Recomendaciones empíricas para el Departamento 9 de Julio

Un mejor manejo nos permite incrementar calidad y cantidad

Años de trabajo ganadero le permiten al autor de la nota deslizar consejos útiles para optimizar el trabajo. Para lograrlo, claro, se necesita volcar la pasión por las vacas a la tarea cotidiana.

Rubén Rostagno

Productor ganadero

El objetivo es aumentar en un 5 % anual la cantidad de terneros que se producen con la misma cantidad y calidad de vientres actuales. Además, es posible aumentar la calidad de la producción, incrementando la cantidad de kilos por animal, a la edad de destete, por lo menos en un 10 %.

Estamos en un escenario caracterizado por un manejo inadecuado del rodeo, en cuanto al cruzamiento de razas y el control sanitario de los terneros, el cual impacta en cantidad de kilos que se obtiene por ternero en su destete.

Actualmente aún existen en el país aproximadamente unos 18 millones de vientres en forma permanente. Incrementando sólo en un 5 % la parición, se estarían sumando x casi 1 millón de terneros adicionales cada año.

De ese millón, el 50 % (500 mil terneras) se destinarían a convertirse en futuros vientres, resultando en el término de menos de cuatro años un adicional de 300 mil nuevos terneros que de otra manera nunca hubieran existido.

El otro 50 % (500 mil terneros machos) se destinarían a engorde, aumentando antes de los tres años (con 500 Kg. de peso c/u) aumentando la producción de carne.

Ambas situaciones mostrarán crecimientos exponenciales, con lo cual estos números se incrementarán año a año, conforme se sostengan estas políticas.

Implementación sanitaria y reproductiva

Es posible organizar el control sanitario de brucelosis y tuberculosis en los vientres con vacunaciones obligatorias; realizar los análisis correspondientes a los toros reproductores para evitar el espectro de enfermedades que impacten su fertilidad.

Establecer un cronograma ordenado de servicio para estabilizar la parición, definiendo períodos de servicio y de parición.

Dar servicio o inseminación a partir del 1 de septiembre hasta -como máximo- el 15 de enero del año siguiente. De esta manera, el último ternero nacerá no más allá del 30 de octubre, dando así la posibilidad de mover el rodeo un mes después (30/11), cuando los terneros ya tengan un mes de vida, y estén en condiciones de soportar las temperaturas de la época y el trajín de los movimientos.

Al alcanzar una cantidad de vacas con cría razonable para la superficie que se dispone de terneros, separar las vacas con crías macho de las vacas con crías hembra.

Asignar los mejores potreros a las vacas con crías macho a los fines de obtener la mayor cantidad de kilos en terneros macho al momento del destete y la posterior venta.

Las vacas con crías hembra, se pueden asignar a potreros de menor calidad de pasturas, dado que no es necesario obtener un rendimiento en kilos tan significativo, por cuanto las mismas serán destinadas a convertirse en futuros vientres.

Por más producción

En los terneros macho, reservar un potrero o área especial para que a los 3 meses de edad los mismos sean desparasitados y reasignados a los potreros de mejores pasturas con el fin que la vaca madre produzca más leche y sus terneros, alimentarse con los mejores pastos hasta los seis meses (que es el tiempo ideal estimado para su venta).

Es muy importante llevar a cabo la venta del ternero al pie de la madre, es decir destetándolo el mismo día de su venta. Las crías hembra serán destetadas a los 6 meses de vida, destinándose a futuros vientres.

Habiendo nacido el último ternero, para el 30 de octubre, para el 15 de mayo tendrán 6 meses y medio de edad, y deberán terminar de destetarse totalmente. Así se le está dando la posibilidad a la vaca de quedar sola para que se realice el tacto, teniendo en cuenta que la última vaca se sirvió el 15 de enero, habiendo transcurrido 120 días, tiempo que permite llevar a cabo un trabajo de tacto adecuado.

Una vez realizado el tacto, se determina la cantidad de vacas vacías (no preñadas) las que se destinarán entonces a su posterior engorde y venta.

Antes de ser asignadas a un potrero reservado con buena pastura para un adecuado engorde, se deberán reservar de las vacas un porcentaje aproximado de 15 a un 20 % seleccionando las mejores para un segundo intento de servicio a futuro cuando llegue la fecha antes indicada para este nuevo año (15 de septiembre).

