Panorama agropecuario

Diálogo bajo presión

Luego de la derrota del oficialismo en las urnas y reformular el gabinete, la Presidenta lanzó un llamado al diálogo. Forzosamente, la agenda estará marcada por la nueva relación de poder donde la oposición ganó mayor espacio político.

Carlos Petroli/CMI Contenidos

Que la Presidenta convoque al diálogo a los distintos sectores parece razonable luego de la derrota legislativa que el oficialismo padeció en las urnas hace 13 días. Pero el Gobierno deberá imponerse un baño de pragmatismo y racionalidad, y poner en la agenda los temas que señalen los representantes de la oposición y quienes motorizan una economía muy golpeada por los propios errores domésticos, si se pretende que este diálogo sea efectivo y no quede sólo en el plano de los discursos.

Tal la lectura que ayer se hacía en el ámbito agropecuario luego de escuchar el mensaje de la Presidenta. En las horas previas, gobernadores, cámaras y líderes empresarios y de la oposición (ahora con juego propio para impulsar proyectos en el Congreso) le marcaron la cancha a la administración kirchnerista. La agenda del diálogo al que ahora se llama desde la cabeza del Gobierno tendrá que tomar rápidamente en cuenta el antecedente inmediato del mensaje de las urnas, que reclamó cambios en varios frentes: en la relación del poder central con las provincias, en el estilo político y en el rumbo económico, por citar algunos ítems.

Señales

La convocatoria presidencial de ayer sucedió en una semana muy movida en materia de señales oficiales en el escenario pos electoral. El Ejecutivo avanzó en un cambio de piezas dentro del gabinete que incluyó a dos de los cargos más importantes, la jefatura del Gabinete, ahora en manos de Aníbal Fernández, y el Ministerio de Economía, que estará al comando del ex cajero de la Anses, Amado Boudou.

Anteayer, cuando asumieron, desde la Casa Rosada comenzó a instalarse el mensaje de que habrá mayor diálogo político, vía gobernadores (desde las provincias sube la presión por decisiones que devuelvan confianza y recompongan la marcha de las actividades productivas) y también que se empezarán a cocinar nuevas medidas económicas.

En esta etapa, la Argentina diseñaría un plan para volver al mercado externo de capitales y negociar un retorno al Fondo Monetario Internacional. Se mencionan otras fuentes de corte fiscal, como gravar ciertas rentas; en algunos círculos se especula también con un nuevo bono patriótico para recomponer las cuentas y enfrentar diferentes erogaciones.

En el caso del agro, diputados de la oposición y entidades del sector coinciden en impulsar de inmediato el tratamiento legislativo de proyectos entre los que está la rebaja o eliminación de retenciones para algunos productos (caso trigo o maíz).

Carta para dos

En su primer cónclave posterior a las elecciones, la Mesa de Enlace de entidades agropecuarias decidió enviar una carta con dos destinatarios: la Presidenta y los 24 gobernadores de las provincias.

El sentido político de la nota no figuró en el texto, pero implicó advertir que, después del 28 de junio, el poder real comienza a estar repartido y no ya absolutamente concentrado en Olivos o en los superpoderes.

El reclamo de una mayor apertura provino de distintos estamentos; lo formuló la UIA, los propios gobernadores y no estuvo ausente de la carta ruralista, en la que se advierte estar a tiempo para “impulsar soluciones extraordinarias ante problemas extraordinarios”.

Y apelan a lograr la convergencia entre el sector público y privado, “de modo que, en un marco de diálogo y consenso, cada uno asuma sus compromisos y sus responsabilidades, de manera que se generen las condiciones propicias para lograr un país inclusivo, próspero y federal”.

De este párrafo se extrae en limpio que la dirigencia rural considera que los gobernadores más o menos críticos del Gobierno central serán quienes le pondrán los puntos al kirchnerismo para que modifique el estilo de confrontación, que tuvo en la mira al campo, y permita salir de la crisis política y económica.

Diputados de la oposición y entidades del sector coinciden en impulsar el tratamiento legislativo de proyectos entre los que está la rebaja o eliminación de retenciones.

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Contra reloj. Mientras los productores afinan el lápiz para la siembra gruesa, esperan que se esclarezca el panorama en el corto plazo.

Foto:JM Fernández

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en relación

Desconfianza

En la cuenta regresiva de la siembra gruesa, los productores más informados alimentan su desconfianza cuando toman nota de la falta de transparencia en los mercados, la potencial demanda de mayores subsidios oficiales a molinos y engordadores de hacienda, y un teléfono oficial que les advierte a estos cuánto pagar por el trigo o el maíz.

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EL DATO

Rumbo

Las entidades rurales plantean que, de no modificarse el rumbo, se irá directo a una profundización de la crisis. “Habremos perdido nuevamente la oportunidad de un cambio que mayoritariamente el pueblo pidió en las urnas”, agregan.