Culpa, autocastigo y solidaridad

Laura Osti

“Siete almas” es una historia sencilla narrada de manera complicada, para entretener al espectador que se ve arrojado a un discurso desconcertante sin saber a qué atenerse, hasta muy avanzado el film.

El personaje central, Ben Thomas (Will Smith), se nos presenta de manera agresiva, humillando y maltratando telefónicamente a un vendedor de productos cárnicos ciego y extremadamente cortés y educado, Ezra (Woody Harrelson), quien soporta estoicamente todas las agresiones, sin perder su compostura ni su amabilidad.

Después, el mismo personaje protagónico irá recorriendo sucesivamente distintos escenarios en donde parece acosar a gente necesitada y enferma, proponiendo alivio a sus deudas con el fisco, mediante supuestos créditos. El espectador piensa que está ante un desgraciado de aquéllos, un verdugo, un cruel oportunista insensible al sufrimiento humano, un buitre... en fin, todo eso hace pensar un malhumorado y frío Will Smith, siempre trajeado y con un maletín y un celular en cada mano, merodeando por hospitales y domicilios de gente sufriente.

Hasta que se encuentra con la joven Emily (Rosario Dawson), muy enferma del corazón y en espera de un transplante, quien con su belleza y fragilidad va desarmando la rígida armadura de Ben, que a lo largo del film, mediante algunos flashbacks y con un poco de ejercicio de adivinación de nuestra parte, irá despejando los interrogantes que su misterioso comportamiento abre permanentemente.

Por supuesto que todo eso estará plagado de más situaciones confusas o susceptibles de varias interpretaciones, porque ése es el juego.

En definitiva, se trata de una persona atormentada por recuerdos dolorosos, trágicos, en los que se destaca la muerte de siete personas que lo llena de culpas y de deseos de redención. Así, muy avanzado el film, se descubre que no es un verdugo, en realidad es un benefactor solitario que recorre un camino de expiación como un gesto desesperado por aliviar su conciencia mortificada y desconsolada.

El relato, construido como un rompecabezas psicológico, tendrá un clímax al final, en donde confluyen la incipiente historia de amor entre Ben y Emily y el sorprendente desenlace, cuando el joven decide dar por concluido su raid filantrópico, en un último gesto tan trágico como espectacular.

En el subtexto del guión, se pone en evidencia la intencionalidad de resaltar las conductas solidarias y una actitud de respeto hacia la naturaleza y de amabilidad para con los más débiles.

No es una gran película ni mucho menos, pero entretiene y también emociona, con un mensaje optimista que invita a reflexionar sobre cómo puede uno hacer para sobreponerse al dolor y a la adversidad, con la ayuda de los demás.

Culpa, autocastigo y solidaridad

Rosario Dawson y Will Smith, protagonistas de “Siete almas”, dirigida por Gabrielle Muccino.

Foto: Télam

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BUENA

Siete almas

“Seven pounds”, USA, 2008, drama. Dirección: Gabriele Muccino. Guión: Grant Nieporte. Interpretación: Will Smith, Rosario Dawson, Woody Harrelson, Michael Ealy, Barry Pepper, Elpidia Carrillo y otros. Producción: Steve Tisch, Will Smith, Todd Black, James Lassiter y Jason Blumenthal. Música: Angelo Milli. Fotografía: Philippe Le Sourd. Duración: 123 min.