El peligro de los adolescentes al volante

Durante el pasado fin de semana, las calles y rutas de la región volvieron a convertirse en el crudo escenario de accidentes de tránsito que provocaron la muerte de personas jóvenes. La situación no es nueva, pero ni siquiera las dramáticas noticias vinculadas con pérdidas de vidas humanas parecen lograr que muchos aprendan la lección y valoren la necesidad de respetar las reglas al conducir.

“¡Pobre Patria mía!”

Panfleto sobre la insensatez y la deshonestidad en la Argentina

Un panfleto es un libelo o un opúsculo de carácter virulento, y Marcos Aguinis define así al género en el que se inscribe su último libro “¡Pobre Patria mía!”. El estupor, el enojo, el hartazgo, la cólera parecen ser los sentimientos inspiradores, pero el discurso es racional, justo, sensato, y la furia no es más que la reacción ante tantos despropósitos propinados desde el poder a la pobre nación Argentina de los últimos tiempos: los despropósitos políticos, los despropósitos fiscales que ahorcan a los ciudadanos (mientras los privilegiados del poder no rinden cuentas de nada), la educación (donde sólo prima la demagogia y el facilismo, la ausencia de evaluación estricta, la ausencia de autoridad, la incapacidad), la estimulación a que crezcan las villas miserias en los lugares donde el oficialismo recauda menos votos...

Al margen de la crónica

Como el perro del hortelano

Estupor e indignación ha provocado entre los santafesinos la decisión del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias de ordenar al municipio que detenga las obras de reparación de la vieja Estación Belgrano. Una cuestión-...

Victoria Ocampo

En mi casa se hablaba de ella con mucho respeto. Nadie debe sorprenderse. En aquellos años, en la casa de los maestros se hablaba de escritores y poetas como hoy se habla de partidos de fútbol y cumbia villera. La otra persona que me relacionó con ella fue Angelita Romera Vera, mi querida y brillante profesora de Sociología. Angelita había sido su amiga, o por lo menos su compañera de militancia feminista. Angelita ponderaba su inteligencia, su distinción, su lucidez. Una sola crítica se permitía hacerle: tenía los pies muy grandes. Algún defecto debía tener, decía Angelita con su sonrisa traviesa.