Segunda producción con invitados

Para la Sosa “Cantora” segundas

partes tampoco son buenas

“Cantora 2” ratifica un formato donde la estupenda intérprete de música popular se extravía en las brumas de un pop edulcorado para supuesto consumo internacional.

Sergio Arboleya

Télam

A poco más de dos meses de la primera parte de “Cantora”, el registro que amplía y completa esta súper producción con invitados en torno a la magnífica voz de Mercedes Sosa continúa la inconsistente senda de aquél.

A lo largo de 18 canciones y con otro elenco de reconocidos participantes, “Cantora 2” ratifica un formato donde la estupenda intérprete de música popular se extravía en las brumas de un pop edulcorado para supuesto consumo internacional.

Los voceros oficiosos de este proyecto ya han escrito acerca de las fórmulas industriales que bendicen a los músicos que aceptan el convite del mercado para hacer discos de duetos, pero este desliz empaña el tramo final de la notable trayectoria de Sosa.

No se trata de nombres (en el anterior volumen se contaron Serrat, Veloso, Spinetta, Aznar, Shakira y Gieco, por citar sólo a algunos) sino de la orientación de un trabajo que no está a la altura de la historia de esta garganta esencial de la cultura argentina.

Con el total control estético de Popi Spatocco, esta segunda entrega de “Cantora” reafirma la impronta alegre y de celebración de un repertorio en que irrumpen varios clásicos del habitual cancionero que Mercedes ofrenda en directo.

La voz de la calle

La única gran y grata sorpresa de todo el álbum es “Canción para un niño en la calle”, un manifiesto aún dolorosamente actual de Armando Tejada Gómez que suena desgarradoramente gracias a un ajustado cuarteto y que es intervenido en buena forma por el discurso urbano de René Pérez, de Calle 13.

Ese riesgoso cruce entre lo tradicional y lo actual en torno a una pieza bella y testimonial, es un ejemplar único dentro de la oferta plasmada en el registro.

En clave folclórica donde mejor se aprecia la entrega artística de Sosa, resulta interesante lo que Coqui Sosa hace como melodista y cantante de “Donde termina el asfalto”, con letra del tucumano Pablo Dumit.

El tono intimista también posibilita disfrutar de “Insensatez” con la guitarra de Luis Salinas y del aire chamamecero de “Misionera” que la une con el acordeonista gaúcho Luiz Carlos Borges.

Cierta tentación grandilocuente en la dirección y los arreglos de Popi, en cambio, impiden el remanso capaz de disfrutar de “Canción de las cantinas” (en que Alberto Rojo aborda a Castilla-Valladares) y en la reciente “Zamba del cielo”(de y con Fito Páez, más la voz de Liliana Herrero).

Algunas transitadas obras que Sosa entrega en vivo, aparecen sin novedades, tales los casos de “Razón de vivir” (con la mexicana Lila Downs), “El ángel de la bicicleta” (junto a Gustavo Cordera) y “O qué será” (a dos voces con la brasileña Daniela Mercury).

Diferente es el caso de “Desarma y sangra” en que la Negra vuelve a asomarse al universo de Charly García en una visita que añora tanto el pasado reciente de otras versiones como el de su ilustre invitado.

Promesas rockeras

La pata rockera del CD reafirma la incompatibilidad de colores a la hora de encarar “Zona de promesas” (de Gustavo Cerati y con la presencia del ex Soda) y el toque caribeño de “Parao”, de Rubén Blades, en que se anota Vicentico.

El fallido aporte de Joaquín Sabina en el pretendido tributo a Violeta Parra y la infructuosa conjunción rítmica de Rubén Rada y La Chilinga en “La luna llena”, son otros momentos flacos de un recorrido con evitables encuentros melódicos con Luciano Pereyra (“Y así y así”), Marcela Morelo (“Jamás te olvidaré”) y con Franco De Vita (“Cántame”).

El cierre de esta producción ostenta una agradable mirada folclórica al “Himno Nacional Argentino”, en que Mercedes luce bien acompañada por Franco Luciani y Orozco-Barrientos, quienes entre otros se suman a la propuesta urdida por sus históricos laderos: Spatocco, Giuliano, Genoni y Lobo.

Para la Sosa “Cantora” segundas partes tampoco son buenas

En el trabajo anterior compartió labor con Shakira, León Gieco y Caetano Veloso; en éste se suman Lila Downs, Vicentico, Fito Páez y René Pérez, de Calle 13.

Foto: EFE