OPINIÓN

Angustia ganadera

Eloy Rodríguez

La actividad agraria, focalmente la ganadería en el Departamento 9 de Julio, como en el resto del norte santafesino, vive momentos de angustia, como en todo el país. Se trata de un panorama totalmente desalentador producido por un cóctel de causas, antrópicas y climáticas: sequía, falta de pasturas, agotadas ante las primeras heladas, y erráticas políticas agropecuarias, tanto del gobierno provincial como del estado nacional.

La falta de previsión y de estrategias más un extenso período sin lluvias derrumbó el paupérrimo índice de preñez existente en las economías regionales y colaboró con el patético índice de liquidación de vientres que, a nivel país, ronda el 40%, de muy difícil reposición en el corto plazo.

El stock ganadero de 9 de Julio ha disminuido ha cifras insospechadas. De más de 1.000.000 de animales de pocos años atrás, ha llegado a la actualidad a 500.000. Se ha perdido aproximadamente el 50% del rodeo como consecuencia de las muertes, traslados y malas ventas. Este contexto ha envilecido la comercialización, al extremo que, conforme a los valores actuales, el productor ganadero estaría trabajando a pérdida.

De acuerdo a las categorías vacunas, el precio de venta del ternero para que sea un bueno negocio tendría que estar a $ 4,20 y no a $ 3 como se suele cotizar en los remates. Desde esta misma óptica el precio del novillo gordo tendría que ser de $ 4 y no de $ 3,20; la vaca de invernada $ 1,60 en lugar de $ 1 y la vaca gorda de $ 2,60 en lugar de $ 2. En contados casos se respetaron los precios rentables pero con un diferimiento en los pagos de hasta 90 o más días.

Asimismo se presentan circunstancias que provocan la desesperación por vender, como la pérdida del estado corporal de los animales, el límite del peso de faena, la imprevisibilidad del valor final, etc. que “obliga” al ganadero a recibir precios irrisorios. El productor se desprende de los animales antes de lo conveniente porque el eslabón “feedlotero”, aún contra sus intereses de comprar animales de bajo peso, necesita lo más rápido posible llegar al engorde requerido para poder vender.

Un escenario conmovedor: los precios fijos se acrecientan y los vencimientos ahogan.

el precio de venta del ternero para que sea un bueno negocio tendría que estar a $ 4,20