NO HABIA NINGUNA TUMBA VIOLADA

Apareció un cadáver sin cabeza

cerca del cementerio de Aguiar

De la Redacción de El Litoral

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Eran las 8.30 de la mañana del pasado 30 de julio. Hacía frío, cuando un grupo de albañiles contratados por la Comuna de Arroyo Aguiar se aprestaba a continuar con su tarea de construcción de nichos a pocos metros del tapial del cementerio del pueblo.

En ese momento se produjo el hallazgo que está siendo ahora investigado por la Justicia y que incluso mereció la intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense.

A unos diez metros del tapial y tirado en una zona de pastizales, encontraron un féretro viejo y roto, con un cadáver envuelto en mortajas. Le faltaban la cabeza y ambas piernas. Los primeros cálculos indican que se trata de un hombre y que habría fallecido hace alrededor de cinco años.

De todos modos, se trata de conclusiones preliminares. Por estas horas, un experto del Equipo de Antropología llegado desde Buenos Aires estudiaba con detenimiento el cuerpo para obtener mayores certezas sobre el tiempo de muerto, la edad de la víctima, las razones del deceso y, sobre todo, cómo se produjo el desprendimiento de la cabeza y las extremidades inferiores.

Apenas encontraron el féretro, los albañiles se comunicaron con el presidente comunal de Arroyo Aguiar, Ernesto Cadenazzi, quien inmediatamente realizó la denuncia correspondiente en la policía de la zona. La investigación policial se inició rápidamente y desde entonces el caso está en manos del Juzgado de Instrucción de la Tercera Nominación.

La primera medida que se tomó fue recorrer cada rincón del cementerio, en busca de alguna tumba violada. La búsqueda fue minuciosa. Nadie podía descartar que, en cualquier momento, pudiera producirse un hallazgo macabro. Sin embargo, todo estaba en orden. No hallaron rastro alguno de que algún cadáver hubiera sido sacado de su lugar.

Por eso, a partir de ahora se iniciará la tarea de rastrear alguna denuncia que en los últimos años se haya realizado vinculada con la desaparición de un féretro del cementerio de Arroyo Aguiar. Si tampoco aparecen pistas tras estas averiguaciones, será el momento de extender la investigación a otros cementerios de la región.

Como nadie sabe cuál será la derivación de este caso, ya no sólo interviene personal de la Unidad Regional I, sino también de la Jefatura de Provincia.

Las posibilidades de que se trate de un cadáver vinculado con la dictadura militar fueron inicialmente descartadas, pues todo indica que no data de tantos años. Aun así, se notificó a los organismos vinculados con los derechos humanos.

Por ahora priman las incógnitas. Sólo se sabe que apareció un cuerpo sin cabeza, ni piernas. Nadie sabe quién es, desde cuándo yace allí tirado, cómo murió, ni por qué se produjeron las mutilaciones. Las próximas horas serán clave para saber si el caso tiene posibilidades de dilucidarse o, en cambio, está condenado a la incertidumbre eterna.