Emilia Moulins estuvo en la zona de riesgo

Es santafesina, llegó de México y

dice que en Ezeiza nadie la controló

Lo que empezó como un intercambio universitario terminó en una salida urgente del país asechado por la fiebre porcina. Fue el penúltimo vuelo desde México a Ezeiza.

De la Redacción de El Litoral

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Emilia Moulins arribó al aeropuerto internacional de Ezeiza ayer a las 9 de la mañana en un vuelo proveniente del DF mexicano. A las pocas horas ya estaba en su casa en Santa Fe para la tranquilidad de toda su familia.

La joven santafesina de 22 años partió a Tabasco con el objetivo de cursar un semestre de la carrera de Sociología, pero el último lunes la institución suspendió el dictado de clases hasta nuevo aviso debido a la alerta lanzada desde el gobierno mexicano por a la fiebre porcina.

“Decidí volverme como una medida de seguridad personal y porque por más que en Tabasco no había casos, la gente ya estaba tomando recaudos como cerrar comercios y se quedaban en sus casas”, explicó Emilia sobre su partida.

Tabasco es un Estado de 2 millones y medio de habitantes, ubicado al sureste del país a 45 minutos de Chiapas; hasta el momento no se habían registrado casos del virus.

“Hasta la semana pasada lo peor ocurría en el DF y el gobierno no decía mucho, sólo que tengan precauciones quienes viajaban dentro del país”, señaló Emilia sobre los primeros días de la expansión del virus. El quiebre se produjo el lunes cuando se decreta el alerta “porque en Chiapas se decía que había ocho muertos por la gripe”. En ese momento, comenzaron las órdenes de cuidado extremo en el centro y sur del país, explicó la joven.

Mucho miedo

El temor de Emilia, según dijo, no era contraer la enfermedad, sino que cerraran las fronteras mexicanas y no poder volver a Santa Fe. “Mi vuelo fue el penúltimo que dejaron arribar en Ezeiza proveniente de México”, aclaró la joven como justificativo de su miedo.

El avión en el que venía hizo escala en Lima, Perú, donde les tomaron la temperatura y les hicieron un cuestionario a los pasajeros para detectar posibles síntomas de la gripe. Allí quedó internada otra argentina proveniente de México que ya estaba enferma (ver nota aparte).

“Ella viajó en el avión que salió después del mío pero yo no tuve contacto, supongo que compartí aeropuerto en algún momento, pero nada más”, aclaró Emilia.

Pero la mayor sorpresa la tuvo al llegar a Ezeiza donde, a pesar de las medidas a nivel mundial por el flagelo, nadie controló a los pasajeros provenientes de México. “En Ezeiza, nadie se acercó a preguntarme nada, ni si quería hacerme algún estudio o a decirme que precauciones tomar u ordenar según un protocolo de llegada y cómo me tenía que comportar después”.

Con ella llegaron varios mexicanos y juntos viajaron, en un micro, hasta la ciudad de Rosario. Ninguno de ellos tuvo control en Ezeiza.

Ya en Santa Fe, la joven concurrió por decisión propia al hospital José María Cullen, pero le informaron que no había ningún control que hacerle si no presentaba algún síntoma que indique enfermedad. Y, afortunadamente, no los tiene.

Es santafesina, llegó de México y  dice que en Ezeiza nadie la controló

La joven arribó por fin a Santa Fe, donde encontró tranquilidad luego de varios días de riesgo y muchas horas de viaje.

Foto: Alejandro Villar

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Dada de alta

La paciente internada en el hospital Cullen como caso sospechoso de gripe porcina fue dada de alta en las últimas horas, mientras se aguarda el resultado definitivo de los análisis de laboratorio para confirmar o desechar la enfermedad. Mientras tanto, un joven de 28 años continúa internado en un hospital rosarino, pero tampoco existía hasta hoy confirmación definitiva.