Al margen de la crónica

La pasión por Harry sigue intacta

Transcurrieron casi dos años desde que los seguidores del aprendiz de mago más famoso de la historia (¿es necesario decir que se trata de Harry Potter?) pudieron saciar sus vastos interrogantes. Sabiamente prolongados, esto hay que decirlo con todas las letras, a lo largo de toda una década por la escritora J. K. Rowling, desde que publicó con moderadas expectativas aquel libro bisagra para la evolución de la literatura juvenil que se tituló “Harry Potter y la Piedra Filosofal”.

Sin embargo, y aún cuando ya son ampliamente conocidos el resultado y las derivaciones del duelo final entre el joven hechicero y su enemigo Lord Voldemort, en uno de los pasajes más emocionantes del séptimo y último libro, el fenómeno permanece vigente, con un aura que no parece destinada a ser opacada. Esto quedó demostrado pocos días atrás, cuando se produjo el estreno mundial de la versión cinematográfica de la sexta parte de esta epopeya, “Harry Potter y el misterio del príncipe”, que acreditó un éxito a la altura de la saga, una de las más taquilleras en la historia del cine comercial.

A la potencialidad que brinda la descripción del mundo del colegio Howarts de magia y hechicería, se añaden en esta nueva entrega enfrentamientos memorables, enigmas por resolver, y referencias a los avatares sentimentales y hormonales de la adolescencia, ya que en esta parte los personajes alcanzaron los 16 años. Y a todo lo mencionado se suma otro detalle: a la más que respetable grilla de actores (que incluye figuras de la jerarquía de Maggie Smith y Ralph Fiennes) se suma en esta ocasión el talentoso y oscarizado Jim Broadbent en un rol clave. Frente a un cóctel, en apariencia, tan irresistible no resulta muy difícil explicar el fervor de los fans, aun cuando saben de antemano quién será el vencedor.