Al margen de la crónica

Fue el equipo de todos

De Federico hizo el primer gol. Y en el campo, el equipo de Maradona fue el equipo de todos... De Federico, de Juan, de Pedro, de Carlitos y de Diego, claro está. Por primera vez en la historia, una Selección Argentina de fútbol pisó suelo santafesino para jugar un partido internacional oficial.

Y es por eso que este 20 de mayo de 2009 quedará guardado en roble para el fútbol de Santa Fe. “Me impactó ver el estadio con tanta gente y el colorido celeste y blanco. Te felicito”, le dijo Julio Humberto Grondona al presidente de Colón, Germán Lerche.

Fue la fiesta de Santa Fe. En la cancha de Colón, sí; pero sin hacer flamear las banderas de un folclore que —esta vez— no era necesario. Con el claro ejemplo de las dos dirigencias sentadas en la misma mesa. Y hasta con gestos como los de Nery Alberto Pumpido —campeón del mundo en México “86 y amigo de Maradona—, máximo referente de Unión, que se instaló en los palcos del Cementerio de los Elefantes para reencontrarse con viejos amigos: Carlos Bilardo, el “Gringo” Giusti, el “Cabezón” Ruggeri. ¡Cuánta gloria, junta!

El estadio, impecable. La gente, de diez para el “10” más grande de todos los tiempos. Los ojos del país (fundamentalmente de Rosario) estaban posados en el estadio Brigadier López. Porque después de mucho tiempo, la Selección Argentina volvía al interior y esta vez, Dios decidió mudar sus oficinas a Santa Fe.

Nada de Colón ni de Unión. Todo de Santa Fe y de Argentina. Como tenía que ser, como finalmente fue. “No esperábamos tanta gente, sabemos que acá no está Messi”, dijo el pibito De Federico. Unas 23.000 personas le dieron calor y color a la Selección. Incluso, desafiando la falta de sensibilidad en el precio de las plateas y los palcos. Santa Fe aprobó el examen. El equipo de todos también.