Se quitó el requisito de permanencia mínima en una misma escuela
Para trasladarse, el docente
no tendrá que esperar 2 años
La modificación al régimen de traslados ofrecerá a miles de docentes la posibilidad de cambiarse todos los años de escuela. Hasta el momento, se exige una permanencia mínima de 2 años para maestros y de 4 para directores antes de poder solicitar el traslado.
De la redacción de El Litoral
Otro resultado de la negociación paritaria beneficia al sector de la docencia. El gremio Amsafe y el gobierno provincial acordaron esta mañana eliminar el requisito de permanecer un plazo mínimo de entre 2 y 4 años en una escuela determinada, antes de poder solicitar el traslado a otra institución.
La modificación al régimen de traslado docente fue anunciada por la ministra de Educación, Elida Rasino, al participar en la Casa de Gobierno de la apertura de sobres para la ampliación de una escuela de Esperanza. “Es un acuerdo importante que elimina la traba por la cual hasta ahora un director titular, luego de asumir en un cargo, tenía que esperar 4 años antes de tener el derecho a trasladarse a otro establecimiento. Mientras, un maestro debía esperar 2 años”, explicó la funcionaria.
Ese plazo mínimo de espera tenía como objetivo que el docente o directivo permanezca en una escuela al menos durante un tiempo, de manera de garantizar una cierta continuidad pedagógica. Otro propósito era evitar un gran movimiento de personal todos los años, dada la elevada cifra de maestros que compone el sistema educativo provincial.
Sin embargo, Rasino argumentó que “hemos evaluado la eficiencia de esta disposición y nos hemos dado cuenta que la distancia y el engorro que implica el traslado desde el lugar de residencia hasta el lugar de trabajo para los docentes, no garantiza el sentido que tenía esta medida y que era la permanencia en un cargo durante un tiempo prolongado”.
Con la nueva regulación, los educadores tendrán la posibilidad de pedir traslado todos los años a otra escuela, siguiendo el escalafón de orden de mérito. “Esto facilitará que el maestro se acerque lo más rápido posible a su domicilio porque con el viejo régimen se produce un alto grado de ausentismo por a la distancia” que tienen que recorrer los docentes. (Ver aparte).
Vieja demanda
La modificación en el régimen de traslado era “una vieja demanda de la docencia y hasta diríamos de los que construyeron este sindicato”, consideró José Testoni, secretario gremial de Amsafe, quien se mostró sumamente conforme con lo conseguido en paritarias.
Explicó que se modificará una distorsión al orden de mérito que se construye con el título y la antigüedad, dos condiciones que permiten acceder a una titularidad o a un cargo de ascenso. “Lo que sucedía más que nada en los pueblos, es que tal vez un compañero se trasladaba un año pero no era el lugar donde definitivamente quería estar. Como no reunía el requisito de 2 años de permanente, otro compañero que a lo mejor estaba más abajo en el escalafón, lo salteaba y conseguía el lugar que el otro pretendía”, indicó.
“Esa distorsión ahora se elimina al permitir que todo el mundo pueda solicitar todas las vacantes que se generan todos los años. Se ordena por escalafón y al que le toca tomará la vacante y, si no, esperará otro año a que se produzca el puesto deseado”, aportó.
Consideró que con el nuevo régimen “se conseguirá que el docente acceda al cargo que desee, que viaje lo menos posible y que se mantenga el orden de mérito”.
Resultados paritarios
“Siempre se pidió un régimen de ingreso, de ascenso y de traslado que sea de carácter ágil, democrático, previsible y que no esté sujeto a las discrecionalidades de nadie”, consideró Testoni.
Cada unas de esas pretensiones se viene cumpliendo con el gobierno socialista. “La creación de las Juntas de Escalafonamiento, los concursos de ingreso y ahora -en sintonía con este régimen de ingreso con la misma lógica de mérito- se modificó el traslado del personal docente de todos los niveles y modalidades: cargos de base, directivos, catedráticos”, señaló.
Sobre la gran movilidad que cada año podría generar esta disposición, el sindicalista se mostró convencido que “cuando el docente encuentra su lugar de trabajo, ya no se traslada. Para un docente su lugar de trabajo es su lugar en el mundo. No solamente pone toda su capacidad de trabajo, su profesión, sino también su alma, su espíritu y su fuerza y a eso no se renuncia”.
