La Venus más antigua

(EFE)

Arqueólogos alemanes han descubierto en la región de Danubio-Alb la estatuilla humana más antigua conocida, una venus con senos y vulva desproporcionados, tallada en marfil de mamut y datada hace unos 40.000 años.

El hallazgo es toda una sensación, ya que ofrece nueva luz sobre las primeras expresiones artísticas del hombre primitivo en Europa y presumiblemente en el mundo, informó Nicholas Conard, profesor de arqueología de la Universidad de Tubinga y responsable de las excavaciones.

La figura, de tan sólo seis centímetros de longitud, fue hallada en septiembre de 2008 durante unas excavaciones en la cueva de Hohle Fels, cerca de la localidad de Scheklingen, en el sureño estado alemán de Baden-Württemberg, aunque el descubrimiento se mantuvo en secreto hasta ahora.

“Nos quedamos sin habla al verla”, dijo Conard al presentar por primera vez a la opinión pública la figura, que calificó como “una pieza llena de energía y muy expresiva”.

La venus, que será expuesta a partir de septiembre en el Kunstgebäude de Stuttgart, fue descubierta rota en seis fragmentos, a unos 20 metros de distancia de la boca de la cueva y le faltan el brazo y hombro izquierdos. Los arqueólogos alemanes tienen la esperanza de encontrar aún los fragmentos que faltan, ya que su hallazgo se produjo en una zona marginal de las excavaciones realizadas el pasado año en la cueva que fuera utilizada como albergue por hombres primitivos.

Tallada con gran detalle, tiene muy marcados los órganos genitales, con senos y vulva de un tamaño desproporcionado, que contrastan con la pequeñez de sus brazos, piernas y cabeza, acabados con menos esmero.

Un pequeño orificio en la pequeña cabeza hace pensar que la figura, cuyos fragmentos han vuelto a ser unidos con una resina sintética, fue llevada colgada del cuello. Los arqueólogos alemanes no dudan de que la nueva venus europea es una representación artística de la fertilidad y que pudo ser objeto de algún tipo de culto o ritual.