Mañana se cerrará la venta de Ignacio Canuto y llegará el dinero...

Si todos ponen buena voluntad, el lantel viaja a jugar en Tucumán

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De la Fuente, Pedro Suárez, Ojeda y Yacob, cuatro de los que serían de la partida en el viaje a Tucumán para enfrentar el jueves a Atlético.

Foto: Pablo Aguirre

Los dirigentes ofrecieron pagar lo que se debe de enero y la mitad de febrero. El plantel quiere, al menos, que se complete febrero.

Enrique Cruz (h)

Los dirigentes que se encuentran al frente del fútbol de Unión (Donna, Rodríguez Peragallo, Bertone, Piazza y Fessia) acercaron en la víspera un ofrecimiento a los jugadores: levantar los cheques rechazados que completaban el pago de los sueldos de enero y abonar la mitad del mes de febrero.

¿Con qué dinero? Con algo que se pudo juntar en los próximos días y un adelanto que se habría recibido de la operación que se concretará en la víspera: la transferencia de un porcentaje del pase de Canuto a Argentinos Juniors.

La respuesta de los jugadores fue negativa, en un principio, aunque se pidió que se pagase la totalidad de febrero (recordemos que también marzo es exigible, aunque no así abril) para decidir el viaje a Tucumán con el objetivo de afrontar el encuentro de pasado mañana ante Atlético.

Hoy por la mañana estuvo presente en el entrenamiento el secretario del club, César Donna, quien señaló a los jugadores que la posibilidad de pagar la totalidad de febrero y no la mitad está latente, aunque eso recién se podrá saber con certeza en el día de mañana, que es el momento establecido para reunirse con la dirigencia de Argentinos y cerrar el acuerdo.

La presunción de casi todo el mundillo futbolero rojiblanco es que, finalmente, el plantel viajará. De todos modos, no se puede asegurar con certeza que sea en las condiciones pretendidas por los jugadores, quienes, evidentemente, tendrán que hacer un esfuerzo más —de “aguante”— para decidirse a viajar confiando en que la palabra de los dirigentes se cumplirá a la brevedad.

¿Cómo se vende?

A todo esto, la situación de Unión en lo económico se complica por el momento delicado que atraviesa el país futbolero por la crisis global.

Argentinos no tiene los 450.000 dólares que están estipulados en el contrato. Ni por asomo. Pero su presidente recibe presiones de todos los sectores para acordar la incorporación de Canuto, ya que no tiene en este momento absolutamente nada del jugador (el 50 por ciento es de Unión y el resto, de un grupo empresario).

Hoy, Ignacio Canuto es un jugador cotizado, titular, figura y goleador del equipo de Vivas y, para colmo, convocado por Maradona para la selección local que disputará el amistoso del 20 de mayo en Santa Fe. Casi nada. Y todo esto le acarrea, a Luis Segura, la “obligación” de adquirir el porcentaje que tiene Unión.

Argentinos hizo una contrapropuesta que consiste en el pago de 205.000 dólares limpios a Unión (se hace cargo el equipo de La Paternal de todos los otros porcentajes e impuestos) por un 40 por ciento, con lo cual la entidad santafesina se queda con el 10 por ciento de la propiedad de su pase.

¿Qué hizo Unión? Elevó otra contrapropuesta para aumentar en algo el ingreso o el porcentaje. La idea es cerrar el pase y por eso se habla de mañana como del “Día D” para el cierre de la gestión. Hoy, 205.000 dólares —o lo que en mayor número se pueda conseguir— implican para Unión un ingreso de más de 750.000 pesos que, por ejemplo, representan casi tres meses de sueldo del plantel profesional, por hacer sólo una comparación con lo que debe pagar el club de deuda inmediata.

La sensación es que la historia se repite. La venta de Canuto servirá para salir del paso, para hacer frente al momento y acomodar los “tantos” en lo económico. Nada más. Esto pasó casi siempre en Unión en estos últimos tiempos. Pero la realidad puede más que cualquier declaratoria de buenas intenciones, las que no se duda que tuvo esta dirigencia desde el momento en que dijeron que no a las ofertas de rebaja considerable que le hizo Argentinos, a principios de año, para adquirir en ese momento el porcentaje del jugador, más allá de las urgencias económicas que ya por aquel entonces existían.

¿Qué más?

Con este panorama, que es complicado, Unión abre sus oídos a los ofrecimientos que puedan llegar. Y en tal sentido, sigue en pie el deseo de un grupo empresario de adquirir un porcentaje de “Tarrito” Pérez, aunque no es seguro que sea, como desde Buenos Aires se señaló, para que juegue en Boca.

Sin dudas, Unión está necesitando con urgencia de dinero. Y, si bien muchos creen que puede haber problemas ahora porque los jugadores están en condiciones de solicitar la libertad de acción, se sabe también que luego llega el tiempo de las inhibiciones y los inconvenientes para el armado del nuevo equipo. O sea que, ahora o dentro de dos meses, los problemas igual llegarán.

De todos modos, lo más grave sigue siendo (más allá de la virtual eliminación y del consecuente fracaso deportivo, aparte de esto que se acaba de explicar de lo económico) la parte institucional, donde en la reunión de mesa directiva de anoche se siguió hablando en los mismos términos de siempre: la división del presidente Decoud, por un lado, y el resto, por el otro.

La idea de Decoud es la de convocar a una reunión informativa de socios para el viernes. En la intimidad, el presidente sabe que así no se puede seguir y habría señalado: “Haré lo que los socios me pidan”. Hoy, el hincha de Unión está al rojo vivo con todo lo que está pasando en el club y sin dudas de que esta comisión directiva, en general, perdió credibilidad.

Algunos sostienen que hay posibilidades de recuperación y bregarán por ello, siempre en la medida en que se produzca el alejamiento del presidente. A todo esto, Decoud pretende sumar esfuerzos, pero las soluciones cuestan en llegar y la convivencia se hizo imposible por los evidentes problemas interpersonales que dividen a esta comisión.

Si se pide que el socio responda, la respuesta se cae de maduro. El tema es que hoy Unión no tiene síndicos (ambos han renunciado), razón por la cual, si se produce el alejamiento masivo de la comisión directiva, el club quedaría acéfalo y no habría otra salida más que la intervención de Personas Jurídicas. Unión no puede ni debe llegar a esta instancia.

 

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¿Juega? Lucas Alessandria está a las órdenes del “Titi” Catinot, aunque no se sabe todavía si será o no de la partida. En caso de viajar con profesionales, Catinot decidirá si mantiene a Fontana-Suárez o se decide por Alessandria para jugar en la zaga.

Foto: Mauricio Garín

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ADEMÁS

Todo bien en Atlético

Por la zona de Sionista, donde Atlético trabajó ayer, se vivieron momentos de máxima concentración y de felicidad. Todos, cada uno de los integrantes del barco comandado por Rivoira, comenzaron a prepararse para el cotejo del jueves.

La actividad, para los 18 que viajaron a Comodoro Rivadavia, fue exclusivamente física. El resto, en tanto, despuntó el vicio por el deporte en un ejercicio de fútbol reducido, del cual participó Josemir Lujambio, quien ya se recuperó de una contractura.

Andrés Bressán, por su parte, hizo trabajos diferenciados y es posible que no llegue en condiciones al jueves. El que sí regresará al 11 titular será Longo, por Dematei.

El jueves habrá un lleno total en el estadio del Decano, donde la última vez que jugó en Unión, en 1996, cayó vencido por 1 a 0. Fue el año del ascenso, de la mano de Carlos Trullet.