Llamamiento a cambiar las relaciones

Obama tiende la mano a una Rusia democrática

El presidente estadounidense, Barack Obama, tuvo un desayuno de trabajo junto al primer ministro ruso, Vladimir Putin, celebrado en la residencia campestre de Novo Ogaryovo en Moscú, esta mañana.

Foto: AGENCIA AFP

Obama tiende la mano a una Rusia democrática

El presidente estadounidense, Barack Obama, tendió hoy la mano a una Rusia que Estados Unidos desea fuerte pero democrática, en un discurso en el que trazó su visión de las relaciones entre los ex rivales de la Guerra Fría, en su primera visita a Moscú.

En un discurso dirigido a los rusos -tras el de ayer a sus gobernantes-, Obama hizo un llamamiento a cambiar totalmente las relaciones ruso-estadounidenses, sin ocultar que ello será difícil.

“No será fácil. Crear una cooperación duradera entre ex rivales, cambiar costumbres ancladas en nuestros gobiernos durante décadas, es difícil”, reconoció ante 1.500 estudiantes de la Nueva Escuela Económica de Moscú, donde se forma una parte de las futuras élites rusas.

Pero, “la época en la que los imperios podían manipular a Estados soberanos como piezas de ajedrez” ha acabado, reiteró Obama en el discurso más esperado de su primera visita a Rusia desde su llegada a la Casa Blanca.

Esa visita está destinada a acabar con las tensiones entre Washington y Moscú surgidas durante los últimos años de la presidencia de George W. Bush, que revivieron la rivalidad entre ambas potencias durante la Guerra Fría.

Ante los representantes de la que calificó como la “última generación nacida cuando el mundo estaba dividido”, Obama expuso su visión de las futuras relaciones entre Estados Unidos y una Rusia que Washington desea fuerte pero democrática.

“Que las cosas queden claras desde el principio: Estados Unidos quiere una Rusia fuerte, pacífica y próspera”, dijo en su discurso sobre su visión del mundo y que se inscribe en la línea de los pronunciados ya en Praga (sobre la proliferación) y en El Cairo (dirigido al mundo musulmán).

Para Obama, los desafíos que debe enfrentar el mundo moderno “reclaman una cooperación global” que “será más fuerte si Rusia ocupa el puesto de gran potencia que le corresponde”.

Falta de libertades

Los países occidentales criticaron reiteradamente a Rusia por su falta de respeto de las libertades democráticas durante los ocho años de presidencia de Vladimir Putin y también durante el actual mandato del presidente Dimitri Medvedev.

“La historia nos muestra que los gobiernos que sirven a sus pueblos sobreviven y los que sirven sólo a su propio poder, no”, señaló. “En nuestra propia historia, las democracias han sido las aliadas más duraderas de Estados Unidos (...), naciones que hoy viven con gran seguridad y prosperidad”, añadió.

Obama también se refirió a la corrupción, considerada como uno de los principales problemas de la Rusia post-soviética y con la que Medvedev ha prometido acabar.

“En todo el mundo, la gente debería tener derecho a hacer negocios o recibir una educación sin pagar sobornos”, aseguró al afirmar que esto “no es una idea estadounidense o rusa: es como la gente y los países triunfarán en el siglo XXI”.

En su discurso, Obama también exhortó a Moscú a que se una al esfuerzo de Estados Unidos frente a los desafíos nucleares planteados por Irán y Corea del Norte porque “ni Estados Unidos ni Rusia sacarían beneficio de una carrera armamentística nuclear en el este de Asia o en Oriente Medio”.

Asimismo, reiteró la posición estadounidense de que Rusia debe respetar la soberanía de Georgia y Ucrania, dos aliados de Estados Unidos que aspiran a adherir a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan).

El presidente estadounidense también citó al importante poeta ruso Alexander Pushkin y rindió homenaje a los sacrificios del país en su lucha contra el fascismo en la Segunda Guerra Mundial.

Antes de su discurso, Obama se reunió por primera vez con el primer ministro ruso, Vladimir Putin.