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Horas decisivas en el conflicto de Mahle

De la redacción de El Litoral

Corresponsalía Rosario

Los representantes de la empresa Mahle volvieron a faltar a la cita en el Ministerio de Trabajo a la que no concurrieron por cuestiones de seguridad, y los 490 obreros retornaron a la fábrica de aros de pistón con la misma frustración que flota en el ambiente desde el 27 de abril pasado, cuando los gerentes de la multinacional decidieron de manera unilateral cerrar la fábrica. En un comunicado de prensa, la empresa aclaró que “no avanza ninguna negociación” con posibles inversores.

El lunes próximo vence la conciliación voluntaria que firmaron los representantes de la multinacional y los trabajadores, por lo que la salida del conflicto es cada vez más remota. Néstor Ferraza, secretario general de la CGT local, reclamó que a partir del lunes la cartera laboral que dirige Carlos Tomada sea la que declare la conciliación obligatoria.

Claudio Maldonado, delegado de la planta, señaló ayer a la tarde que “a esta altura la mitad de los trabajadores está dispuesta a irse a cambio de una indemnización”. Pero del otro lado, desde la empresa, no están dispuestos a pagar sumas extraordinarias en concepto de indemnización, cuyo monto global llega a los 11 millones de dólares, según calculó una fuente del Ministerio de Trabajo de la Nación. Los trabajadores confeccionaron un listado de retiros que está compuesto por 220 operarios, de un total de 490 empleados.

La empresa reclama que para avanzar en la confección de un listado de retiros tiene que recibir de parte del Estado nacional unos 13 millones de deudas de Aduanas y Afip en concepto de reintegros de IVA. Ayer se destrabó una parte de ese dinero y la empresa abonó salarios adeudados de julio y agosto. Hasta ahora todos los pagos que realizó la firma fueron siempre con dinero de la Nación.

El conflicto se dilata cada vez más y amenaza caer en un desgaste sin salida, luego de que la fórmula que aplicó el gobierno nacional para casos similares, que es la de buscar un empresario afín que esté interesado en desembolsar sumas de dinero importante para descomprimir el conflicto, fracasó una y otra vez.

Incertidumbre

Después de las elecciones del 28 de junio, y tras los cambios en el gabinete, el plan que había delineado el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quedó encerrado en un cajón. El proyecto consistía en la administración mixta de la fábrica a través de un fideicomiso, un plan similar al de la papelera Massuh, que administra el polémico funcionario.

Alicia Ciciliani, viceministra de Trabajo, reconoció que el futuro de los trabajadores es cada vez “más incierto. Resta resolver el tema de la apertura de la planta, algo que es incierto, porque la empresa nos manifestó por escrito que a la fecha no se está avanzando en ninguna negociación con un posible inversor. Nos parece sumamente grave”, concluyó.