde apunta y el daño que causa con sus declaraciones?, ¿lo hace para deslindar sus propias responsabilidades?, ¿o acaso está buscando generar una reacción para provocar una decisión de parte de la dirigencia, que sería la de rescindirle el contrato?

Estos mismos dirigentes a los cuales apunta fueron los que le armaron “un muy buen equipo”, según sus propias expresiones. Estos mismos dirigentes fueron los que corrieron, antes de la salida del micro, el viernes, para darle en propias manos los cheques de su sueldo y ponerlo prácticamente al día (desde ese mismo miércoles pasado, se le debe febrero y un pequeñísimo porcentaje de enero a todo el plantel), estos mismos dirigentes le trajeron lo que pidió y estos mismos dirigentes fueron los que armaron —esta opinión es exclusivamente personal— el mejor plantel desde que Unión descendió a la B Nacional en 2003, inclusive superior al que se quedó en la puerta del ascenso, el año pasado.

Quiroz está fracasando en Unión. Tiene al equipo de mitad de tabla para abajo y al término de esta fecha puede quedar a nueve puntos de la clasificación. Es cierto que restan 12 partidos y todavía hay tiempo material y posibilidades matemáticas, pero este Unión de Quiroz, que según su técnico jugó 6 partidos bien y uno mal en este 2009, tiene una irregularidad que no lo va a llevar a ningún lado: se hizo fuerte de local (porque gana) y débil de visitante (porque pierde). Y así, sacando el 50 por ciento de los puntos, no le dará ni para pelearla. Es una simple deducción matemática.

¿Hay retorno?

Uno siempre ha buscado y propiciado la continuidad de los procesos. Cuando un técnico —siempre que sea capaz, por supuesto— permanece mucho tiempo en su cargo, generalmente tiene éxito. Hay casos de entrenadores que sin mucho cartel han hecho maravillas. El caso-testigo es el de San Martín con el “Negro” Roldán, que de la Liga tucumana lo llevó a Primera.

No se discuten las condiciones de Quiroz. Cuando Unión lo fue a buscar, se fijó simplemente en sus pergaminos: un ascenso con San Martín de San Juan avalaba y justificaba esa búsqueda. Nadie discute que Unión, con Quiroz, buscó un técnico para ascender de inmediato a sabiendas de que esa Promoción perdida con los jujeños iba a poner a la institución —y a sus dirigentes— en la obligación de ponerse como objetivo exclusivo el ascenso.

Quiroz cometió errores, perdió partidos jugando muy mal y en ningún momento tuvo una regularidad sostenida suficientemente en el tiempo como para pensar en que la concreción del objetivo es posible. Aun así, la dirigencia lo bancó. Dicen que hubo una reunión en la que sólo uno de los dirigentes sostuvo que su ciclo estaba terminado, después de las pobrísimas actuaciones ante All Boys y Aldosivi en los últimos dos partidos del año pasado. El arranque de este 2009 fue promisorio, pero después entró en un subibaja que lo está dejando igual o más lejos de la Promoción.

Pero lo que complica a Quiroz no sólo está adentro de la cancha, sino afuera. Contra Los Andes se puso, él solo, un plazo. “Si no le gano a Platense, me voy”, dijo. Después, se echó atrás, pero siempre dejando la sensación de que todo lo que decía tenía como destinatario a los dirigentes: “No voy a dejar en banda a los jugadores que traje, porque no cobraron un peso desde que llegaron”, señaló, entre otras cosas.

Con lo del viernes, Quiroz llegó a un extremo que, desde esta humilde óptica, se torna ya intolerable. Su ataque contra la dirigencia fue tan directo como virulento, esquivó responsabilidades que son directas, lo hizo en el marco de una derrota, les mojó la oreja. No sé, a ciencia cierta, si esto que dijo Quiroz alguna vez lo planteó directamente con la dirigencia. Igualmente, aparece como un motivo suficiente para que los dirigentes piensen, evalúen y hasta traten —se dice que lo harán— la conveniencia de que siga o no al frente del equipo.

Matemáticamente, Unión tiene chances. Pero convengamos que, hasta ahora, el proceso es negativo, inconsistente, conflictivo (recordar aquello que ocurrió con Guerra y De la Fuente), más las continuas expulsiones, más la irregularidad, más estas declaraciones que resquebrajan, evidentemente, las relaciones. Muchos opinan que el ciclo se cumplió. Y algunos miden lo que económicamente le puede costar al club y por eso no se animan a tomar una determinación. Hoy Unión debe corregir el rumbo —está a tiempo—, unirse más que nunca y reaccionar. Y uno observa que esto, con Quiroz, se hace prácticamente imposible.

¿Se acabó el ciclo de Teté?

A viva voz, Teté Quiroz prendió el ventilador contra la dirigencia. La mayoría opina que es motivo suficiente para dar por concluido el ciclo.

Foto: Mauricio Garín

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LA CLAVE

¿Alguien de la casa?

En el pensamiento de varios dirigentes, está la idea de buscar a alguien que tenga vinculación con la institución, en el pasado. Si se resuelve la salida de Quiroz, se saldría a buscar gente con conocimiento del club. Y con personalidad. Algunos piensan en el Turco Alí como una forma de acercarse a Pumpido (podría recibir un ofrecimiento para dirigir a Argentinos si es que se va Vivas), otros en el Lito Bottaniz (con contrato en Liga de Quito hasta 2012). También circularon los nombres de Roberto Pasucci (vinculado a Boca en el reclutamiento de jugadores) y de Roberto Trotta. De todos modos, lo primero que se debe resolver es lo atinente a Quiroz. Y hoy se podría llevar a cabo una reunión decisiva.

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EL DATO

BRILLANTE.

La nadadora de Unión, María Eugenia Grassi, consiguió cuatro medallas doradas en el Sudamericano Juvenil de natación.