Será de $ 1.400 en agosto

La presidenta celebró el rápido

acuerdo del salario mínimo vital

El piso salarial llegará a $ 1.500 en enero. Cristina de Kirchner fue a la cartera de Trabajo para felicitar a sindicalistas y empresarios por el “modelo de funcionamiento de capital y trabajo”.

De la redacción de El Litoral

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DyN

El gobierno nacional, sindicalistas y empresarios acordaron ayer un nuevo salario mínimo, vital y móvil, que será incrementado en forma escalonada, tras una extensa reunión en la que sobre el final participó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El aumento consensuado en el Consejo del Salario será de 1.400 pesos a partir de agosto, 1.440 en octubre y 1.500 en enero del próximo año. Fernández de Kirchner llegó al Ministerio de Trabajo sobre la finalización del encuentro y con el acuerdo firmado, dijeron fuentes oficiales.

“Quiero felicitarlos a unos y otros, agradecerles en nombre de todos los argentinos el haber podido arribar a este acuerdo”, expresó la jefa de Estado en declaraciones a la prensa. Sindicalistas, empresarios y funcionarios de Trabajo iniciaron la negociación con diferentes pretensiones de haberes para modificar la cifra original de 1.240 pesos mensuales.

La CGT llevó un piso de 1.600 pesos, mientras que los empresarios propusieron un valor de 1.400 para la remuneración mínima y el gobierno intentó arbitrar las posturas para establecer un nuevo monto en 1.520 pesos.

La CTA, en tanto, indicó la necesidad de tener un salario superior a los 1.800. Las partes llegaron a un acuerdo luego de “profundas y arduas discusiones, como corresponde”, dijo la presidenta.

“Nadie debe horrorizarse ni asombrarse de haber podido arribar a un acuerdo después de mucha discusión y debate. Es la certeza de la fortaleza de la institución y de un modelo de funcionamiento, en este caso el capital y el trabajo”, agregó.

Fernández de Kirchner llamó a los sectores a “a seguir trabajando para fortalecer la capacidad adquisitiva de los trabajadores, sin perder de vista a los otros argentinos” sin empleo.

La mandataria, que estuvo sólo 25 minutos en el piso 18 de Ministerio, dijo sentirse “muy contenta” con el resultado del encuentro, en especial “a partir del diálogo”.

“Que las instituciones funcionen en tiempo de bonanza es fácil, pero que lo hagan cuando no sucede esto y en crisis revela verdadera fortaleza”, comentó a la prensa.

Institucionalidad

Por su parte, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, celebró que la realizada ayer haya sido “la sexta reunión del Consejo del Salario” porque “así se preserva la institucionalidad”.

“Desde 2004, entre todos, a pesar de las discusiones, hemos logrado preservar la institucionalidad”, resaltó el jefe de la cartera laboral. En este sentido, dijo que “esto fue un ejemplo” porque “mientras otros países discuten ajustes”, en la Argentina se logró “una mejora acordada por todos los actores económicos”.

La Unión Industrial Argentina (UIA) había llegado a la discusión salarial con la convicción de no unificar un aumento sino “dejar que cada sector en particular” negociara sus paritarias. Los empresarios planteaban la fijación de un salario mínimo por sectores y no una remuneración general porque existen fuertes distorsiones entre los haberes que perciben los trabajadores de las distintas actividades.

El secretario de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, había afirmado antes de entrar a la reunión que “el salario mínimo de Argentina, medido en dólares, es el mayor de América Latina”.

“Discutimos aumentos de miseria”

El titular de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apymes), Francisco Dos Reis, confesó hoy que siente “humillante” discutir con los trabajadores aumentos “de miseria”, porque en realidad el sueldo mínimo acordado sigue sumergiendo a quienes lo reciben, en “la pobreza”.

“Me siento muy mal durante y después de este tipo de acuerdo porque me doy cuenta de que estamos discutiendo miseria”, afirmó Dos Reis, quien señaló la necesidad de que en la próxima reunión del Consejo del Salario “discutamos modelos de inclusión”.

El empresario dijo hoy que “tenemos que discutir muchas cosas, como de inversión y desarrollo, porque no veo un país viable con diez millones de pobres” ya que “faltan políticas de otra naturaleza que todavía no fueron tomadas en la Argentina”.

Dos Reis insistió en que “discutir 50 pesos más o menos todos los años nos mete en un conflicto” porque en muchos casos los pequeños y medianos empresarios “no podemos pagar” esos aumentos, debido a que “somos los que menos ayuda recibimos del Estado”.

“Las Pymes son las más perjudicadas” por la crisis, sostuvo, para añadir que no sólo son los empresarios que más trabajadores en negro tienen ante la imposibilidad financiera de blanquearlos, sino que “en muchos casos hasta los propios empresarios están en negro”. “Esclavizamos y nos esclavizan”, resumió. Consideró que las Pymes más afectadas son el sector “metalmecánico y el vinculado con la industria agropecuaria, donde la caída es brutal”.

Señaló que discutir un salario mínimo de 1500 pesos hace que se sienta “mal” porque “es humillante cuando vamos y volvemos por 20 pesos” porque “me doy cuenta de que estamos discutiendo miseria”. La realidad es “que con 1.500 pesos de salario mínimo, el trabajador sigue estando en la pobreza”.

La presidenta celebró el rápido acuerdo del salario mínimo vital

Daniel Funes de Rioja, representante de la UIA, durante un cuarto intermedio del Consejo del Salario. Los empresarios impusieron el valor de $ 1.400 que propusieron; la cifra de la CGT quedó para enero, muy por debajo de lo que pedía la CTA.

Foto:Télam

La regionalización

El titular de la Unión Industrial de Santa Fe, Norberto Velasco, admitió que “los salarios mínimos, más allá de que no significan en lo inmediato una modificación salarial para la gente, suben los pisos y generan expectativas de demanda” en materia de sueldos.

Consultado sobre el acuerdo alcanzado en Buenos Aires, el dirigente fabril santafesino apuntó que “el problema es que no sale un salario sectorizado por regiones. Queremos que se regionalice la discusión salarial porque nuestros pequeños talleres no pueden pagar los mismos salarios que grandes industrias”.

Sin embargo, aclaró que su observación es metodológica y no refiere en este caso al mínimo pautado, porque “ése es un piso que está superado totalmente por todos los sectores; creo que todos los gremios tienen un piso superior a eso”, apuntó.

Dijo que “queremos poder discutir los salarios por región”, más allá de que el nuevo piso acordado “sigue siendo una manera de mejorar las condiciones de consumo del trabajador”.

“Además, el salario mínimo es inembargable y en situación de crisis permite tener una garantía sobre esa cifra”, recordó el empresario.

/// EL DATO

Mahle

La conciliación voluntaria entre la autopartista Mahle y sus casi 500 trabajadores, que vencía pasado mañana, se prorrogó hasta el 31 de agosto, aunque se garantizó el pago de los sueldos de ese mes, según confirmó Claudio Maldonado, delegado de los trabajadores. La empresa -reveló el dirigente gremial- asegura que el conflicto está en manos del gobierno nacional. “Por el momento, no hay novedades sobre el traspaso de la planta”, ubicada en la zona oeste de Rosario, aclaró el dirigente gremial.