Estatizaciones en Venezuela

El gobierno conforme con

las explicaciones de Chávez

El mandatario dijo que su presunto compromiso de no afectar intereses brasileños en su país era “una broma”. Cristina le había pedido explicaciones, tras la tensión generada por el caso Techint. Culpan a los medios.

Horacio Serafini/Redacción El Litoral

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CMI/DyN

El gobierno nacional dio por superado el principio de cortocircuito político con Venezuela después que Caracas, a pedido de la presidenta Cristina Fernández, desmintiera la seriedad de una afirmación de su par Hugo Chávez supuestamente discriminatoria contra las empresas argentinas con inversiones en ese país.

“(Fue) un comentario en tono de broma”, aseguró un comunicado de la Cancillería de Venezuela sobre la afirmación que el martes Chávez le hizo en una reunión privada a su par brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, cuando le dijo que “estamos nacionalizando el país, menos a las empresas de Brasil”.

El comentario se produjo en un especial momento político, después que las principales centrales empresariales argentinas reaccionaron airadas contra el gobierno de Fernández ante la decisión que el jueves había tomado Chávez de nacionalizar empresas del sector siderúrgico, entre ellas tres en las que el mayor accionista es el Grupo Techint.

Difamación

El comunicado de la Cancillería venezolana inscribió la supuesta seriedad de aquel comentario de Chávez en una “reciente feroz campaña de difamación” de “algunos” medios de comunicación argentinos contra Caracas; ratificó “su respeto y su confianza” por “el pueblo, gobierno y empresarios argentinos”, y garantizó una “justa y pronta” indemnización a Techint por las nacionalizaciones.

La difusión del comunicado se produjo después que la noche del martes la presidenta se comunicó telefónicamente con Chávez para pedirle explicaciones por aquel comentario y sostener que, de haber sido cierto, se estaría ante un “acto de discriminación y discrecionalidad”, dijeron fuentes de la Rosada. Chávez le negó haber hecho ese comentario, por lo que Fernández le solicitó una desmentida pública que se produjo con el comunicado de la Cancillería en el que aseguró que fue hecho “en tono de broma”.

El cortocircuito llevó incluso a la UIA a pedirle al gobierno que revea la decisión de incorporación de Venezuela al Mercosur. Pero ayer el secretario de Integración Económica de la Cancillería, Eduardo Sigal, le salió al cruce a la central empresaria.

“Una decisión de ese tipo iría contra los intereses argentinos”, dijo el funcionario. Recordó que la integración con Venezuela ha permitido que más de 90 por ciento de las exportaciones a ese país sean manufacturas, con beneficio sobre todo para Pymes argentinas.

No sonó como broma

Las afirmaciones que enojaron a la jefa de Estado llegaron a oídos de la prensa brasileña por un “error” de la organización del encuentro entre Chávez y Lula, que repartieron a los periodistas aparatos de traducción simultánea que eran usados en ese momento por los mandatarios en su charla privada, según contó la corresponsal del diario Clarín en Brasil. Esos dichos inmediatamente tomaron estado público a través de los medios de comunicación y fueron mal recibidos por el gobierno de Fernández de Kirchner, que viene siendo objeto de fuertes críticas empresarias y de la oposición por la decisión de Chávez.

Según relata la misma corresponsal en la edición de hoy, el tramo de las conversaciones escuchadas por brasileños, venezolanos y corresponsales extranjeros, reveló un tono en la reunión que distaba mucho de ser jocoso. Chávez recriminó, por ejemplo, las demoras de Petrobras en negociar con la venezolana PDVSA. Fue en esas conversaciones privadas que el presidente de Venezuela se refirió, además, en forma crítica y sin bromear a las últimas nacionalizaciones que involucraron al holding argentino Techint.

Tras calificar como “estratégica” a la nacionalización, Chávez dijo que “esos empresarios argentinos en vez de producir los tubos sin costura en Venezuela, se lo llevaban a México. Llevaban el acero a México y los producían allá. Por eso, decidimos recuperar la empresa. Con las empresas brasileñas no tenemos ese problema”, añadió.

Confusión y aclaraciones

La embajadora en Venezuela, Alicia Castro, reafirmó hoy que el gobierno de Hugo Chávez “no” le anticipó a su par argentino que tenía previsto estatizar las empresas del grupo argentino Techint en el país caribeño. Castro indicó a radio América que hay una “suspicacia que se quiere tender sobre que el gobierno argentino habría estado informado secretamente en Calafate (durante un encuentro entre Chávez y la presidenta Cristina Fernández). Yo he estado allí y no ha habido esta información”.

La embajadora, previamente, durante un reportaje concedido a radio Mitre, y en confusas declaraciones que se prestaron a interpretaciones equívocas, había dicho que hay “tres falsedades” generadas por “la campaña” y, tras una interrupción del periodista que la entrevistaba, continuó: “Una, que el gobierno sabía que esto iba a suceder y se habló en Calafate. Yo estaba ahí. No que el gobierno no avisó al gobierno argentino ni a la embajada ni a la Cancillería” (sic).

Otra de las “falsedades” a las que se refirió la embajadora y que atribuyó a la prensa o a la oposición, es “que los gobiernos son iguales: Argentina no es Venezuela y Venezuela no es Argentina. Tenemos historias diferentes, sociedades diferentes, sistemas políticos diferentes”. Según Castro, esto “es agitado, vapuleado” por “la campaña electoral. Lamento que haya candidatos que se llaman progresistas que estén reivindicando el saqueo y las privatizaciones de (el ex presidente Carlos) Menem”.

/// EL DATO

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Vargas Llosa

Las autoridades venezolanas retuvieron en la víspera el pasaporte del escritor peruano Mario Vargas Llosa, a su llegada al aeropuerto de Caracas. Al pasar los controles, cerca de una hora después, el escritor -reconocido militante del pensamiento liberal- dijo que su equipaje fue revisado “minuciosamente”, y que se le prohibió emitir “declaraciones políticas” durante su estadía en Venezuela. El pasado lunes, Álvaro Vargas Llosa, hijo del escritor, denunció que las autoridades venezolanas retuvieron su pasaporte por cerca de tres horas. Ambos participarán en el coloquio internacional “El desafío latinoamericano: libertad, democracia, propiedad y combate a la pobreza”, que se desarrolla hoy y mañana en Caracas y es criticado por grupos oficialistas.