Convenio de salud entre el municipio y la UNL

Desarrollan un programa sobre

hipertensión arterial y diabetes

Las nombradas son consideradas enfermedades crónicas y “silenciosas”, de diagnóstico casual en la valoración clínica de un paciente. Se trabajará en forma conjunta en la prevención de las mismas.

Ariel Durán-Sergio Ferrer

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A partir de un convenio concretado entre la Municipalidad de Santo Tomé y la Universidad Nacional del Litoral (UNL) se está desarrollando en nuestra ciudad el programa denominado Prevención de Hipertensión Arterial Esencial y Diabetes Tipo 2, que es un proyecto de extensión universitaria impulsado por un equipo de profesionales y alumnos avanzados de la Escuela de Medicina (que depende, justamente, de la mencionada casa de estudios), que se desarrolla bajo la órbita de la Secretaría de Gobierno y Acción Social. Se trata de un programa que procura, entre sus objetivos, incrementar las medidas de prevención de ambas enfermedades -definidas como clínicamente silenciosas y de diagnóstico casual en la valoración de un paciente-, detectar casos de personas con alto riesgo de desarrollarlas y concientizar a la población sobre la importancia de estar alerta ante estas patologías.

Atento a ello, en el marco de esta planificación específica del área de Salud, se ha previsto un cronograma anual de actividades, que incluye la realización de talleres informativos dirigidos a la comunidad en general (las tareas de concientización a nivel institucional tuvieron como punto de partida la Escuela de Educación Media Nº 1.218, con disertaciones sobre hipertensión y diabetes), la implementación de encuestas destinadas a detectar personas con elevada probabilidad de sufrir hipertensión arterial o diabetes (a quienes se prestará asesoramiento médico) y la organización de diversas acciones comunitarias, que promuevan la actividad física según las distintas aptitudes de cada uno.

Factores de riesgo

La hipertensión arterial esencial es una enfermedad crónica y a la vez es uno de los principales factores de riesgo para la aparición de patologías vasculares, como ser insuficiencias renales o cardíacas, infarto de miocardio, accidente cerebro-vascular y artereoesclerosis. Su prevalencia en personas mayores de 20 años es de aproximadamente el 25 por ciento, pero se estima que aumentaría hasta llegar al 30 en el 2025, afectando a un billón y medio de personas en todo el mundo. Y si bien su tratamiento actualmente es muy eficaz, mucha gente no sabe que es hipertensa y no desarrolla un control adecuado de sus cifras tensionales.

Por otra parte, la diabetes mellitus se caracteriza por las alteraciones en la regulación de la concentración de glucosa plasmática (definida por niveles altos de glucosa en plasma) y una de las principales causas actuales de mortalidad y morbilidad prematuras, como así también de ceguera, insuficiencia renal y amputación de las extremidades inferiores, siendo también una de las primeras causas de muerte, en especial por sus efectos sobre las enfermedades cardiovasculares. Se estima que en Latinoamérica la prevalencia de diabetes mellitus es de 15 millones de individuos y aumentará a 20 millones en 10 años, con el agravante que entre un 30 y un 50 por ciento de la población que hoy en día la sufre desconoce su enfermedad por meses o por años y es diagnosticada tardíamente, siendo que el motivo de consulta -al igual que en la hipertensión- es el padecimiento de algunas de las complicaciones de estas enfermedades.

Recomendaciones contra la gripe A

En el marco de las recomendaciones brindadas por el municipio -por medio de la Subsecretaría de Salud-, para prevenir la propagación de la gripe A (H1N1), cabe considerar como una de dichas medidas precautorias la correcta información. En tal sentido, se remarca puntualmente que la principal forma de transmisión del virus de la influenza es de persona a persona, a través de las gotitas respiratorias que se expulsan al toser o estornudar. Esto puede suceder cuando las gotitas provenientes de la tos y los estornudos de una persona infectada se desplazan por el aire y se introducen en la boca o la nariz de las personas cercanas, como así también cuando un individuo toca las gotitas respiratorias en otro o en algún objeto y luego se toca la boca o nariz antes de lavarse las manos.

Hecha aquella aclaración, bien vale detallar las siguientes recomendaciones, que son las convenientes a tener en cuenta para evitar el contagio: lavarse las manos, frotando toda su superficie, con agua y jabón, o con jabones a base de alcohol y glicerina al menos durante 20 segundos, para luego secarselas con una toalla descartable y cerrar la canilla utilizando esa misma toalla (éste es un procedimiento especialmente recomendable después de estornudar y al volver de la calle); cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable al toser o estornudar y tirarlo a la basura después de usarlo (si no se cuenta con un pañuelo a mano, toser o estornudar en el pliegue del codo); en caso de estar enfermo, quedarse en la casa y evitar concurrir a lugares con muchas personas, para que no se disemine la infección (mantener el hogar ventilado); ponerse en contacto con el médico o proveedor de servicios sanitarios y describirle los síntomas a él, antes de ir al consultorio (respetar las indicaciones del profesional); no ingerir, en ningún caso, aspirinas o corticoides por cuenta propia; evitar el contacto con personas que padezcan patologías respiratorias infecciosas agudas; alimentarse bien, tomar abundante líquido y dormir lo necesario.