Los primeros 100 días de Barack Obama en el gobierno de Estados Unidos

Entre crisis y cambios de rumbo

Su primer objetivo ha sido cambiar la imagen de su país en el mundo y revertir su grave situación económica.

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AFP-EFE-Télam

Barack Obama cumple hoy 100 días en la presidencia de Estados Unidos, un agitado período en el que impulsó una intervención estatal sin precedentes para paliar la crisis económica de su país y una apertura hacia naciones con gobiernos rivales, como Cuba.

Obama, primer presidente negro de Estados Unidos, que durante la campaña presidencial hizo hincapié en la necesidad de cambiar la imagen de su país en el mundo, impulsó importantes cambios de rumbo respecto a su antecesor, el republicano George W. Bush, desde su llegada al poder, el 20 de enero.

En lo que fue su primer volantazo, a dos días de haber asumido, el entonces flamante mandatario decretó el cierre, en el término de un año, de la cárcel de Guantánamo para sospechosos de terrorismo, una prisión que generaba polémica tanto dentro de Estados Unidos como en el seno de la comunidad internacional.

Por este camino de humanizar la “lucha contra el terrorismo” y hacerla cumplir con la ley internacional, Obama difundió este mes memorandos de la administración Bush que autorizaban métodos violentos en interrogatorios, desatando un gran debate en el país sobre si juzgar o no a los funcionarios que los ordenaron.

Aunque el presidente dijo que los agentes que cumplieron con las órdenes no serán procesados, sí dejó la puerta abierta para enjuiciar a los abogados federales que redactaron los memorandos.

Otro de los cambios en política internacional impulsado por Obama fue el anuncio, junto a su par ruso, Dimitri Medvedev, del inicio de negociaciones para un nuevo tratado estratégico de control de armas entre ambos países.

“Obama ha extendido la mano a otros países, no tiene la actitud de un Estados Unidos “sabelotodo’”, sostuvo el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Loyola, en Nueva Orleans, Mauricio Brunghardt.

Las promesas de su intención de abrir el diálogo con aliados y rivales tuvieron su máxima expresión el 13 de abril, cuando Obama anunció el permiso a los cubano-estadounidenses para realizar transferencias de dinero y visitas a parientes en Cuba sin las limitaciones impuestas por Bush y gobiernos anteriores.

Durante la Cumbre de las Américas (del 17 al 19 del corriente) sostuvo que Estados Unidos “busca un nuevo comienzo en las relaciones con Cuba” y hasta se dio la mano afectuosamente con el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien había calificado a Bush como “diablo” y al propio Obama como “ignorante”.

En este sentido, Brunghardt afirmó que “Obama no está ideológicamente cerrado como la administración Bush. Hay un mejoramiento en las relaciones con América Latina”.

Bush había endurecido en 2001 las medidas en las relaciones entre Washington y Cuba, país sobre el cual continúa pesando el bloqueo norteamericano.

No todas buenas

Sin embargo, no todas fueron buenas para Obama en el terreno internacional, sobre todo si se tiene en cuenta la renuncia a las negociaciones de Corea del Norte para su desarme nuclear y el lanzamiento de un misil de largo alcance, aunque, según informó Pyongyang, fue dirigido al espacio transportando un satélite.

Además, el 20 de enero, fecha del año nuevo persa, Obama envió un mensaje televisivo a Irán, con el cual Estados Unidos rompió vínculos diplomáticos hace 30 años, en el que lo llamó a iniciar una nueva era de concordia en sus relaciones.

Teherán vio el mensaje con buenos ojos, aunque se mantuvo cauto en su respuesta y pidió “hechos y no palabras”.

Esta tirante relación tuvo un nuevo capítulo en la Conferencia contra el Racismo organizada por la ONU, donde el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, calificó de racista al gobierno de Israel, fiel aliado de Washington.

Ahmadinejad también criticó a Obama por el hecho de que Estados Unidos decidió no asistir a la conferencia.

Obama también encaró la situación en Irak y Afganistán, y tal cual dijo durante su campaña, anunció un calendario de retiro de tropas para el país árabe y el envío de más efectivos al frente afgano.

Sin embargo, el plan para Irak no colmó las expectativas de críticos que querían ver una retirada total inmediata, en vez de un repliegue parcial de aquí a fines de 2011.

Tampoco satisfizo a todos la estrategia de enviar 4.000 soldados más a Afganistán, un país que enfrenta una creciente violencia. Además, en este punto tampoco recibió gran apoyo de los aliados de la Otan, quienes colaborarán sólo con 5.000 soldados.

“Destellos de esperanza”

El 10 de abril, dos meses después de ganar su primera batalla en el Congreso para la aprobación del paquete de estímulo económico de 787.000 millones de dólares, Obama declaró que la economía de Estados Unidos muestra “destellos de esperanza”.

Brunghardt opinó que el titular de la Casa Blanca “trató de intervenir en la economía para prevenir una caída total. Ha calmado a los mercados”, aunque aclaró que “en algunos años se verá si da resultados buenos o no”.

Con el objetivo de encontrar una salida global a la crisis, el mandatario acudió a la cumbre del G-20 en Londres a principios de mes, donde los líderes asistentes acordaron rescatar a países en desarrollo, estimular el comercio mundial y fijar regulaciones más estrictas de los mercados y prácticas financieras.

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ADEMÁS

Fuerte apoyo

Obama cuenta con un apoyo de entre el 63% y el 68%, según encuestas difundidas esta semana por los diarios The Washington Post y New York Times, respectivamente, un 10% más que Bush a la misma altura de su gobierno. Pero el índice de aprobación de Obama se encuentra por debajo del que gozaba John F. Kennedy -ganador del récord, con un 83%- o Dwight Eisenhower, con el 72%.

Un 58% de los ciudadanos aprueba las acciones del presidente contra un 30% en contra, según un estudio de la Universidad Quinnipiac publicado hoy, que revela que los jóvenes, las mujeres, los negros y los menos ricos son los primeros en apoyarlo.

Obama registra su nivel más alto de tasa de satisfacción entre los negros, que lo apoyan en un 93%, 40 puntos por encima de la aprobación que recibe entre los blancos, aunque de todas maneras el estudio muestra que la aprobación del mandatario aumentó 10 puntos entre el electorado blanco desde su elección.

Entre crisis y cambios de rumbo

Barack Obama, el primer presidente negro en la historia de EE.UU., sigue enfrentando enormes desafíos para su gestión.

Foto: AGENCIA AFP