Fue lanzado el libro “Santa Fe, tierra del agua”

Proyectan alternativas turísticas

sustentables para zonas del norte

La Fundación Hábitat presentó en la Secretaría del Sistema del Turismo el proyecto “Conservación y uso sustentable del bosque nativo y lucha contra la pobreza en comunidades rurales del Chaco santafesino”, financiado por el Fondo para las Américas.

De la Redacción de El Litoral

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Tras un prolongado trabajo realizado en el norte con la finalidad de conservar la biodiversidad y generar al mismo tiempo alternativas turísticas viables, la Fundación Hábitat y Desarrollo y su Grupo de Turismo Sustentable presentó el proyecto: “Conservación y Uso Sustentable del Bosque Nativo y Lucha contra la Pobreza en las Comunidades Rurales del Chaco santafesino”, financiado por el Fondo para las Américas.

A su vez, durante una conferencia de prensa que se realizó en la Secretaría del Sistema de Turismo, Comercio y Servicios, se lanzó también uno de los productos desarrollados dentro del mencionado plan de acción: el libro “Santa Fe, tierra del agua”.

Concretamente, el trabajo de la Fundación se orienta a la búsqueda de incentivos tangibles para conservar la biodiversidad en sintonía con productores ganaderos. El proyecto se plasma en el desarrollo de productos turísticos para el Chaco santafesino y el corredor de la Ruta Provincial Nº 1 junto pobladores locales.

Fernando Ardura, director del proyecto, apuntó que uno de los principales retos de las últimas dos décadas fue analizar estrategias para trasladar las políticas de conservación al seno de las comunidad. “Un desafío fue ver cómo hacíamos conservación en las áreas productivas. El otro es que no podemos hablar de conservación cuando tenemos procesos de incremento de la pobreza que obligan a las comunidades a tratar de sobrevivir”. Por eso, una de las premisas del proyecto es precisamente generar beneficio para las comunidades locales.

“Hay un elemento clave junto a los elementos productivos y es el desarrollo del turismo sustentable”. “En lugar de las tres o cuatro actividades que se desarrollan, podemos armar un compendio de doce o quince actividades económicas que van a diversificar la producción, generar mayor empleo y beneficio para las comunidades locales” apuntó.

El proyecto tiene eco en Francia donde una organización de desarrollo sustentable está generando los primeros grupos que van a visitar el Chaco santafesino y los Bajos Submeridionales. “El compromiso con los productores es que se conserve el hábitat y en función de eso que se desarrolle la visita turística a los campos”, indicó Ardura.

Una de las condiciones es que este desarrollo turístico sea sustentable y no peligren los recursos naturales. “El nuevo perfil del turismo exige sustentabilidad ambiental, cultural y social. Si no hay beneficios para las comunidades locales no vale la pena desarrollarlo” indicó el director.

Iniciativas

Ernesto Gamboa, coordinador del proyecto apuntó por su parte que el trabajo que se realiza en el norte santafesino “lleva más de 7 años”. Tras la presentación del libro “Santa Fe, tierra del agua”, las acciones futuras previstas consisten en comenzar a dotar con infraestructura y herramientas al destino “para ponerlo en valor como realmente lo merece” indicó.

Una de las iniciativas es el desarrollo de una guía de aves “que como recurso le agrega valor a la región, y el otro es el desarrollo de un Centro de Interpretación en Las Gamas”. Esto último, se sustenta en que el desarrollo de una región permite dotar servicios para el turista pero también agregar calidad de vida al poblador. “Este centro va a oficiar como herramienta para la educación dónde se interpreten las cualidades culturales y naturales de la región”, aseguró Gamboa.

Proyectan alternativas turísticas sustentables para zonas del norte

Fernando Ardura, director del proyecto y Ernesto Gamboa, coordinador, dieron a conocer los detalles de la iniciativa junto al director provincial de Turismo, Gustavo Reggiani (centro).

Foto: Guillermo Di Salvatore

/// EL DATO

Cooperación

El Fondo para las Américas nace de un acuerdo que fue suscripto en el año 1993, entre los gobiernos de la República Argentina y de los Estados Unidos. El eje central consiste en fomentar el espíritu de amistad y cooperación entre ambas naciones. En términos concretos, a través de este fondo se concreta el financiamiento de proyectos, siempre y cuando los mismos se ajusten a los objetivos y metas fomentados.