Más de 2.000 personas en la gran cena...
Una fiesta inolvidable
El club Trebolense celebró sus 100 años con una noche emotiva y memorable.
Francisco Díaz de Azevedo
Cuando, a las 5 de la mañana, la escarcha en los autos anunciaba una madrugada gélida en la ciudad, nada hacía pensar que adentro del gimnasio de Trebolense la noche era caliente, soñada y festiva al extremo. Trebolense celebró sus 100 años de vida con un impactante festejo multitudinario. Brilló Marcela Morello sobre el escenario y más de 2.000 almas bailaron con Los Lirios y la batucada carioca.
Es que el salón, totalmente decorado en celeste y blanco y calefaccionado a la perfección, albergó a la mayor fiesta de la rica historia de la institución.
Muy puntual, a las 22, un video tremendamente emotivo con un hilo de historia generacional, se fundió con la presentación del ballet folclórico El Trébol, que homenajeó a la institución en sus 100 años y arrancaron ovaciones en la gente.
De arremetida nomás, y siguiendo con el protocolo de la fiesta, Nuestro Canto entonó en vivo las estrofas de la nueva versión de la marcha, ante la presencia de doña Imelda Moragas, una de las autoras de las primeras estrofas en los ‘40, y el reconocimiento del doctor Juan Carlos Podestá, autor de las nuevas estrofas de este centenario.
A esa altura de la noche, todo era ya una verdadera fiesta entre la gente que se levantaba y revoleaba sus pañuelos al grito de “¡Treboleeeé, Treboleeeeé!”.
Los “notables”
Con la cena puntual y brillantemente atendida por El Brigadier (se comió en forma abundante y caliente) comenzaron también los reconocimientos y así llegaron los homenajes a deportistas históricos como Lucía Bertaina, actualmente voleibolista bicampeona nacional con Banco Nación; Mario Martínez, dirigiendo hoy en el vóley de Primera de Italia; Martín Boasso, ex jugador que pasó por clubes como el Santos Laguna, Irapuato, Tekos, Pachuca y Real Sociedad Zacatecas de México, y en la Argentina, por Rosario Central, Unión de Santa Fe y Gimnasia y Esgrima de Jujuy; Germán Castillo, actualmente campeón con Cerro Porteño de Paraguay y ex jugador de clubes como Unión de Santa Fe, Lanús, Gimnasia y Esgrima La Plata, y en Ecuador, jugando en el Cuenca y el Olmedo; Eduardo Corte, gran arquero de Trebolense que hasta hace poco fue DT de la Selección de Paraguay, y Luisina Costagrande, ex voleibolista profesional; Carlos Trullet, jugador de Colón, Unión, Estudiantes de la Plata y DT de Primera División del fútbol argentino, hoy en Atlético de Rafaela.
Los saludos por pantalla llegaron desde Italia con Carolina Costagrande, la mejor jugadora de la historia de nuestro país de esta disciplina y una de las mejores del mundo en la actualidad.
Las reinas
Un rato más tarde llegaron las coronaciones de las reinas. Se despidieron Micaela Abba y la soberana de la tercera edad, Elia Aichino de Calcaterra, y tomaron sus coronas Brenda Barinaga, proveniente del hockey de Trebolense, y Aída Paulone, de gimnasia de adultos mayores. Un rato después, llegó la coronación de la reina de Reinas de Trebolense: Juliana Dri, quien fue soberana en el año 1998 y Reina Nacional de Reinas Nacionales en 1999 en Carlos Pellegrini.
El show
Marcela Morello mostró todo su potencial con su show internacional y una catarata de hits. Así llegaron “La fuerza del engaño”, “Para toda la vida”, “Buen día”, “Una y otra vez”, “Luna bonita”, “Corazón salvaje” y “Manantial”, ante la ovación de la gente que, con la cantante enfundada en la camiseta de Trebolense, degustó con el paladar lleno de música y mucha escena.
El resto de la fiesta fue pura diversión. Los Lirios le dieron mucho ritmo a la noche, mientras la batucada con bombos y vientos que ingresó por la puerta del salón en la madrugada sorprendió a los comensales que comenzaron a sumarse en la pista de baile hasta convertir todo en una gran marea humana. La lluvia de papeles de Fuego y Pasión, la música de Blas Recalde y César Guardia y las tres cámaras seguidas por tres enormes pantallas gigantes de Julián Operti le dieron el toque de distinción a una fiesta que quedará en la memoria, la retina y el corazón de dos mil almas celestes y blancas.
