Armó un La Salle imbatible, dirigió a Unión, ascendió a Libertad y ahora lo hizo con Boca Unidos...

El “sapucai Kudelka” hizo gritar a todo Corrientes

Enrique Cruz (h)

Domingo 7 de abril de 2002. Cancha de Boca. El 3-0 a favor de los xeneizes estaba consumado. Los goles de Delgado, Bracamonte y Riquelme habían sellado el partido. Frank Darío Kudelka, entonces coordinador de inferiores, había asumido la conducción del plantel de Unión en reemplazo de Carlos Timoteo Griguol, luego de su efímero y frustrante paso por Unión. En el ascensor desde los palcos a los vestuarios, se producía el siguiente diálogo entre este periodista, enviado especial de El Litoral a la cobertura del partido, y Marcelo Martín, dirigente de Unión.

—¿Qué van a hacer con el técnico, Marcelo?

—Ya está. Hoy vino el “Chulo” Rivoira a la cancha a ver el partido. Arreglamos todo y desde mañana será el nuevo entrenador del equipo.

—¿Se lo comunicarás al plantel?

—Ya mismo estoy bajando para decírselo a los jugadores y, obviamente, se lo informaremos a Darío, quien regresará a su puesto de coordinador.

Marcelo Martín ingresó al vestuario y, en ese interín, Darío Kudelka, fuera de él, se enteraba a través de El Litoral de la decisión de contratar a Rivoira. “Los jugadores me pidieron que los dejara conversar a solas con Marcelo, por eso salí del vestuario”, alcanzó a decir el, hasta ese entonces, entrenador interino.

A los pocos minutos, Marcelo Martín salió del recinto hasta con rostro de preocupación. Algo había pasado allí adentro.

—¿Qué pasa Marcelo?

—Los jugadores me pidieron que reveamos la medida, que no cambiemos de entrenador y que se quede Darío. Asumieron totalmente la responsabilidad. Ellos se la están jugando por alguien que no conocen porque es el primer partido que dirige en Primera. No sé... Es demasiado fuerte lo que me están proponiendo.

—¿Qué vas a hacer?

—Consultarlo con el resto, pero por lo pronto le diré a Rivoira que no viaje mañana a Santa Fe como lo tenía previsto. Si un plantel completo defiende así a un técnico, no nos queda otra que hacerle caso.

Kudelka se quedó a dirigir a Unión hasta el final del campeonato y arrancó en la temporada siguiente. El “Mago” Capria fue el que llevó la voz cantante en aquel derrotado vestuario en la Bombonera. Y otros experimentados como Gustavo Raggio lo siguieron. Estuvo plagado de espinas aquel camino. Recién cuatro fechas más tarde pudo ganar el primer partido. Y se quedó en Primera por la inolvidable definición ante los entrerrianos de Gimnasia de Concepción del Uruguay.

El “profe” que se hizo DT

Frank Darío Kudelka nació el 12 de mayo de 1961 en Freyre, provincia de Córdoba. Junto con el inolvidable “Martillo” Roldán y César Andrés Carignano, es de los más célebres de esa ciudad, por más que a Kudelka le ruborice sentirse así. Algo de razón tiene. No por no sentirse famoso en Freyre, su ciudad natal, sino porque es lo es en Santa Fe, la ciudad que lo vio llegar en 1982 para estudiar educación física, carrera que terminó en 1985, un año antes de recibirse de entrenador de fútbol en el Centro de Perfeccionamiento y Actualización Técnico Docente Deportivo, donde luego tuvo el orgullo de ser docente. Es que Kudelka ya se veía con futuro de técnico y no tanto de “profe”.

Sus primeras armas las hizo en 9 de Julio Olímpico de Freyre en la Liga Regional San Francisco. Allí estuvo dos años (1987 y 1988) y fue campeón anual y absoluto de la Liga. Luego empezó a moldear su perfil de técnico ganador, cosa que luego fue concretando en casi todos los clubes que dirigió.

Su primera experiencia santafesina se dio en La Salle. Arrancó de ayudante de Rubén Sabena y luego se hizo cargo de la conducción de ese equipo campeón que, entre otros, integraban Darío Sabena, el Tete Alessio, Romero, Ferreyra, David Díaz, Eduardo Bezombe, Peón, Hugo Grimoldi, el “Curly” Brasca, Roberto Fernández , el “Chelo” Sabatini, el “Beto” Botta y “Tato” Gigena. Atlético Gimnasia y Esgrima también lo tuvo como entrenador, pero Darío, íntimamente, reconoce en aquel equipo de La Salle al que le dio tantas satisfacciones.

Ese espinoso camino

Kudelka supo, en 1997 cuando llegó a Unión, que estaba concretando otro sueño: el de dirigir en AFA. Es que el club empezaba a militar con sus chicos en los torneos de inferiores y Kudelka fue uno de los elegidos, cuando Rubén Rossi se encargaba de la coordinación. Precisamente, al actual director deportivo de Colón le tocó reemplazarlo cuando se fue y allí quedó “expuesto” a recibir una propuesta impensada: la de dirigir Primera División. El alejamiento de Griguol y una situación comprometida hizo que, como ocurrió históricamente con los técnicos del club, le llegara la chance en el peor de los momentos.

