Madre, sobrinos y vecinos en Tribunales

Por la muerte de Anair Tello el juez recoge testimonios

José Luis Pagés

jpagé[email protected]

Madre, hermanos y hasta vecinos de la familia Tello acudieron a Tribunales esta mañana, para declarar en la causa por “Homicidio en ocasión de incendio” iniciada tras el siniestro que en el barrio Chaqueño se cobró la vida de la niña de 8 años de edad, Anair Tello.

Mientras el juez José Manuel García Porta recoge los testimonios de los sobrevivientes de un episodio criminal, que pudo derivar en una tragedia mayor todavía -la vivienda siniestrada albergaba a ocho niños y una persona mayor-, el único involucrado en la investigación policial permanece alojado en la alcaidía de la Seccional 3a. de barrio Candioti.

Omar Alcides Tello ya dijo lo suyo en sede policial y presuntamente ratificó sus dichos ante el juez; pero a la luz de vestigios y nuevos testimonios reunidos, el magistrado podría convocarlo nuevamente para ampliar su indagatoria, en las próximas horas.

Si es cierto como dice la hermana del detenido y madre de la pequeña víctima, que fue Omar Alcides quien prendió fuego a su casa, la situación del hombre sería altamente comprometida, no sólo por las trágicas consecuencias conocidas, sino por lo que de su accionar se pudo haber derivado en perjuicio del propio grupo de familia y otras familias salvadas por acción de vecinos y bomberos.

Seguramente, el juez instructor tendrá en cuenta la venganza como móvil de la presunta acción atribuida a Omar, represalia prometida a Adriana Tello, cuando se atrevió a denunciarlo como al individuo que durante largos cuatro años abusó de una sobrina adolescente.

Se espera que la investigación judicial diga en su momento si Omar Alcides, un ex convicto de 27 años de edad, sol negro de sus hermanos, a quienes condenó a vivir en estado de temor y zozobra permanente, hizo arder la casa de Adriana.

Pero posiblemente también se pregunte el juez por las causas que seis años atrás, el 3 de noviembre de 2003, motivaron el incendio de la casa de Manuel Tello -hermano mayor de Omar-, una humilde construcción que ardió como un pajar junto a tres niños de cinco, dos y un año de edad.

Los hermanos Manuel y Adriana Tello, aun ante la temible sospecha, sostienen que el responsable de aquel incendio atroz del barrio San José no fue Omar Alcides sino otro vecino, indignado porque uno de los niños le pisó y destruyó una plantita del jardín. Suele ocurrir que bajo un estado de terror permanente las víctimas acomoden sus sentimientos y refieran los hechos a conveniencia de sus victimarios.

En noviembre de 2003, Omar Alcides había dejado la cárcel de Coronda y sólo se acercaba a sus hermanos Manuel y Adriana para golpearlos y amenazarlos, como siempre. Desde entonces Manuel y su esposa tuvieron otros niños que hoy tienen las edades de los trágicamente desaparecidos. Por su parte, Adriana tenía que cuidar de sus siete hijos, entre adolescentes y niños de corta edad.

Posiblemente la Justicia habrá de indagar también en el violento episodio que precedió al incendio de El Chaqueño, una acción criminal dirigida contra Omar Alcides ante las puertas de la escuela Stephenson, donde tres adolescentes que lo atacaron a balazos lo hirieron en el pecho. En los alrededores de ese establecimiento -diría uno de sus familiares-, Omar Alcides “se hacía el pícaro”, con alguna que otra alumna, menor de edad.