Vacas seleccionadas

Existieron casos en que un rodeo de vacas vacías seleccionadas (por ser las mejores del grupo vacías y nuevas) expuestas a servicio por 60 días con el 5 % de los toros ( 5 toros cada 100 vacas) arrojaron un resultado de preñez exitosa de un 98 %, siendo que en el intento anterior habían resuelto vacías. Haberlas descartado por ese intento fallido resultó ser un error imperdonable.

Durante el período de parición (de 5 meses) recorrer diariamente el criadero a los efectos de detectar cada nacimiento castrando “in situ” a cada ternero macho recién nacido y desparasitándolo para evitar posteriores infecciones principalmente en la región del ombligo.

A los 2 meses de vida de los nuevos terneros aplicar las vacunas correspondientes (triple, etc.) que recomiende el profesional veterinario para el caso.

Es recomendable suministrar 1cm. de cobre a cada nuevo ternero, colaborando así con su aspecto y presencia.

Teniendo vientres elegidos por su conformación (no por su pelaje) y que tengan al menos 1/4 sangre sebú, y asignándole para su servicio toros de buena calidad destetando el ternero a los 6 meses o 6 meses y medio de vida, se puede llegar a conseguir hasta 200 kg. de peso por ternero.

En cuanto al manejo de los toros, echar todos juntos al servicio en el porcentaje que se estime necesario en cada caso.

En rodeos de hasta 150 vientres, se obtuvieron servicios asignando, por ejemplo, un 3 % de los toros (aprox.5 toros). En rodeos de 250 a 300 vientres, asignando un 5% de toros (de 10 a 15 toros).

Claro está que no es la cantidad de toros las que asegura los mejores porcentajes de preñez, sino el adecuado manejo del rodeo y la menor superficie de campo posible destinada al efecto.

En ciertos casos, esto implica mayores cantidades de potreros y sus consiguientes aguadas, es decir lleva a subdividir los campos apuntando a esa mejora en las tasas de rendimiento.

Para mejorar la calidad

Al cumplir 2 años y medio las vaquillonas de marca líquida (propia) una vez seleccionado el rechazo correspondiente se recomienda no darle servicio con toros, sino mediante inseminación. Al estar sola la vaquillona, permite un mejor manejo de las mismas. De este modo, incorporando anualmente un 25 % de vaquillas para reponer las vacas vacías vendidas, en cuatro años se renovará totalmente el plantel. Se obtendrán con muy poca diferencia de costo, utilizando pastillas de toros premiados terneros de alta calidad.

Menos toros, más terneros

Para dar servicio con la menor cantidad de toros posible, dentro de los factible, subdividir la superficie del campo en la mayor cantidad de potreros que resulte lógico, de acuerdo a cada explotación. De esta manera, con menos porcentaje de toros, se obtienen las mismas cantidades de terneros, optimizando la producción.

Es recomendable que los rodeos no superen la cantidad de 200/250 animales, de manera de permitir su manejo completo en una jornada para las diferentes operatoria que deban realizarse con ellos demorando lo menos posible su encierro.

Es posible aumentar la calidad de la producción, incrementando la cantidad de kilos por animal, a la edad de destete, por lo menos en un 10 %

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el dato

Papel del Estado

Es recomendable que en campos de menos de 200 cabezas deba ser el Estado quien afronte los costos de las vacunas y de los servicios profesionales. A una mayor producción, mayor recaudación impositiva, mayor cantidad de cortes para consumo interno, generando un círculo virtuoso que se retroalimenta a sí mismo.

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Para el autor, es muy importante llevar a cabo la venta del ternero al pie de la madre, destetándolo el mismo día de su venta.

foto: archivo

día 1

Manejo del destete Una vez destetados los terneros es aconsejable llevar los vientres (madres) los más lejos posible de ellos, para su pronta adaptación.

día 2

Los terneros destetados deberán estar dos días en un corral pequeño (adecuado a la cantidad) sólo con suministro de agua (sin alimentos).

día 3

se moverán a comer a un potrero o corral pequeño cuidándolos por el término de de 2 horas, 2 veces al día, (mañana y tarde), tiempo necesario para que dejen de comer y tiendan a caminar. En ese punto regresarlos al corral anterior siempre suministrándole agua.

día 4

moverlos a caminar mayores trayectos, manteniéndolos juntos, rodeados y contenidos, volviéndolos luego al corral.

día 5

moverlos a un pequeño potrero con pasturas, dejándolos 1 o 2 días para su progresiva ambientación.

Al notar que ya se encuentran tranquilos, se podrán asignar a potreros definitivos, de mayores superficies, recomendándose compartirlos con animales guía o señuelos, que puedan guiarlos hasta las ubicaciones de las aguadas.