También como la mayoría de los coordinadores que llegaron a Primera, hizo debutar pibes en el 2002. Claro que, en el caso de Kudelka, se la “jugó” en momentos delicados. Con Unión amenazado por el descenso, puso por primera vez a Ezequiel Lezcano y a César Pereyra, mantuvo a César Chávez y le dio rodaje a Nicolás Frutos, a Marcos Bolzán, a Guillermo Israilevich y a Cristian Basualdo, entre otros, que eran jugadores con mucha juventud y al que conocía muy bien por haberlos visto crecer en Unión.

Vuelta a las fuentes

Dirigió 14 partidos del Apertura 2002 y tras la derrota ante Arsenal se fue para darle paso a Néstor Craviotto. No había arrancado mal, pero perdió un clásico y desde allí no pudo ganar más. Se fue de la primera y también de Unión. Era el riesgo que había elegido asumir. A todo o nada, sabiendo que su retorno a la coordinación ya no formaba parte del plan inmediato en el caso de que los resultados —que mandan en el fútbol— no lo acompañen.

Estuvo un año sin dirigir, volvió a la docencia y esperó pacientemente su oportunidad. Sabía que debía empezar de nuevo. Y fue en Patronato de Paraná, en el Argentino B. Luego llegó el turno de Libertad de Sunchales. Cuando llegó, el equipo estaba último y a 7 puntos del penúltimo. Zafó del descenso en el Argentino B y luego lo ascendió al Argentino A. Su nombre comenzaba a tomar valor otra vez.

Kudelka se quedó en Libertad para dirigir medio año en el Argentino A. Se fue en diciembre de 2007, exactamente a tres años de su llegada. El equipo estaba clasificado para las finales. Boca Unidos lo había tentado, pero Kudelka entendió que no era el momento de dirigir al equipo. Éticamente consideró que no podía jugar en contra de Libertad, club en el que se había ido muy bien y con un trabajo estupendo. Por eso, decidió esperar hasta junio y allí pasó del puesto de mánager al de técnico. Se cumplía el sueño del presidente de Boca Unidos, que en varias ocasiones se había ido con las manos vacías después de tentar a Kudelka. Y Darío iniciaba el camino que lo iba a desembocar en la definición por penales y en el ascenso a la Primera B Nacional, histórico logro que devuelve al fútbol correntino a los primeros planos del fútbol nacional luego de aquellas experiencias de Mandiyú y Huracán en las últimas décadas.

Frank Darío Kudelka, cordobés por nacimiento pero santafesino por adopción. Llegó a nuestra ciudad con la ilusión concretada de transformarse en profesor de educación física. En su interior anidaba otra pasión: la de entrenador. Se formó como tal en La Salle, tuvo su bautismo profesional tomando un fierro caliente en Unión y luego volvió a las fuentes para codearse con la gloria en Sunchales y en Corrientes.

“Estoy ilusionado porque la Primera B Nacional es la única categoría que me falta dirigir”, se le escuchó decir en la intimidad de las charlas familiares y con los amigos de siempre. Es una frase simple. Y como tal, cargada de sencillez y humildad. No obstante, corresponde a alguien que se acostumbró demasiado a codearse con el éxito y que luego de aquella estampida que lo llevó de las inferiores a la Primera División en un salto ornamental sin redes de contención, volvió a las fuentes y se nutrió de éxitos permanentes.

Darío Kudelka, el mismo que alguna vez el “Mago” Capria defendió a muerte para que se quedara, el que supo armar un equipo de La Salle imbatible, el que “lidió” con los chicos cuando estaba en las escuelitas de La Salle y Ateneo, el que se curtió el cuero con Gimnasia de Ciudadela, Patronato, Libertad y Boca Unidos en los complicadísimos torneos Argentino y el que una vez se vino de Freyre a Santa Fe con su bolsito cargado de ilusiones luego concretadas.

Santafesino por adopción, la historia de este técnico al que una vez el “Mago” Capria defendió “a muerte” en un vestuario.

El “sapucai Kudelka” hizo gritar a todo Corrientes

La foto corresponde al segundo partido de Kudelka como técnico de Unión. Venía de perder 3 a 0 en la Bombonera y caía 2 a 0 en el 15 de Abril ante Banfield. Luego se recuperó y mantuvo al equipo en Primera en la definición ante los entrerrianos de Gimnasia.

Foto: Flavio Raina

24

partidos

dirigió Kudelka a Unión en Primera División, entre Clausura 2002 y Apertura 2002. Ganó 8, empató 7 y perdió 9. Están contabilizados los dos encuentros de la Promoción con Gimnasia de Concepción del Uruguay (derrota en Entre Ríos y victoria en Santa Fe).